Los militares podrán llamar a un teléfono de ayuda psicológica para evitar suicidios

Defensa va a aprobar un Plan de Promoción de la Salud Psicosocial, que también contempla evaluaciones tras las misiones en el exterior para detectar problemas de readaptación

  1. Prevención de suicidios
  2. Teléfono de atención 24 horas
  3. Identificar señales de riesgo
  4. Defensa, sin protocolo antisuicidios
  5. Reducir el estigma por buscar ayuda
  6. Resistencia psicológica en operaciones
  7. Atención a los familiares
  8. Evaluaciones post-misión
  9. Fomentar el sentido de pertenencia
  10. Equipo para intervenir en catástrofes y emergencias
Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla.

La Inspección General de Sanidad de la Defensa va a poner en marcha medidas para cuidar la salud psicosocial de los militares, especialmente en las operaciones, y para detectar lo antes posible situaciones de riesgo, lo que incluye intentar prevenir suicidios.

Confidencial Digital ha tenido acceso a una instrucción técnica de la inspección, aún no aprobada, por la que se aprobará el Plan Integral para la Promoción de la Salud Psicosocial del Personal del Ministerio de Defensa. Irá firmada por el inspector general de Sanidad de la Defensa, el general de división médico Juan Antonio Lara Garrido.

En la instrucción se declaran tres objetivos:

-- “Asegurar el acceso del personal” de todas las unidades, centros y organismos del Ministerio de Defensa “al cuidado de la salud psicosocial a lo largo de su vida laboral, así como potenciar su preparación y resiliencia ante potenciales situaciones de estrés”.

-- “Incrementar la capacidad de resiliencia personal del militar que participa en operaciones”.

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-- “Fomentar la promoción de la salud y el bienestar psicosocial en las unidades, a través del desarrollo de entornos y hábitos de vida saludables”.

Prevención de suicidios

El plan contempla tres programas troncales: 1) Programa de Prevención y Asistencia Psicosocial; 2) Programa de Preparación Psicológica para las Operaciones Militares; y 3) Programa de Bienestar Laboral.

Dentro del Programa de Prevención y Asistencia Psicosocial se recoge un punto importante: el que tiene relación “con la prevención de conductas autolíticas o suicidas”.

“La etiología de estas conductas responde a circunstancias de diversa naturaleza, haciéndolas acreedoras de una especial atención y seguimiento socio sanitario, que debe complementarse con medidas preventivas, de detección temprana y tratamiento o apoyo psicosocial en el ámbito laboral”, justifica la Inspección General de Sanidad de la Defensa.

Este órgano, que planifica y desarrolla la política sanitaria en el Ministerio de Defensa, ha decidido dar al Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla (Madrid) un papel protagonista en la prevención contra los suicidios en las Fuerzas Armadas y en todo el Ministerio de Defensa.

Teléfono de atención 24 horas

Cuando entre en vigor el plan y se ponga en marcha, el Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del hospital “será el responsable de prestar asistencia telefónica de urgencia en relación con el riesgo de conductas autolíticas o suicidas en el Ministerio de Defensa”.

La Inspección General de Sanidad de la Defensa establece en la instrucción técnica de próxima aprobación que ese apoyo “será prestado durante las 24 horas, y todo el personal que lo estime necesario podrá acceder al mismo a través del teléfono oficial dispuesto a tal efecto, al que se le dará la difusión oportuna”.

Esto quiere decir que a los miembros de las Fuerzas Armadas se les comunicará la existencia de un número de teléfono, al que podrá llamar en cualquier momento del día, si requieren asistencia psicológica.

Fuentes de la Sanidad Militar explican a Confidencial Digital que en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla hay actualmente destinados en torno a una docena de profesionales, entre psiquiatras y psicólogos, tanto militares como civiles, que forman parte de ese Servicio de Psiquiatría y Salud Mental.

Añaden que se ha sumado o se va a sumar otro psicólogo más.

En principio, la idea que se baraja es que, para atender ese teléfono de urgencia 24 horas para intentar evitar suicidios de militares, los profesionales del servicio estén localizados en el móvil para atender posibles emergencias.

El proyecto lo impulsó un psicólogo de la Inspección General de Sanidad de la Defensa, y tomó el testigo el hospital.

Identificar señales de riesgo

La actividad para prevenir conductas suicidas entre el personal de las Fuerzas Armadas y de todo el Ministerio de Defensa abarcará más acciones.

