La Confederación de Cajas de Ahorro (CECA) planea convertirse en un ‘lobby’ puro y duro, con un potente servicio de estudios mediante el refuerzo de FUNCAS

La Confederación Española de Cajas de Ahorro afronta a corto plazo un cambio sustancial en su condición y objetivos. La CECA, hasta ahora patronal de las cajas, se prepara para convertirse en un ‘lobby’, es decir, un grupo de influencia y presión.

Según informaciones recogidas por El Confidencial Digital en fuentes del sector, el proceso acelerado de fusiones ha obligado a la Confederación a replantearse su papel de empresa de servicios financieros, consultoría y asesoramiento, para la mayoría de las cajas de ahorro medianas y pequeñas, que serán absorbidas y desaparecerán.

Para esa función de ‘lobby’ reforzarán FUNCAS, su actual servicio de investigación económica y de estudios.

Consecuencia de la concentración

Dado que en muy pocos años no van a quedar más de 12 o 14 cajas, aglutinadas además en tres o cuatro grandes grupos financieros  (La Caixa, el SIP de Caja Madrid y dos o tres grandes grupos regionales), la CECA “se queda sin clientes de servicios financieros”, según las fuentes consultadas.

Como mucho, le pueden quedar como clientes algunas pequeñas cajas, que nunca desaparecerán, y que necesitarían servicios financieros, pero eso se puede suministrar con un mínimo aparato.

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Es conocido que  las grandes, como La Caixa y Caja Madrid, aunque están en la CECA, siempre han ido por libre: no utilizan sus servicios, porque no los necesitan, y la entidad no les sirve más que como órgano de encuentro con sus colegas, y de representación de cara al exterior.

Las grandes cajas serían las más interesadas en que la Confederación vea rebajado su papel representativo del sector y como órgano de interlocución política y laboral con el Banco de España, el Gobierno y los sindicatos.

Una especie de AEB

La CECA será reconvertida para mantener y potenciar su función de ‘lobby’, que se ocupe de cuidar la imagen del sector y la comunicación. Se convertirá en lo que hoy es la patronal bancaria, la AEB (Asociación Española de Banca), con claros objetivos  “político-empresariales”, o sea, trabajo “político”, gestionado por un mínimo aparato funcionarial de mucho nivel y encabezado por alguien con peso en el sector financiero.

En cualquier caso, seguirá velando por uno de los activos que han justificado su existencia durante muchos años: la defensa de la obra social de las cajas, que no va a desaparecer tampoco, ni siquiera aunque algunas terminen siendo bancos o acaben fusionándose con bancos.

“Las futuras cajas-bancos o bancos-cajas tendrán que pensarse dos veces suprimir la obra social, o dejarla en la mínima expresión. Primero, habría que ver si, con sus estatutos en la mano, pueden hacerlo; y luego porque tendrían que dar muchas explicaciones, ya que la obra social es lo único que ha justificado y justifica la existencia de las cajas”, dicen fuentes cercanas a la CECA.