Esclavistas del siglo XXI
Tiene una pista excelente los Ministerios de Hacienda y Trabajo (y en su caso los correspondientes de las autonomías), para solucionar dos problemas que atañen a cada uno de sus dos departamentos: seguir la pista de los arriendos y subarriendos sucesivos de tantos domicilios en España que, por mor de la inmigración, muchísimas personas sin escrúpulos han puesto en el mercado.
Viviendas que estaban cerradas y que ahora están alquiladas, a base de hacinar en diversas habitaciones a familias enteras. Otro caso desgraciadamente muy corriente es el de quienes tienen una segunda vivienda cerca de su domicilio habitual, y se han trasladado allí para dejar en alquiler su casa a diez o quince personas, cobrando en ambos casos unos alquileres escandalosos, y aprovechándose de la necesidad de los inmigrantes que aquí trabajan de contar con una casa en la que vivir.
No hay más que consultar a las diversas ONG que trabajan para apoyar a estas personas que aquí han venido a trabajar y se encuentran con esta miserable explotación. Los resultados pueden ser muy sorprendentes.