Incluirá medidas de “prevención primaria”, tales como campañas informativas orientadas a la promoción integral de la salud equiparando la salud psicosocial con la física, incrementando la capacidad de resiliencia del personal. En ese sentido, también se fomentará un liderazgo positivo basado en valores como el compañerismo y el trabajo en equipo.

La “prevención secundaria” consistirá en programas formativos, dirigidos al personal, en los que se incluya la identificación y respuesta temprana ante señales de riesgo de conductas autolíticas o de ideación suicida. Se dará apoyo psicológico al personal en situación de especial vulnerabilidad que así lo requiera.

Por último, la “prevención terciaria” implica ya la intervención especializada al personal que haya mostrado indicios o protagonizado tentativas, centrada en la prestación de apoyo directo y permanente por parte del Servicio de Psicología o de los servicios sanitarios de la unidad, que determinarán en su caso la derivación a los servicios especializados de la sanidad militar o pública, así como de resultar necesaria, atención a familiares y compañeros.

Defensa, sin protocolo antisuicidios

En los últimos años se han producido algunos episodios que, a priori, podría encajar en la categoría de suicidios de militares.

Miembros de las Fuerzas Armadas fueron encontrados muertos en sus camaretas, o en otros lugares dentro o fuera de cuarteles, de forma que se apuntaba la posibilidad de que ellos mismos se hubieran provocado la muerte: por ejemplo, a varios los encontraron ahorcados.

Ya en 2022, ECD contó que el Ministerio de Defensa había respondido a una solicitud de transparencia señalando que “no se dispone de un protocolo como tal de prevención de suicidios”. Tampoco tenía categorizadas como suicidio las muertes de los militares que se hubieran producido por esa causa: “Se desconocen los datos clasificados judicialmente como suicidios, por lo que no es posible facilitar de modo fehaciente la información solicitada”.

Algunas asociaciones profesionales de militares se han interesado por este asunto. La Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (Asfaspro) preguntó en una reunión del Consejo de Personal de 2022 si “tiene el Ministerio de Defensa o los Ejércitos prevista la redacción de un protocolo anti suicidios”.

La Subsecretaría de Defensa le contestó por escrito: “Los Oficiales Psicólogos destinados en las UCO,s de Órgano Central y Organismos Autónomos, Ejércitos y Armada llevan a cabo acciones de prevención individuales y grupales, tanto en Territorio Nacional como en Zona de Operaciones, aplicando los protocolos basados en las mejores evidencias y en las directrices dadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Unión Europea (UE), la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la comunidad científica. Los Oficiales Psicólogos tienen una permanente disposición a atender a cualquier persona que, bien por iniciativa personal o derivado a través de los mandos orgánicos u otros, así lo soliciten. Otras acciones que se desarrollan, y que influyen positivamente sobre esta cuestión, son las realizadas en el campo de la formación en gestión y control del estrés”.

La asociación concluyó de la respuesta que no existía un protocolo o plan de prevención de la conducta suicida en las Fuerzas Armadas.

Para el Consejo de Personal de mayo de 2024, volvió a pedir que se elaborara un Plan de Prevención de Conductas Suicidas en las Fuerzas Armadas. Argumentó que “en otros cuerpos armados como la Guardia Civil, la Policía Nacional y muchas policías locales tienen planes específicos para prevenir suicidios entre sus miembros”.

También esgrimió un dato, parece que aportado por el Ministerio de Defensa, que “en el periodo 2016-2022, ha confirmado 11 militares fallecidos por suicidio, desconociéndose el número de fallecidos no confirmados que podrían estar incluidos en la estadística de caídos en acto de servicio o en acto ajeno al mismo”.

La propuesta de Asfaspro fue desestimada por los representantes del Ministerio de Defensa en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas. Según explica la asociación, la subsecretaria Adoración Mateos respondió que las necesidades derivadas de la prevención en todos los ámbitos relacionados con conductas suicidas están plenamente cubiertas.

Esta asociación de suboficiales valora positivamente el plan, que será estudiado en el Consejo de Personal. Pero al mismo tiempo lamenta “la ineficacia del obsoleto y antidemocrático Consejo de Personal y el desprecio de la ministra Robles y la subsecretaria Mateos hacia las asociaciones profesionales que representan y defienden los intereses profesionales del personal militar”.

