Congreso del PSOE. Felipe González, Alfonso Guerra y la vieja guardia provocaron el giro pro-Rubalcaba: temían que Chacón llenara el partido de jóvenes como hizo ZP

El congreso del PSOE en Sevilla se decantó por Alfredo Pérez Rubalcaba, por 22 votos, porque Felipe González y Alfonso Guerra utilizaron a fondo sus terminales dentro del congreso. La vieja guardia socialista no se fía de Carme Chacón para dirigir el partido en estos difíciles momentos.

El mensaje de los viejos líderes del partido, hablando de “cambio en manos expertas”, y de que “en un tiempo de tormenta hace falta un capitán avezado”, fueron claves para decantar la victoria del lado de Rubalcaba, según veteranos delegados que han asistido a todos los congresos del partido, consultados por El Confidencial Digital.

Para no pocos delegados, que de entrada simpatizaban con Chacón, al final pesó más el objetivo de “dejar el barco” en manos de un navegante de muchas tormentas, que apostar por una mujer que podría hacer una renovación, pero a la que no veían perfiles muy claros, salvo llenar de jóvenes la ejecutiva y el aparato del partido, marginando a los actuales cargos. O sea, la senda de Zapatero.

“En un partido con cien años, los experimentos se hacen con gaseosa, y si funciona se hacen cambios radicales. Ya hemos tenido a ZP haciendo experimentos y con ministras juveniles, y estamos como estamos”, comenta un veterano compromisario.

Chacón calculó mal

Carme Chacón no contaba con la “defensa patrimonialista” del partido por parte de los veteranos, y subestimó a las ‘vacas’ sagradas, según estos delegados. Ella sigue presentando perfiles “poliédricos” (demasiadas caras) que le perjudican, pero sobre todo amenazaba con un simple cambio generacional al estilo ZP.

El análisis de estas fuentes es que Chacón calculó mal o estuvo mal asesorada en las formas y en el fondo. Su discurso de apelación al voto fue mas dirigido a los de su generación que a la media de los delegados, y el tono emocional y fue demasiado mitinero estuvo fuera de lugar. En cuanto a sus propuestas no había más que vaguedades.

Rubalcaba, por el contrario, se mostró más didáctico. Apeló a la cabeza y a la responsabilidad, a la confianza que da la veteranía, porque conoce mejor a la militancia.

Sin ex ministros

En cuanto a la nueva ejecutiva del PSOE, Rubalcaba ha apostado por personas de su absoluta confianza, la gente que más conoce y ha trabajado con él.

 

Ha sorprendido que no haya contado con algún exministro, como Valeriano Gómez, y algún otro peso pesado de su entorno.

La explicación de su gente es que necesita personas dedicadas solo al fortalecimiento y cambio del partido, “un trabajo hercúleo”, además de otra gente para “armar la oposición al PP en el parlamento”. La mayoría de los ex ministros están en el Congreso y todos son todos aptos “para hacer una oposición dura y responsable”.

Pronostican que, por la gravedad de la situación, el PP “va a sufrir un baño de realismo. Necesitará consenso con el PSOE en muchos momentos, porque la crisis devora gobiernos”. La oposición no será tan difícil y va a estar en manos muy avezadas, tal como lo ven en Ferraz.

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