Los ex directivos de Caja Madrid a los que Rodrigo Rato ha negado el bonus están dispuestos a negociar: acudirán a los tribunales de manera individual si no hay acuerdo

Los ex directivos de Caja Madrid afectados por la supresión del derecho de cobro del plan de incentivos a largo plazo para la alta dirección por un importe conjunto de 25 millones de euros están dispuestos a negociar con la entidad que preside Rodrigo Rato antes de acudir a los tribunales a partir del mes de abril.

Según ha podido saber El Confidencial Digital, la mayoría de ex altos cargos van a esperar hasta el 31 de marzo, fecha en la que está programada la nueva dotación al plan de incentivos, para adoptar una decisión sobre la defensa de sus intereses, que podría pasar en gran parte de los casos, según fuentes próximas a los afectados, por una negociación directa con la entidad.

Según las fuentes consultadas, los ex directivos del equipo de Miguel Blesa han descartado agruparse y plantear una acción legal conjunta en caso de no alcanzar un acuerdo con Rodrigo Rato, ya que el plan de incentivos tenía un carácter individual.

Las mismas fuentes explican que la decisión aprobada por el consejo de administración de Caja Madrid hace un par de semanas de no reconocer el derecho de cobro del plan de incentivos a largo plazo para la alta dirección, "viola los derechos" de un grupo de trabajadores con quienes la entidad mantenía un "compromiso salarial".

Una de las bazas jurídicas que manejan los representantes legales de los afectados es que la concesión de 4.465 millones de euros en ayudas públicas al SIP que lidera Caja Madrid a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) no permite a los nuevos gestores incumplir los compromisos salariales ya pactados con anterioridad con sus directivos y aprobados por el consejo de administración de la entidad. Además, según estas mismas fuentes, la norma no tiene carácter retroactivo.

El plan se aplica mediante dotaciones a un plan de pensiones en función de la evolución de Caja Madrid en un periodo de 13 años que abarca desde 1997 a 2010, mediante un multiplicador que mide el beneficio de la caja y otros parámetros como el sueldo de los directivos, reflejando tanto los aumentos como los descensos de ingresos en ese tiempo.

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