El perfil del equipo de Cristina Garmendia escama a los docentes de la Politécnica de Cataluña

La expectación que ha creado el nuevo Ministerio de Ciencia e Innovación y quien lo dirige, Cristina Garmendia, alcanza todos los ámbitos: desde el periodístico al político, pasando por el sector de la Sanidad, el científico, el tecnológico y el empresarial. Pero, además, no hay que olvidar el académico.

Le cuentan a El Chivato que existe una cierta preocupación, “cuanto menos interés”, por el equipo que rodea a Garmendia. De hecho, varios profesores universitarios y doctorados de renombre especulan sobre el perfil de esas personas y sobre los derroteros que ese mismo equipo marcará a la investigación española.

“¿Quiénes son los altos cargos del nuevo ministerio?”. Este es el título, por ejemplo, de un escrito firmado por Albert Corominas, profesor de organización industrial, y Vera Sacristán, profesora de matemática aplicada, ambos de la Universidad Politécnica de Cataluña.

Sin lanzar ninguna acusación concreta, sólo insinuando, se alude a tres miembros del ‘núcleo duro’ de la ministra. A saber:

-- Jorge Barrero, que dejó la secretaría general de la Asociación Española de Bioempresas (ASEBIO) para dirigir el gabinete de Cristina Garmendia.

Vídeo del día

Al menos 16 muertos en el incendio de
un centro comercial en China

 

-- Carlos Martínez, nuevo secretario de estado de Investigación, hasta ahora presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y cofundador, con la ministra, de la sociedad Genetrix S.L.

-- Màrius Rubiralta, el tercero de los hombres de confianza de la titular de Ciencia e Innovación y catedrático que ejerce en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona, de la que fue rector. Antes, impulsó y dirigió el Parc Científic de Barcelona, la entidad que acoge empresas y centros de investigación “en áreas emergentes de la investigación química, farmacéutica y biotecnológica así como en nanobioingeniería”. Rubiralta ostenta ahora las responsabilidades propias del secretario de estado de Universidades.

El artículo de Corominas y Sacristán concluye enigmáticamente:

“Este es el Ministerio que va a dirigir el futuro de la investigación en España. (…). ¿Cuánto margen queda para la duda sobre qué dirección va  a tomar?”.