Reducir el estigma por buscar ayuda

Más allá de las medidas concretas para tratar de prevenir los suicidios, el plan del Ministerio de Defensa insiste en varias ocasiones en que va a tratar de “proteger la salud psicosocial del personal del Ministerio de Defensa, mediante la detección y eliminación temprana de conductas de riesgo, así como proporcionar ayuda psicológica especializada en todos los niveles. Al mismo tiempo, pretende sensibilizar a todo el personal sobre la relevancia de la salud psicosocial, así como reducir el estigma asociado a la búsqueda de ayuda”.

Por eso va a “desarrollar campañas de concienciación y sensibilización para combatir el estigma asociado a los problemas de salud psicosocial, normalizando la búsqueda de ayuda e informando sobre cómo abordar estos problemas en las unidades”.

En paralelo impartirá “acciones formativas sobre primeros auxilios psicológicos y de gestión del estrés en las unidades, con contenidos sobre detección de riesgos de carácter psicosocial, estrategias de autocuidado, habilidades de comunicación efectiva y estabilización emocional”.

Resistencia psicológica en operaciones

Otro aspecto clave del plan es el Programa de Preparación Psicológica para las Operaciones Militares.

Más allá del trabajo diario en las unidades, en cualquier ejército hay especial preocupación por la situación psicológica de los militares que están desplegados en zonas de conflicto. Estos militares pueden desarrollar problemas psicológicos durante la misión, pero también posteriormente, a su vuelta.

“El objetivo primordial de este programa es potenciar e incrementar la resiliencia personal del militar que participa en operaciones para afrontar posibles desafíos y situaciones adversas”, declara la Inspección General de Sanidad de la Defensa.

En este caso, “las actuaciones a desarrollar seguirán las directrices emitidas por el Estado Mayor de la Defensa, y serán diferentes dependiendo del periodo en que se realice el apoyo psicológico”.

La primera parte del programa se centra en la preparación previa al despliegue. En esa fase se promoverá un “programa periódico de entrenamiento de la resiliencia psicológica para el personal que participa en operaciones”, programa que complementará el adiestramiento físico y técnico, y ayudará a mejorar las condiciones para el despliegue.

“Incluirá, al menos, habilidades de afrontamiento y resistencia en situaciones de alta demanda psicológica, e instrucción en condiciones de estrés progresivo”, se especifica.

Para reforzar los procesos de alistamiento del personal para operaciones, la inspección apoyará en la realización de las pruebas de idoneidad psicológica previas al despliegue.

Se potenciarán los planes de adaptación psicológica específica al contexto operacional, reforzando las conferencias informativas durante la fase de concentración: “Estos planes deberán contemplar la preparación del personal en relación con las expectativas y realidades de la misión, las particularidades relacionadas con la cultura o costumbres locales, el régimen de vida en operaciones, y aquellos otros aspectos preventivos que pueden tener implicaciones en la salud psicosocial del personal desplegado, como la posible exposición a situaciones críticas”.

Atención a los familiares

Durante las operaciones, se tratará de prestar asistencia de la salud psicosocial del personal que pertenece al contingente desplegado, así como a sus familiares.

En primer lugar se pretende garantizar el acceso al apoyo psicológico durante todo el despliegue como parte del apoyo sanitario en operaciones. Eso se logrará mediante la presencia de oficiales psicólogos integrados en los contingentes, o mediante la consulta remota a territorio nacional.

Se estudiarán los planes de calidad de vida en zona de operaciones, con la idea de que contribuyan a la mejora del bienestar psicosocial y emocional del personal.

En cuanto a los familiares de los militares desplegados, se proporcionará protección psicosocial complementaria “mediante la disponibilidad de recursos psicoeducativos, como guías y manuales, que faciliten el afrontamiento de las consecuencias del despliegue”. Las unidades facilitarán puntos de contacto a disposición de las familias para atender posibles necesidades o incidencias.

Evaluaciones post-misión

Un punto muy importante es el seguimiento psicológico tras el repliegue. La Inspección General de Sanidad de la Defensa ha decidido “instaurar procedimientos que contribuyan a alcanzar una adecuada reincorporación a territorio nacional, que incluyan entre otras, impartición de conferencias y elaboración de guías con recomendaciones sobre la readaptación al ámbito familiar y laboral”.

Valora también “la posibilidad de llevar a cabo una evaluación post-misión al personal del contingente que haya participado en el despliegue, con el fin de detectar la presencia de desajustes o problemas de readaptación”.

