Los ministros, uno a uno. Chequeo al Gobierno cuando se cumplen seis meses desde que tomó posesión: aguantan el tipo Soraya, Margallo, De Guindos y Gallardón

El Gobierno cumple seis meses. Tomó posesión el 22 de diciembre y el 23 celebró su primer consejo de ministros. Al cabo de medio año, un primer balance de su gestión lleva a las siguientes conclusiones: empezó fuerte pero se ha ido desinflando, Rajoy no está en su mejor momento, y, de los ministros, aguantan el tipo Sáenz de Santamaría, García Margallo, Luis de Guindos y Alberto Ruiz Gallardón. El resto no brilla demasiado y alguno está casi hundido.

El equipo ministerial que preside Mariano Rajoy se estrenó con enormes expectativas, que sin embargo se han visto frustradas en gran medida. Se había apuntado que el simple cambio de Gobierno, con la salida de Rodríguez Zapatero, ‘arreglaría’ los problemas de España, pero la dura realidad se ha impuesto: hoy el país está incluso peor que hace seis meses.

El nuevo Ejecutivo irrumpió anunciando una larga lista de reformas, algunas de ellas sorprendentes y ambiciosas, que sin embargo han ido quedando aparcadas ante la evidencia de que el único problema, y por tanto el único reto, es salir de la crisis económica, que es española, pero más aún europea y por supuesto mundial. Ha dejado de lanzar promesas y de presentar iniciativas: está agarrotado por la urgencia de resolver los desafíos económicos.

Uno de los grandes fallos del Gobierno, sin resolver, es la comunicación. No le está ayudando el partido.

Rajoy y Soraya

El Confidencial Digital ha analizado el papel desempeñado hasta ahora, en estos seis primeros meses, y la situación en que se encuentran cada uno de los integrantes del Gobierno.

Un chequeo ministro a ministro que arroja las siguientes conclusiones:

-- Mariano Rajoy (presidente). Transmite la sensación de que la situación, sobre todo la crisis económica, le ha sobrepasado. Además, no ha logrado sintonizar con los medios de comunicación, también porque huye de la prensa: no contesta a preguntas de los periodistas, apenas da entrevistas... En su propio partido le echan en cara que no haya salido a explicar la situación del país, ni las graves decisiones que ha ido tomando su Gobierno, algunas en contra de su programa electoral. Demasiado lento en algunas medidas, como los cambios en RTVE. Como contrapartida, se está moviendo con cierta soltura en el ámbito internacional, por contraste con la soledad que evidenciaba Zapatero. En baja.

-- Soraya Sáenz de Santamaría (vicepresidenta). Mantiene alta la valoración. A pesar de la cantidad de competencias que le han caído, da la sensación de que, por ahora, puede con todo. Y transmite impresión de solvencia. Muy trabajadora, estudia todo a fondo los asuntos. Coordina con eficacia al resto del Gabinete. No está quemada como portavoz, a pesar de haber comparecido todos los viernes. Se maneja con soltura en esas ruedas de prensa. No ha metido la pata en nada grave. Se mantiene.

García Margallo y Gallardón

 

-- José Manuel García Margallo (Asuntos Exteriores). Es un ministro con peso, de perfil político. Ha protagonizado iniciativas de trasfondo ideológico (la celebración del Contubernio de Múnich) y económico (lanzamiento de la marca España). Ha cumplido su promesa de no designar embajadores políticos, salvo el caso obligado de Trillo, al que se negó a colocar en Washington. Ha asumido máximo protagonismo con el contencioso de Gibraltar. No le salió bien el problema con Argentina y Repsol. Se mantiene.

-- Alberto Ruiz Gallardón (Justicia). Siendo un ministerio con pocas competencias, ha dado pruebas de su capacidad política anunciando llamativas reformas legislativas, entre ellas la ley del Aborto. Ha pilotado con dificultad la crisis de Carlos Dívar y tiene pendiente la renovación del Tribunal Constitucional (aunque más bien depende del acuerdo entre Rajoy y Rubalcaba). El Grupo Prisa, antes amigo, no le ha perdonado su actual deriva ideológica y le ha dedicado ya seis editoriales. Aunque dice que abandonará la política cuando lo haga Rajoy, conserva todas las opciones de futuro. Se mantiene.

