Mariano Rajoy decepciona al mundo judicial con el nombramiento de Ruiz Gallardón como ministro: esperaban alguien que conociera bien la Justicia para hacer la reforma
La Justicia es una de las asignaturas pendientes de este país, y eso es especialmente sentido entre los profesionales. Esperaban que Mariano Rajoy colocara al frente del ministerio a alguien capaz de afrontar la reforma a fondo que precisa. Por eso, el nombramiento de Alberto Ruiz Gallardón ha decepcionado en amplios sectores.
Fuentes judiciales de alto nivel y de distintos ámbitos, también ideológicos, es decir, conservadores y ‘progresistas’, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, confirman que la decisión del presidente del Gobierno ha provocado “decepción y malestar”, porque esperaban que designara a alguien que conociera a fondo la situación de la Justicia, algo que no ocurre con el ex alcalde de Madrid, fiscal de carrera pero apenas ha ejercido.
De lo que sabe Ruiz Gallardón es de presidir una comunidad autónoma y llevar una alcaldía, pero desconoce las necesidades urgentes de la Justicia, se añade en esos ámbitos, que concluyen: “De nuevo se ha perdido una oportunidad de arreglar nuestros problemas. La Justicia del siglo XXI tendrá que seguir esperando”.
Reformas en profundidad
Insisten las fuentes en que en el ámbito judicial son urgentes “reformas en profundidad”. Como ocurre, por poner un ejemplo, con la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que es de 1882.
Conviven hasta seis sistemas informáticos incompatibles entre sí, y al mismo tiempo los documentos y expedientes siguen circulando en carritos con ruedas.
Hablan de que la Justicia tiene “mala suerte” con los nombramientos de ministro. Citan como fallidos los casos de Mariano Fernández Bermejo, que era fiscal, y ahora el de Francisco Caamaño, constitucionalista, ambos desconocedores a fondo del sistema judicial y que han sido ineficaces de cara al cambio necesario.
Fracaso de la Oficina Judicial
De Francisco Caamaño citan que su única reforma ha sido la Oficina Judicial, y ha resultado un gran fiasco, a pesar de la enorme inversión (en torno a los 400 millones de euros). Se encuentra parada, solamente se ha puesto en servicio en una docena de lugares, donde además están paralizándola, como acaba de ocurrir en Asturias.
Los problemas son tales que el Consejo General del Poder Judicial se ‘plantó’ ante el ministro, exigiendo que paralizara la Oficina Judicial y lo arreglara o, en caso contrario, revelaría públicamente los graves problemas que estaba provocando.
Candidatos posibles
En los ámbitos judiciales a los que ha tenido acceso ECD se lamenta que Mariano Rajoy haya nombrado ministro a “un político”, cuando lo que hacía falta era alguien que supiera de procesal pero, sobre todo, que conociera a fondo la Justicia.
Añaden que candidatos había, como Carlos Lesmes (magistrado de la Sala III del Supremo), el propio Federico Trillo, pero también entre miembros del Consejo General del Poder Judicial, entre magistrados del Tribunal Supremo…
Repiten que ser ministro de Justicia no es solamente dictar leyes. La reforma es urgente, pero, para cuando Ruiz Gallardón consiga enterarse, habrán pasado por lo menos dos años. Eso sí, se temen que el nuevo ministro continúe su actual trayectoria de inauguraciones.
“Otra oportunidad perdida”, es la conclusión que repiten en los amplios ámbitos judiciales consultados, donde la decepción se dirige al presidente del Gobierno.