Se reforzará el seguimiento de los militares que hayan estado expuestos a “situaciones críticas”.

El trastorno de estrés postraumático hizo mella en muchos soldados, españoles y de otras nacionalidades, en conflictos como los de Irak y Afganistán. Algunas investigaciones intentaron aclarar la incidencia en suicidios posteriores.

El plan contempla que la Unidad de Psicotrauma, dependiente del ya citado Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Central de la Defensa, proporcione “asistencia especializada al paciente militar o civil que haya sufrido trastornos de estrés postraumático, reacciones a estrés agudo/grave o trastornos graves de adaptación”.

Se encargará además de establecer el procedimiento de derivación del personal que requiera de atención especializada, de facilitar la formación de oficiales médicos psiquiatras y oficiales psicólogos clínicos en este ámbito, y de diseñar líneas estratégicas de investigación y de avances en el ámbito de la terapia psicotraumática.

Fomentar el sentido de pertenencia

El nuevo Plan Integral para la Promoción de la Salud Psicosocial del Personal del Ministerio de Defensa tratará también “las adicciones relacionadas con el comportamiento, como el juego, la tecnología o las redes sociales”, y otros comportamientos como los trastornos de alimentación.

“Se llevarán a cabo campañas de educación y concienciación específicas, que incluyan la difusión de material informativo, con el objeto de reconocer signos tempranos de adicción y promocionar hábitos saludables sustitutivos”, sobre esas adicciones y problemas psicológicos.

Ya existe un Plan General de Prevención de Drogas en las Fuerzas Armadas, que hace referencia a drogas, alcohol... se activarán medidas preventivas en ese marco.

Uno de los objetivo del plan, en el marco del “Programa de Bienestar Laboral”, es “promover el bienestar y la satisfacción laboral, a través de la mejora de la adaptación a la vida militar y del entorno de trabajo, como herramienta de mejora de la salud psicosocial”.

Se implantarán “planes de acogida en las unidades, dirigidos al personal de nueva incorporación, donde se incluya una guía con normativa, trámites administrativos, régimen de vida e información de interés”.

Llama especialmente la atención que se va a “promover dentro de la jornada laboral, actividades que contribuyan a mejorar la motivación, la satisfacción laboral y la identidad grupal. Las actividades relacionadas con la conmemoración de efemérides, fomento de historia y tradiciones, organización de premios y reconocimientos, participación en actividades recreativas y deportivas, así como la confraternización con veteranos, contribuyen a aumentar la cohesión y el sentido de pertenencia”.

En esta misma línea, se fomentarán “espacios de trabajo saludables que promuevan el bienestar del personal, mediante mejoras ergonómicas en el equipamiento y la habitabilidad, así como potenciar las áreas de descanso y de socialización adecuadas”.

La Inspección General de Sanidad de la Defensa se ha propuesto también “practicar y fomentar un estilo de liderazgo positivo que aproveche y potencie las fortalezas individuales y colectivas del equipo, estimule el crecimiento y la participación, impulse la creatividad y permita el desarrollo de habilidades del personal, prestando especial atención a la perspectiva de género”.

Equipo para intervenir en catástrofes y emergencias

Otra de las novedades destacadas del Plan de Promoción de la Salud Psicosocial es la creación del Equipo Militar de Intervención Psicosocial.

Será un equipo “de referencia para garantizar una respuesta inmediata a incidentes graves, con capacidad de despliegue inmediato para intervención en situaciones excepcionales como accidentes, catástrofes, crisis o emergencias, y cualquier otra para la que sea requerido”.

Lo dirigirá y coordinará la Inspección General de Sanidad de la Defensa, con personal facultativo, formado y capacitado para actuar ante situaciones excepcionales, tanto de la propia inspección como de la Red Sanitaria Militar y de otras unidades. No se cita en el plan, pero la Unidad Militar de Emergencias (UME) tiene experiencia en este aspecto.

Tendrá tres cometidos:

a) Disponer y asegurar los recursos organizacionales, personales y materiales que sean necesarios para el desarrollo de una intervención inmediata y eficaz.

b) Garantizar la capacidad de despliegue inmediato.

c) Reforzar con personal facultativo adicional a los Equipos de Apoyo Cercano a las Familias que lo precisen, para el apoyo psicológico inmediato a familiares de heridos o fallecidos en las operaciones que se desarrollen fuera del territorio nacional.

Militares españoles en Líbano.