Impala Capital, la asesoría de inversión fundada por Ana Patricia Botín, paraliza el lanzamiento de su segundo fondo de capital riesgo

La firma de asesoramiento de fondos de inversión creada en 2000 por Ana Patricia Botín ha tenido que paralizar el lanzamiento de su segundo fondo de capital riesgo, esperado para finales de este mes, por la falta de inversores necesarios para alcanzar el presupuesto previsto.

“El toque de gracia han sido la suspensión de pagos de Paconsa y los problemas con Levantina, aunque es cierto que la coyuntura actual tampoco ayuda precisamente”. Resume así un conocido asesor financiero los problemas que atraviesa la sociedad creada hace cerca de diez años por la presidenta de Banesto.

“Levantar un fondo ahora es complicado para cualquiera”, aseguran fuentes de mercado consultadas por El Confidencial Digital, quienes confirman las dificultades que están teniendo en Impala para recaudar la inversión prevista para la lanzar este segundo fondo, que “si todo hubiera ido bien, tendría que haberse puesto en marcha hacia septiembre de este año”.

“Las presiones se multiplican a medida que pasa el tiempo y los inversores que ya habían entrado, empiezan a ponerse nerviosos”, añade un gestor de fondos. “No hay que olvidar que a día de hoy, apenas han logrado alcanzar la mitad de la recaudación prevista y han tardado cinco meses más de lo estipulado”.

En este sentido, fuentes cualificadas recuerdan que el Impala se marcó el objetivo de salir con 400 millones de euros en 2007 y tuvo que revisar a la baja sus expectativas un año más tarde, situándose en 300 millones. “Anunciaron a bombo y platillo en junio de 2008 que habían asegurado 150 millones de euros” recuerdan estas mismas fuentes.

“Ahora, lo más lógico sería que abortaran el proceso de fundraising”, añaden expertos de la Asociación Española de Capital Riesgo (ASCRI), quienes dan por sentado que los gestores de la firma tienen esta batalla perdida. “De alguna forma, han caído en su propia trampa”, explica a ECD un allegado del equipo gestor de Impala en referencia a una de las cláusulas que suele incluir el folleto de condiciones para el inversor, en el que “normalmente se fija una cantidad mínima para lanzar el fondo y evitar que los primeros inversores estén sobre-representados en el capital del mismo”.

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Por otra parte, en el sector se espera “una pronta reestructuración de la firma o de su modelo de negocio”, motivada por los obstáculos que está teniendo que sortear en los últimos meses el equipo de Carlos Guerrero y Gonzalo Díaz-Rato

“Los casos de Candover y Permira están en el recuerdo de muchos”, destacan desde varias gestoras, quienes quitan hierro al asunto y aseguran que “no es un problema desconocido en este mercado, cuando no alcanzas la inversión mínima, muchos inversores que ya se habían comprometido empiezan a decir que no pueden seguir adelante”. Mientras, desde Impala han preferido no hacer ningún comentario sobre su situación.

Impala Capital Partners fue fundada en el año 2000 por Ana Patricia Botín, Carlos Guerrero y Gonzalo Díaz-Rato con el nombre de Suala. En diciembre de 2001 constituyeron su primer fondo asesorado, con un compromiso total de inversión de 215 millones de euros. Un año después, Botín abandonó sus cargos ejecutivos para asumir la presidencia de Banesto, y ya en 2005 vende su participación al resto de socios ejecutivos, que deciden adoptar la denominación de Impala Capital Partners.