Beatriz Méndez de Vigo, actual ‘número dos’ del CNI, puede convertirse en la primera mujer directora de los servicios de inteligencia. A Sanz Roldán le toca cesar en 2014

El 20 de agosto, Beatriz Méndez de Vigo, hermana del secretario de Estado para la Unión Europea, Íñigo Méndez de Vigo, tomaba posesión como secretaria general del CNI, y por tanto 'número dos' tras el director, Félix Sanz Roldán. Un movimiento en la 'Casa' que esconde numerosas claves. Una de ellas, la posibilidad de que Méndez de Vigo se convierta en la primera mujer al frente del servicio de inteligencia.

Al acto en la sede del Centro Nacional de Inteligencia asistió la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, además del hermano de la secretaria general, quien se convierte así en la cuarta mujer consecutiva que ocupa el cargo, que además tiene rango de subsecretario de Estado (el director lo tiene de secretario de Estado).

Méndez de Vigo ingresó en el CESID en 1983, al poco de acabar la carrera universitaria, y ha ocupado los cargos de analista de la División de Inteligencia Exterior, jefa de área de relaciones con Servicios de Inteligencia europeos, responsable de la División de Contrainteligencia, y enlace del CNI en Alemania.

Fuentes del Centro consultadas por El Confidencial Digital destacan que Méndez de Vigo ha desarrollado una “larga carrera en la Casa sin borrones. No ha tenido abierto ningún tipo de expediente informativo en sus 29 años de carrera”.

Una persona de confianza del Gobierno

La nueva secretaria general del CNI pertenece a una familia con muy buenas y antiguas relaciones dentro el Partido Popular, y por tanto de la confianza del Gobierno de Mariano Rajoy.

Hija de un teniente de infantería destinado en Tetuán, circunstancia que antaño favorecía la entrada en los servicios secretos, es también, como se ha dicho, hermana de Íñigo Méndez de Vigo, durante muchos años europarlamentario del PP en Bruselas y ahora secretario de Estado para la UE.

La familia, por parte de madre y padre, tienen vínculos con diversas líneas de la nobleza española, como el marqués de Cubas, con parentesco con la Familia Real española, y enlaza con el marqués de Esquilache, de quien su madre es descendiente directa.

Fuentes de la inteligencia, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, explican que, una vez que Sanz Roldán ha conseguido ganarse la confianza de Sáenz de Santamaría, y por tanto continuará en el cargo hasta el final de su mandato de cinco años, es decir, hasta 2014, el Gobierno ha optado por colocar a su lado alguien cercano, de su confianza, como es Beatriz Méndez de Vigo.

Fuera de las ‘grandes divisiones’

 

Fuentes bien relacionadas con los servicios de inteligencia, consultadas por El Confidencial Digital, explican que el nombramiento de la nueva secretaria general se aparta un poco de lo ocurrido en los casos anteriores, porque Méndez de Vigo no tiene una carrera especialmente destacada dentro del CNI.

Más en concreto, detallan que apenas ha trabajado en las consideradas ‘grandes divisiones’ del Centro, como son Contrainteligencia o Inteligencia Interior. No ha hecho, como suele decirse, ‘carrera’ dentro del CNI.

Aunque sí tiene experiencia en Inteligencia Exterior, tampoco en ese campo ha ocupado un alto cargo, como sí ocurría, por el contrario, con las anteriores ‘número dos’, que presentaban hojas de servicio muy destacadas.

Llevará el mando directo del Centro

Sin embargo, de acuerdo con las mismas fuentes, esa posible carencia se verá colmada en los próximos años, porque Beatriz Méndez de Vigo va a ejercer a partir de ahora el mando directo del Centro.

Cuando Félix Sanz Roldán fue nombrado para dirigir el CNI, se apartó deliberadamente de llevar el día a día de ‘la Casa’, y más en concreto delegó en la secretaria general, entonces Elena Sánchez, las responsabilidades sobre Inteligencia y Operaciones, las dos más importantes vertientes de actividad.

Esa labor lo ha asumido ahora Méndez de Vigo, en principio hasta 2014, es decir hasta la salida de Sanz Roldán. Tendrá un ‘rodaje’ de dos años llevando las riendas del Centro. Y, en ese caso, estará en condiciones de poder suceder al actual director y de convertirse en la primera mujer que ocupa el cargo.

Una habilidad especial

Por el contrario, la nueva ‘numero dos’ tiene experiencia en una actividad que empieza a ser prioritaria dentro del CNI, la contrainteligencia económica, por su último destino en Berlín, como enlace con el Bundesnachrichtendienst (BND).

El CNI ha asumido en los últimos años una misión especial: combatir los ataques a la economía y evitar la pérdida de confianza de los mercados en el sistema español. Las fuentes consultadas por ECD aseguran que Méndez de Vigo tiene una ventaja en este campo: durante sus años de estancia en Alemania ha cosechado amistades y ha hecho buenos contactos en el Bundesnachrichtendienst, el servicio secreto alemán.

El BND lleva años dedicando muchos recursos a la investigación sobre ataques exteriores al euro y sobre especulación en la compra de deuda soberana por parte de fondos extracomunitarios. “Esos contactos pueden ser de mucha utilidad para el CNI cuando, por ejemplo, se produzcan bruscas subidas de la prima de riesgo”.

Las ‘número dos’ del CNI

Méndez de Vigo es, como se ha dicho, la cuarta mujer consecutiva en acceder al cargo de secretaria general del Centro Nacional de Inteligencia. La primera fue María Dolores Vilanova.

Como cuenta el periodista Fernando Rueda en su libro ‘Las alcantarillas del poder’, la tendencia de contrataciones en el CESID cambió cuando Emilio Alonso Manglano decidió primar la entrada de civiles y, entre estos, la de mujeres.

Vilanova ingresó en el centro con 24 años, cuando estaba plagado de militares de la ‘vieja escuela’ y dominado por un ambiente machista. Pronto fue destinada al área de Contrainteligencia del Magreb, donde controló a los espías marroquíes que trabajaban en territorio español. Al poco accedió a la jefatura de área. Era la primera mujer que dirigía un equipo en el centro.

Años más tarde, con el nombramiento como director del primer civil, Jorge Dezcallar, Vilanova se convirtió en la primera mujer en alcanzar el ‘número dos’. Cesó en 2004 tras la salida de Dezcallar. Su presencia sirvió para abrir el camino a su sustituta: Esperanza Casteleiro Llamazares.

Sobre Casteleiro apenas han trascendido datos personales. La cortina del CNI es muy eficaz cuando se empeña en cubrir a los ‘número dos’. Hija de un coronel del Ejército del Aire, estuvo destinada en Brasil y Cuba.

Tras Casteleiro llegó la tercera mujer a la secretaría general: Elena Sánchez, la predecesora de Méndez de Vigo. Nombrada por Alberto Saiz en 2008, sobrevivió al cese de su ‘jefe’ tras el escándalo sobre la utilización de medios del Centro para cazar y pescar en países exóticos.

Muy discreta –apenas han trascendido datos sobre ella-, Elena Sánchez ha sido la mujer que más poder ha aglutinado al frente del CNI, ya que Sanz Roldán decidió que las direcciones de Inteligencia y Operaciones pasaran a depender directamente de ella. Experta en el Magreb, acaba de ser destinada a Washington, donde hará de enlace de la CIA.

Aparte de otras claves del nombramiento de Elena Sánchez, cuando se decidió que dejara el cargo se le preguntó dónde quería ser destinada, y ella fue quien eligió marchar a Estados Unidos.

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