La gran mutación

Disturbios en una intervención de la Policía Nacional el 1-O.
Disturbios.

El Género Humano ha sufrido una gran transformación en el año 2020, de la cual ha resultado una Humanidad completamente distinta a la anterior. Estoy hablando del mundo entero, de toda la Humanidad. Como soy muy viejo y veo que no hay nadie, ¡¡nadie!!, que levante acta de suceso tan notorio, me dispongo a hacerlo yo. La importancia de este acta no radica en el autor -yo- que carezco de toda relevancia, sino del hecho, de la materia en sí.

Uno ve a todas las personas por la calle con una especie de bozal que, a cualquiera le parecería que la gente se ha vuelto de repente agresiva, que muerde. El paciente se ve obligado a esperar de pie en la consulta del dentista a pesar de que una silla sí y otra no están vacía, pero no le permiten sentarse. Las tiendas tienen una cola de personas que van a entrar pero no pueden; las que están abiertas, claro, que son las menos. Hay un montón de cosas raras, como por ejemplo gente en arresto domiciliario, gente que seria incapaz de nada malo, de los que (de verdad) nunca han roto un plato. Pero están presos. Tengo la ventaja de ver los partidos de futbol desde mi casa, pero ahora no veo a nadie, mejor dicho, veo a unos pocos espectadores. ¿Es que a nadie le interesa?. Se me olvidaba decir, que casi todas las cadenas de TV entonan constantemente lamentos por lo mal que estamos.

Es propio de todo hombre defenderse cuando le atacan. Se trata de un rasgo inherente a la condición humana. El tipo de respuesta o defensa puede ser muy variable, unas veces violento, otras moderado, pero siempre hay una respuesta. Un incumplimiento de contrato (que no te paguen), origina un pleito. Una bofetada produce una pelea. Un insulto, un roce a tu coche, acaban normalmente en una respuesta más o menos violenta. Si la cosa es entre dos naciones, podemos estar ante un casus belli, la guerra.

Pues bien, el mundo entero ha sufrido una AGRESIÓN MORTÍFERA y el mundo entero calla y acepta, sin respuesta alguna, agachando la cabeza y ofreciendo la espalda por si quieren darle más golpes. ¡Sin rechistar!. Y esta falta de respuesta, extendida a TODA la población mundial es una MUTACIÓN en el ser del hombre que, a partir de ahora será OTRO HOMBRE (el hombre anterior ha desaparecido) al que le falta uno de sus rasgos esenciales: cuál es la respuesta a la agresión. Como si, a partir de ahora, todos naciéramos con una sola pierna. Y de esto levanto acta.

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