Septiembre, el mes de los divorcios. ¿Quién aprieta el gatillo?

Después del verano los divorcios se disparan un 40%

Dicen que lo evidencia la estadística, que tras el verano los divorcios se disparan hasta un 40%.

- (Mediada) “No me deja elegir el colegio, quiere que sea el que está cerca de su madre. El niño nos pide cambiarle, a mí me viene fatal, trabajo a treinta kilómetros. Esto se ha acabado.” 

Ese problema que llevaban desde junio con la matricula del colegio, pasa a ser el detonante de la ruptura.  

Un verano de calor, de relaciones con otras personas, de convivencia -full time- provoca las decisiones. 

¿Quién aprieta el gatillo? O ¿Quién toma la decisión? Da igual, el tema es como “resetear” la comunicación para conseguir una ruptura serena. 

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- (mediado/a) “He hecho cosas de las que no estoy orgulloso(a), si me las hicieran a mí me rompería el dolor, pero necesito que me escuche”

Y cuando se han hecho cosas…  ¡Qué difícil resulta volver al principio!

Hay que hablar, hay que negociar. Está demostrado que los hijos de divorciados que no han afrontado correctamente la ruptura sufren problemas de adaptación. Y nuestros hijos son el interés principal. 

Cuando se produce el divorcio hay que reorganizarse, normalmente se intenta por los progenitores tener la custodia de los hijos, y eso es un punto de conflicto, sin embargo, hay evidencia de que los divorciados no custodios suelen tener más contacto con sus hijos, o al menos de más calidad, porque se producen en momentos en los que tienen tiempo libre. 

- (mediado/a) “No. jamás tuve a mi hijo/a pensando que no iba a vivir con el en mi casa día y noche 

Y es que hay otra persona que tiene los mismos derechos, sobre todo unos hijos que tienen que convivir con ambosprogenitores.

En todo caso hay que encajar correctamente las situaciones, cada escenario es único y quien mejor lo conoce son sus protagonistas. ¿Quién puede aportar más económicamente? ¿Quién puede dar más compañía por sus obligaciones laborales? ¿Quién puede proporcionar más ayuda?

Mediando por el bien de los menores

Es obvio que para que los hijos se adapten a este nuevo sistema familiar necesitan ver un clima de colaboración, donde su rol siga siendo el de hijo. Debe tener a su lado padres (custodios o no) que les proporcionen afecto, compañía, confianza.

- (mediado/a) “pretende que le deje el coche, que es mío, cada vez que lleve al niño a actividades”

Negociar es la clave, el mediador es la herramienta. Seguro que sabéis con qué recursos contáis, ¿qué podéis aportar cada uno en beneficio del otro? Y los dos en beneficio de vuestros hijos

La relación de pareja puede concluir, pero la de los hijos debe mantenerse lo más tranquila posible, no debemos jamás triangular la relación y que los hijos tengan sentimientos de culpa o roles de mediador; esto provoca alienación parental o hijos manipuladores. Y sobre todo consecuencias futuras en su comportamiento y en su vida de adultos. 

Que nadie apriete el gatillo, cooperación y restructuración. Esa es la clave.