Insultos, amenazas de muerte… Acoso a dirigentes y personal del PP cuando llegan a la sede de Génova como en tiempos de Aznar. Hay protección policial desde septiembre
Lo que está pasando recuerda a los peores momentos del Gobierno de Aznar, cuando el PP se vio obligado a cerrar sedes por las movilizaciones callejeras y amenazas que surgieron tras la intervención de España en la guerra de Irak. La Policía ha desplegado desde septiembre furgones policiales en la nacional del partido, en la calle Génova, por el acoso que están sufriendo dirigentes y trabajadores.
Según explican fuentes de la Policía Nacional a El Confidencial Digital, el dispositivo especial de seguridad ante la sede del PP “se inició ya con la aparición de los ‘indignados’ y con el 15-M, cuando se protegieron todos los locales pertenecientes a los partidos políticos, que eran objetivo de este movimiento”.
A partir de entonces, la presencia de furgones policiales en la calle Génova fue intermitente, aunque se convirtió en más intensa desde la victoria electoral de Mariano Rajoy el 20-N del año pasado.
No obstante, “la tensión callejera provocada en septiembre por el grupo 25-S, junto con las manifestaciones posteriores, han provocado que desde hace dos meses siempre haya una dotación policial a las puertas de la sede nacional del PP, para asegurar la integridad física de todos los que allí trabajan”.
Insultos y amenazas de muerte diarias
ECD ha tenido información de cómo se vive desde dentro de Génova 13 esta difícil situación, por testimonios de dirigentes y empleados del partido, que acuden con asiduidad al ‘cuartel general’ del PP.
Las fuentes consultadas aseguran que “la situación se está convirtiendo en insostenible. No hay día en el que no escuches a algún compañero contar que ha sufrido un altercado al llegar a la sede”.
Cuentan que los empleados, lo mismo que los dirigentes ‘populares’, “tenemos que soportar insultos, gestos obscenos y hasta amenazas de muerte, viendo cómo gente desde fuera simula que nos raja el cuello o intenta entrar para montar una bronca en la recepción”.
Los que más padecen esta situación son los empleados que trabaja en la planta baja. Desde fuera, a través de las cristaleras, empiezan a gritarles y amenazarles. “Les echan en cara las medidas del Gobierno con las que no están de acuerdo, sin pensar siquiera que los recepcionistas del partido nada tienen que ver con eso”.
Los dirigentes entran y salen por el garaje
La presión que están sufriendo los ‘populares’ ha llegado a ser tal, que todos los dirigentes y rostros conocidos del partido se han visto obligados a entrar al edificio por el garaje, ya que por la calle “no está asegurada su integridad”.
La Policía ha recomendado a todo el personal del PP que abandonen también la sede por el parking, para evitar incidentes en la puerta principal, donde cualquier exaltado pueda verles salir de allí e intentar agredirles.
Ese tipo de medidas de seguridad “se realizaban antes cuando había manifestaciones o concentraciones en las inmediaciones de la sede, pero ahora, de forma inesperada, se juntan grupos de gente a insultarnos y atacarnos, por lo que es imposible predecir qué nos puede esperar cuando entramos o salimos de aquí”.
