A Santiago del Río, empleado del servicio de limpieza de San Sebastián, que ayudó durante horas a cientos de personas a cruzar calles inundadas

Santiago del Río comenzó a trabajar hace dos años para Fomento de Construcciones, la empresa concesionaria de la limpieza callejera en San Sebastián. El pasado martes, mientras se dirigía con su máquina barredora a realizar su tarea, se encontró con una señora que no podía cruzar la calle debido a la intensa corriente de agua que bajaba por la vía, y le ayudó. A su vuelta se encontró a otro anciano, y repitió el proceso. A los pocos minutos, toda una fila de personas se aglomeraban a la espera de poder cruzar gracias al vigoroso funcionario. Y así lo hizo durante horas y con cientos de personas. Siempre que ocurre un desastre natural, como una riada en este caso, surgen historias de solidaridad y ayuda que rozan el heroísmo. Es de reseñar que el ‘héroe’, además, no aceptó este calificativo. Dirigiéndose a la prensa, dijo: “¿Héroe? Ni se te ocurra llamarme eso: he hecho lo que debía y no quiero ningún protagonismo”. Guinda a Santiago del Río por su actuación y su modestia.