Por qué Pedro Sánchez se va a recluir en Doñana: no quiere fotos robadas en saraos veraniegos

La estrategia pasa por sacar del foco al presidente, que dé la cara cada día un ministro y evitar cualquier imagen de relajación en medio de la incertidumbre por la falta de Gobierno

Pedro Sánchez recibe a Angela Merkel en Doñana.
Pedro Sánchez recibe a Angela Merkel en Doñana, en agosto de 2018.

El agosto más atípico, políticamente hablando, ha alterado el veraneo de los líderes políticos. El equipo de Pedro Sánchez, consciente de la situación de incertidumbre que vive España, ha diseñado una estrategia para que el presidente en funciones desconecte durante unas jornadas en Doñana, pero con unas directrices muy calculadas.

Sánchez descansa desde hace varios días en el Palacio de las Marismillas. Ha hecho un paréntesis en su frenética agenda de reuniones para tratar de desencallar la investidura. Unos encuentros que retomará previsiblemente a finales de agosto para presentar al resto de fuerzas políticas el programa progresista de Gobierno en el que está trabajando.

No hay confirmación oficial de cuándo llegó Pedro Sánchez a Doñana, donde se encuentra acompañado por su mujer, Begoña Gómez, y sus dos hijas. Tampoco hay pistas sobre cuándo abandonará el palacio, “para preservar la intimidad de la familia y por motivos de seguridad”, según se han limitado a precisar fuentes de La Moncloa.

Pero las vacaciones del presidente en funciones han provocado cierta polémica en ambientes políticos. Desde la oposición se reprocha a Sánchez que se haya ido a Doñana sin haber logrado cerrar un acuerdo para formar gobierno, cuando han transcurrido más de cien días desde las elecciones generales del 28 de abril.

En 2016, tras una investidura fallida y dos elecciones truncadas, el entonces presidente Mariano Rajoy también se escapó unos días a Sanxenxo (Pontevedra), pese a no tener amarrados los apoyos para gobernar.

Que la imagen de Sánchez no se desgaste

Ante este escenario, según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes conocedoras de los planes de Moncloa, el despliegue de estas jornadas no se ha improvisado. Ha sido calculado al milímetro.

Las consignas vienen recogidas en una estrategia diseñada por el jefe de gabinete del presidente, Iván Redondo, en la que se ha buscado que la imagen del líder del PSOE no sufra el menor desgaste en sus días de descanso.

La situación es delicada y los ciudadanos toleran muy mal en estos momentos cualquier exceso. Sintéticamente, el plan se resume en tres ideas clave: “vacaciones sí, pero con los ministros dando la cara todos los días en la prensa y nada de fotos robadas en saraos veraniegos”.

Evitar fotos robadas en saraos veraniegos

Las fuentes conocedoras de la estrategia revelan a ECD que uno de los principales consejos de los asesores de Sánchez ha sido reducir al mínimo la vida social del presidente en actos públicos. Evitar cualquier fiesta y sarao veraniego de perfil polémico.

 

Se ha buscado ser especialmente “austero y discreto en el descanso” y huir de fotografías. Hay especial “pánico” a instantáneas robadas por reporteros gráficos, que pudieran resultar incómodas para la imagen del presidente en la situación delicada que atraviesa el país.

Así se explica el hermetismo que hay con la actividad diaria del presidente y su familia dentro del Palacio de las Marismillas. El plan contempla “pasar una semana alejado de las cámaras y los micrófonos”, sin apenas comparecencias públicas.

Se ha decidido optar en los próximos días por el silencio y marcar distancias, después de una intensa semana de reuniones de Pedro Sánchez con distintos colectivos de la sociedad civil.

Como ejemplo, Sánchez no se ha dejado ver este año por el Festival Internacional de Benicassim (FIB), en el que ha disfrutado en varias ocasiones junto a su esposa de alguno de los conciertos.

Asistió incluso el año pasado, siendo ya presidente del Gobierno, lo que le generó un aluvión de críticas por el uso del Falcon para su desplazamiento a Castellón. La ausencia en esta edición no ha sido casual sino una decisión calculada.

Vacaciones “decididas sobre la marcha”

El Palacio de Las Marismillas llevaba acondicionado desde hace casi un mes por si, como al final ha sucedido, Sánchez decidía pasar unos días de descanso en plenas negociaciones para formar Gobierno.

El Grupo Rural de Seguridad (GRS) de la Guardia Civil de Tenerife tomó ya posiciones en la zona la semana pasada para proteger al presidente y su familia.

