El BCE pagará parte de los 500.000 euros que costó el despliegue de seguridad para la cumbre de Barcelona. Mario Draghi se comprometió con Rajoy en la cena de clausura
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, se ha comprometido con Mariano Rajoy a pagar parte de los 500.000 euros que costó el dispositivo de seguridad que 'blindó' Barcelona durante la cumbre del BCE. Draghi trasladó su intención al jefe del Ejecutivo en la cena de gala con empresarios y banqueros que se celebró en el Palacio de Pedralbes.
Según ha podido saber El Confidencial Digital, de fuentes del Gobierno, Dragui mostró a Rajoy la disposición del BCE a asumir algunos gastos del dispositivo de seguridad de la reunión de Barcelona.
Y es que en la dirección del Banco Central Europeo se considera, según estas fuentes, que no se pueden exigir desde Bruselas “gestos de austeridad a España”, sin que la UE ponga algo de su parte en la logística de este evento. “Era necesario compartir la factura”, admiten.
El consejero de Interior de la Generalitat, Felip Puig, cifró en alrededor de 500.000 euros el coste del despliegue policial por parte de los Mossos d'Esquadra para la cumbre.
El coste de la seguridad ha suscitado críticas en algunos partidos y sectores sociales. Sin embargo, desde el Gobierno se defiende que el precio ha sido "razonable" y lo equiparan al de un evento deportivo de primera magnitud, como un Barça-Madrid.
Destacan, incluso, que el dispositivo costó menos que el que se desplegó con motivo de la huelga general del 29 de marzo. Y, ahora, -explican- había que tener en cuenta que estaba en juego la imagen de España tras los actos vandálicos de aquella jornada en las calles de la capital Condal.
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Un férreo despliegue
Un total de 8.000 policías, entre Mossos d'Esquadra y agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, se desplegaron los días 2, 3 y 4 de mayo para garantizar la seguridad de la reunión del Banco Central Europeo (BCE) en Barcelona.
Finalmente, el número de agentes dependientes del Ministerio del Interior fue de 1.000 más de los inicialmente previstos. Concretamente, el dispositivo de la Guardia Civil afectó a 1.200 agentes, el de la Policía a 2.300 y el de los Mossos a 4.500.