Hacienda detecta en la campaña del IRPF numerosos intentos por Internet de robar a contribuyentes con mensajes que anuncian devoluciones
En marcha la campaña del IRPF, Hacienda ha recibido cientos de llamadas pidiendo información sobre "súbitas e inesperadas devoluciones", anunciadas mediantes mensajes de Internet, por cantidades de 300, 500 y 600 euros aparentemente correspondientes a ejercicios anteriores.
Según fuentes de Hacienda a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, estos correos electrónicos, que anuncian “presuntos errores a favor de contribuyente, que dan lugar a devolución”, son intentos de estafa que se dan a lo largo de todo el año pero que se han incrementado notablemente aprovechando la campaña de la renta.
Un formulario de Hacienda
Los ladrones envían un formulario de Hacienda idéntico a los impresos legales, y piden al ‘beneficiario’ de la súbita devolución que aporte sus datos bancarios para hacerle el correspondiente ingreso, a la mayor brevedad: suelen decir 7 o 15 días para incentivar al incauto.
La mayoría de los receptores de los mensajes se ponen en guardia y llaman a los servicios de información de Hacienda, pero más de uno y más de diez incautos han caído en la trampa y han visto como les limpiaban la cuenta bancaria.
La Agencia Tributaria llama la atención sobre “el cebo maquiavélico de la cantidades moderadas que ofrecen como devolución, para no levantar sospechas, y peor aún, del cortísimo plazo ofrecido al contribuyente”, ya que Hacienda jamás dice tal cosa y se remite a los plazos que marca la Ley General Tributaria, que están muy tasados en cada caso y cada impuesto.
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Suelen operar desde el extranjero
Hacienda recuerda que las relaciones de los contribuyentes con el fisco a través de Internet siguen todos los protocolos y procedimientos de la Oficina Virtual de la Agencia Tributaria, que exige controles, contraseñas, firma electrónica y un sinfín de medidas de seguridad, como los números de control y referencia infalsificables.
Por tanto estas remesas de correos delictivos son relativamente fáciles de detectar, pero en último lugar debe recurrirse a los teléfonos de información de Hacienda o a las oficinas abiertas al público.
Un problema es que los delincuentes suelen operar desde el extranjero, por lo que prácticamente nunca son detenidos y puestos a disposición judicial.