No se pasa por alto que apenas quedan 40 días para que se agote el plazo para celebrar una nueva investidura. Si el 23 de septiembre Sánchez no ha recabado los apoyos necesarios, habrá elecciones generales el próximo 10 de noviembre.

Por ello, según explican a Confidencial Digital miembros del equipo de máxima confianza del jefe del Ejecutivo, el líder del PSOE ha ido “decidiendo sobre la marcha” con su gabinete el número de jornadas y los momentos para desplazarse este mes de agosto a Doñana para descansar junto a su mujer y sus dos hijas.

Se ha descartado cualquier visita oficial

La finca de Las Marismillas es utilizada como residencia de verano de los presidentes del Gobierno desde que Felipe González le dio este uso por primera vez en 1986.

Sánchez optó por este destino por primera vez el verano pasado y repitió estancia durante las últimas vacaciones de Navidad. Hace un año aprovechó para recibir a la canciller alemana Angela Merkel.

En esta ocasión, en el marco del ‘perfil bajo’ que se ha decidido dar al descanso del jefe del Ejecutivo, fuentes próximas al presidente confirman a ECD que se ha descartado cualquier visita oficial a Doñana.

Frente al veraneo de “tumbona y playa”

En 2016, con el Gobierno de Rajoy en funciones, Pedro Sánchez fue fotografiado en nueve destinos distintos durante el mes de agosto. Se calificó entonces su veraneo de “tumbona y playa en toda regla”.

Un perfil de vacaciones que le generó multitud de críticas por la situación de incertidumbre que, como ahora, atravesaba el país. Fueron habituales las instantáneas robadas junto a su esposa en Mojácar, tanto en la playa como en paseos distendidos por el municipio almeriense.

Declaraciones de los ministros a la prensa

La estrategia no se limita ahora a dar una imagen de seguir al pie del cañón. Moncloa también ha considerado conveniente “azuzar” desde el retiro veraniego al resto de partidos, especialmente a Unidas Podemos, con llamamientos a la responsabilidad y al sentido de Estado para que el país tenga un Gobierno cuanto antes.

La intención de Redondo es dar imagen de que el Gobierno está trabajando para desencallar la situación en la que se encuentra España y evitar precisamente las críticas por unas “vacaciones de playa y tumbona”.

Por ello, todos los días que el presidente permanezca en Doñana, los ministros tienen orden de Moncloa de dejarse ver en los platós de televisión y en las emisoras de radio. Toda esta semana va a ser así. Una exposición mediática inaudita en un mes de agosto.

Todo está planificado. Se quiere también “aprovechar el vacío mediático dejado por Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera”, quienes han optado por desaparecer del foco tras fracaso de la investidura el 25 de julio. Así, en las jornadas posteriores al debate, el presidente y los ministros han ido colocando sus mensajes.

Solo una semana fuera de Madrid en el puente

También se ha cuidado con detalle el número de días seguidos que Sánchez va a pasar fuera de Madrid. Sólo habrá una excepción: este puente del 15 de agosto. Esta semana, el jefe del Ejecutivo va a alargar su descanso en Doñana para poder también dar días libres a su equipo.

Hay que recordar que el presidente ha convocado, además, hasta tres Consejos de Ministros, cuando lo habitual en agosto es celebrar dos reuniones con todos los miembros del Gobierno, el primer y el último viernes del mes. Este verano sólo se interrumpirá el encuentro semanal del Consejo de Ministros el próximo 16 de agosto.

“Va a ser fácil contraponerlo al veraneo del resto”

En definitiva, el plan trazado por Redondo busca relanzar la imagen de Sánchez como un candidato en activo, a la altura del encargo que ha recibido del rey para formar Gobierno.

El balance que se hace en Moncloa, a mediados de este mes de agosto, es “plenamente satisfactorio”. Fundamentalmente porque va a resultar muy fácil contraponerlo al “veraneo secreto del resto de líderes políticos”.

Destacan que Sánchez ha sido el único dirigente que ha tenido actividad pública en el arranque de agosto. Ha multiplicado sus apariciones ante los medios de comunicación. La semana pasada mantuvo 14 encuentros con representantes de 180 colectivos sociales y económicos.

Por el contrario, la paternidad ha hecho que Pablo Iglesias se retire del primer plano de la vida política de Podemos. Los líderes de PP y Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, también se han tomado varios días de vacaciones.

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