Carta a Zapatero

Estimado Sr. Presidente:

El coche eléctrico y las energías renovables están en los medios de comunicación, pero la Ley de Economía Sostenible no dice una palabra sobre otro tipo de energía, la biológica, de la que nos alimentamos diariamente.

En torno a la mitad de los alimentos que se producen no llegan a consumirse finalmente: Se tira en origen, se desperdicia en la ruta entre el origen y el supermercado, en éste y finalmente también tiramos en casa (ver informe The Food We Waste).

Las razones por las que se tira tienen un claro fundamento tecnológico, logístico y educacional. Nuestra generación lo ha tenido fácil para comer y desde hace años pusimos la alimentación en manos de la ingeniería financiera en forma de cadenas de distribución. Son el poder, y el medio rural y productivo su servidumbre.

La alimentación representa el 23,51% de nuestro gasto per cápita (datos del INE 2008). Además, este sector impacta de lleno en el turismo, en la sanidad, en el medioambiente y en la cultura gastronómica. A título de comparación, el gasto per cápita en compra de vehículos fue sólo del 4,93% y el gasto en electricidad, gas y otros combustibles fue de 2,82%.

Casi una cuarta parte de nuestro gasto paga lo que va a la basura y es además responsable de 1.000 millones de famélicos, de 1.000 millones de obesos y de 100.000 muertes diarias en el mundo por problemas derivados de la alimentación. En la cuna de la Dieta Mediterránea gastamos actualmente 100 veces más en carne y pescado que en legumbres. El problema ya no está sólo en el tercer mundo.

Están en juego decenas de miles de millones de euros totalmente recuperables: la tecnología está disponible y el plan también.

Dos diputados de su partido, fueron informados en profundidad de este fenómeno. Le ruego que reaccione y lo convierta en un tractor económico para salir de la crisis. Permítanos explicárselo.

Los departamentos de Tecnología de los Alimentos de la UMU, Ingeniería Térmica y de Fluidos, Ingeniería de los Alimentos y del Equipamiento Agrícola de la UPCT, el CEBAS-CSIC y el Centro Tecnológico Nacional de la Conserva, entre otros, se han unido en la defensa del proyecto FOODTOPIA, para evitar la mayor catástrofe que está afectando a la humanidad.