Desfile del 12 de octubre: abucheos lejanos a Sánchez, las nubes impiden la exhibición aérea

El chaparrón sobre Madrid suspende el paso de aeronaves, el salto paracaidista con la bandera de España y el saludo del rey a los presidentes autonómicos. La princesa Leonor, vestida con uniforme de la Armada

Guardias reales en el desfile del 12 de octubre.
La princesa Leonor y el rey Felipe.

La fuerte lluvia que cae este sábado sobre la ciudad de Madrid ha condicionado el desfile por la Fiesta Nacional del 12 de octubre.

Las peores previsiones meteorológicas se han confirmado. La lluvia azota la capital de España, pero la clave son las nubes.

La baja altitud de las nubes han obligado a los organizadores del desfile a suspender la exhibición aérea, que incluía el paso de cazas Eurofighter y F-18, de la Patrulla Águila formando con humo de colores la bandera de España, y otros aviones y helicópteros del Ejército del Aire, del Ejército de Tierra, de la Armada, de la Guardia Civil, de la Policía Nacional y de Vigilancia Aduanera.

Tampoco se ha realizado el salto de tres militares de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire (Papea), que iban a saltar con una enorme bandera de España y con otra bandera conmemorativa de los diez años de reinado de Felipe VI.

La lluvia ha modificado otro punto tradicional del acto. Los presidentes de las comunidades autónomas, los ministros y otras autoridades del Estado no han esperado a pie de la tribuna para recibir el saludo del rey Felipe, la reina Letizia y la princesa de Asturias. Este año se ha estrenado como presidente del Govern de la Generalitat de Cataluña Salvador Illa.

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El agua que cae sobre Madrid ha llegado a provocar que los reyes y la princesa Leonor se retiraran unos momentos de su posición en la tribuna, y se resguardaran más dentro de la tribuna.

Se ha producido una imagen curiosa, del rey, el ministro de Defensa, el Jefe de Estado Mayor de la Defensa y algunos mandos de la Casa del Rey, conversando y señalando algunos puntos de la tribuna. Finalmente, han regresado a sus posiciones, si bien la reina Letizia se ha sentado algo más atrás.

Lo que no ha faltado este año han sido los abucheos, pitos y gritos contra Pedro Sánchez. No han sido tan audibles en la Plaza de Cánovas del Castillo (Neptuno), donde se colocaron las tribunas de autoridades, pero sí en otros puntos del recorrido con pantallas donde se proyectaron las imágenes de la llegada del presidente del Gobierno.

En un desfile anterior, se produjo un roce protocolario cuando el rey llegó antes de que lo hiciera Sánchez, y esperó dentro del coche a que le recibiera el presidente del Gobierno. En esta ocasión, la llegada ha sido casi simultánea.

Un potente dispositivo de seguridad blinda el recorrido por el que tanto la Familia Real como el presidente del Gobierno llegan desde el Palacio de la Zarzuela y el Palacio de la Moncloa hasta el centro de Madrid.

Otro efecto de la lluvia ha sido que los militares de la Legión han desfilado al paso normal del resto de efectivos, y no a su paso específico de 160 pasos por minuto, que es más acelerado. De igual forma, los Regulares tampoco han desfilado a su paso específico, más lento.