-- Pedro Morenés (Defensa). No tiene ambiciones políticas y eso la da libertad de criterio y de movimientos. Sigue siendo bastante desconocido. Ha caído bien dentro de las fuerzas armadas, por su lenguaje y por algunos gestos, como el mantenimiento de ejercicios militares en el País Vasco y la jura de bandera en el Regimiento Garellano. Ha querido alejar la renovación de la cúpula militar del propio cambio de Gobierno. Ha sufrido duros recortes económicos, por lo que tiene que administrar la miseria. Muestra intención pedagógica, con su esfuerzo por explicarse y explicar bien las cosas. Perfil bajo.

-- Cristóbal Montoro (Hacienda). Dada su condición de ‘míster tijera’, le ha tocado el trabajo más duro: aplicar los recortes a todos. En su pugna con Luis de Guindos por el liderazgo económico, Rajoy ha tenido más gestos hacia él que hacia el titular de Economía (le ha dejado presidir la Comisión Delegada en su ausencia). Mucho protagonismo parlamentario. Ha mejorado dialécticamente, pero todavía muestra lagunas evidentes. Parece tener encarrilado el problema autonómico, aunque los mercados no se lo creen. Perfil bajo.

Fernández Díaz y José Ignacio Wert

-- Jorge Fernández Díaz (Interior). Le ha faltado prudencia política en algunas de sus declaraciones. Le salieron bien dos difíciles desafíos en cuestión de orden público: el aniversario del 15 M y la huelga general. Por el momento, tiene ‘pacificados’ a la Guardia Civil y al Cuerpo Nacional de Policía (cambió toda la cúpula heredada). No acaba de lograr buena imagen. En baja.

-- Ana Pastor (Fomento). Frente al protagonismo que adquirió su antecesor, José Blanco, está pasando prácticamente inadvertida. Además de por su estilo personal, porque los recortes de gastos han dejado su ministerio con escasa capacidad de acción, y por tanto sin inauguraciones. Muestra voluntad de dialogar, celebra reuniones con todo el mundo. Es uno de los ministros menos conocidos. En baja.

-- José Ignacio Wert (Educación). Es, con diferencia, el que sale peor valorado en las encuestas. Su ‘estilo’ no acaba de gustar: no acierta con las ironías que intenta. Le perjudica el hecho de que la educación sea una de las cuestiones que la izquierda considera que son ‘exclusiva’ suya, y por ello sufre sus descalificaciones. El Grupo Prisa no le ha perdonado que haya ‘cambiado de bando’ y le castiga. Gestionó mal la reunión de rectores: el plante le ha dañado. Tiene un problema más: que no es un hombre del PP. Muy en baja.

-- Fátima Báñez (Trabajo). Empezó muy fuerte, con la reforma laboral, pero poco a poco ha pasado a un muy segundo plano. Se defiende bien en el Parlamento, aunque a veces con excesiva agresividad. Algunos la sitúan en Andalucía, tras la marcha de Javier Arenas. En baja.

-- José Manuel Soria (Industria). Muy escaso perfil, es una de las decepciones de este Gobierno. No acaba de llevarse bien con las eléctricas ni con las empresas de telecomunicaciones. Le ayuda que el turismo es uno de los pocos sectores que marchan en el país, aunque más bien por coyunturas externas. El problema de la minería del carbón, que no tiene salida, le va a perjudicar aún más. Otra dificultad es la subida de la luz, que está abordando por fases, y que resulta muy impopular. Se añade que la industria del automóvil no vende coches. En baja.

Luis de Guindos, la estrella

-- Miguel Arias Cañete (Agricultura). Se le nota su anterior rodaje como ministro, así como la experiencia europea. Combativo en el Parlamento, donde da muestras de que domina la materia. Esta cuidándose, no se mete en charcos, pero a cambio tiene escaso protagonismo. Poco conocido por la gente. En baja.

-- Luis de Guindos (Economía). Es una de las estrellas del Gobierno, aunque sea a su pesar. Dada la gravedad de la crisis económica (prima de riesgo disparada) y financiera (rescate bancario), aparece en todos los telediarios. Ha caído bien entre los informadores económicos porque les atiende y contesta a lo que preguntan. Se maneja con soltura fuera de España, tiene interlocución en los grandes organismos internacionales. Ha dado la cara públicamente en momentos muy delicados. Muestra algunos problemas de expresión, con demasiadas dudas y latiguillos. Está empezando a encajar que no le nombraran vicepresidente económico. Se mantiene.

-- Ana Mato (Sanidad). Uno de los miembros del Gobierno con perfil más bajo. No ha logrado liderazgo entre los consejeros autonómicos. Comunica mal, sus mensajes no se imponen. La impresión hacia fuera es que no hace nada. En baja.

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