El cambio de Bill Murray: Antes y después

Una de las celebridades de Hollywood cuya carrera ha cambiado de manera impredecible y fascinante a lo largo de los años es Bill Murray.

El cambio de Bill Murray: Antes y después
El cambio de Bill Murray: Antes y después

Una de las celebridades de Hollywood cuya carrera ha cambiado de manera impredecible y fascinante a lo largo de los años es Bill Murray. Murray nació el 21 de septiembre de 1950 en Evanston, Illinois, y empezó a trabajar como comediante y actor en los años 70. Después de más de cincuenta años, ha experimentado una transformación en su imagen, pasando de ser una figura destacada en la comedia a un actor reconocido por su habilidad dramática. Sin embargo, ha mantenido su estilo distintivo y su perspectiva única sobre la vida.

Los Primeros Años

En 1977, Bill Murray debutó en el programa de televisión Saturday Night Live (SNL). Después de unirse al equipo en su tercera temporada, Murray se destacó rápidamente por su estilo de comedia seco y su habilidad para improvisar. En la década de los 80, su participación en SNL lo llevó al mundo del cine y empezó a protagonizar algunas de las comedias más memorables de la época.

Bill Murray se convirtió en una de las principales figuras cómicas de Hollywood gracias a películas como Cazafantasmas (1984), Los incorregibles albóndigas (1979), El club de los chalados (1980) y Stripes (1981). Durante este tiempo, su imagen era la de un comediante común con un humor inteligente y sarcástico que encantaba al público.

Murray se hizo famoso por ser impredecible y tener una personalidad algo reservada y distante en su vida personal. En varias entrevistas, exhibía una personalidad inusual, lo que contribuía a su reputación como un "comediante extraño". Durante sus primeros años, esta fue la base de su reputación: un hombre de pocas palabras fuera de la pantalla pero un genio de la comedia cuando las cámaras estaban rodando.

El cambio de Bill Murray: Antes y después

La Transformación: Del Humor a los Roles Dramáticos

A medida que Bill Murray envejecía, empezó a cambiar no solo su apariencia, sino también la forma en que seleccionaba sus proyectos. Después del éxito de Cazafantasmas II (1989), Murray comenzó a distanciarse gradualmente de la comedia más pura durante los años 90. A pesar de seguir siendo el protagonista de películas cómicas como Hechizo del tiempo (1993), que fue un éxito en taquilla y se considera un clásico, también empezó a mostrar indicios de interés en proyectos más reflexivos y dramáticos.

En los años 2000, su carrera experimentó un cambio significativo cuando trabajó con directores como Wes Anderson y Sofia Coppola. Coppola alcanzó un punto de inflexión en su carrera con la película Lost in Translation (2003), que dirigió. Murray hizo una interpretación profunda y conmovedora de Bob Harris, un actor en declive que encuentra consuelo en una joven en Tokio, en lugar de ser el divertido bufón que todos conocían. Su actuación redefinió su imagen en la industria cinematográfica y le valió una nominación al Oscar.

Desde entonces, Murray ha continuado trabajando con Wes Anderson en películas como The Royal Tenenbaums (2001), The Life Aquatic with Steve Zissou (2004) y Moonrise Kingdom (2012), consolidando su reputación como un actor que puede interpretar tanto drama como comedia con la misma habilidad. Murray ha evolucionado de un comediante estrafalario a un actor dramático sutil y matizado de manera gradual, pero muy evidente.

El cambio de Bill Murray: Antes y después

 

El Hombre Detrás del Ícono

La vida personal y profesional de Bill Murray también han cambiado. Ha mantenido una relación complicada con la fama y ha hablado con frecuencia de su desprecio por el estilo de vida de las celebridades. Se ha distanciado de Hollywood en varias ocasiones y se ha establecido como una figura inaccesible y misteriosa. Se dice que elige sus proyectos de manera casi espontánea y que no tiene un agente.

Murray ha envejecido físicamente ante el público. De ser un joven con un aspecto desenfadado y cabello oscuro, ha pasado a ser una persona más sabia y madura, con un rostro que lleva consigo las huellas de una vida vivida intensamente. Sin embargo, ha mantenido su espíritu irreverente y su capacidad de sorpresa a pesar de los años.

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