A los alcaldes de Madrid, Pamplona, Castellón y Palma, por sus subidas del IBI para tapar su mala gestión económica

Los Gobiernos han decidido que el contribuyente acarree no sólo con la crisis económica sino también con su mala gestión. Eso se ha visto este año en la subida –con frecuencia extraordinariamente contundente- del Impuesto sobre Bienes Inmuebles. Entra dentro de la lógica perversa de los ayuntamientos pues el IBI es su principal fuente de financiación, por más que es un impuesto de justificación difícil. Los ayuntamientos de Madrid, Pamplona, Castellón y Palma destacan por el incremento del impuesto. Guindilla, pues, a estos alcaldes.