Libertad o imposición
Una vez más España se sume en un caos. Este caos tiene nombre propio y es Ómicron. Una nueva variante del Covid que amenaza a nuestro país con contagios récord en todas las comunidades.
Sin embargo las estadísticas parecen demostrar que el número de muertes, hospitalizaciones y severidad es menor con respecto a otras variantes anteriores. La respuesta del gobierno fue recuperar las mascarillas en exteriores, medida que según la mayoría de los virólogos y expertos no conduce a una mejora significativa de la situación epidemiológica. Las Comunidades Autónomas aplicaron sus propias medidas para tratar de paliar la difícil situación.
Una de ellas fue Cataluña en la que su presidente, Pere Aragonés impuso restricciones como el cierre del ocio nocturno, limitación de aforos en restaurantes, en las reuniones con un máximo de diez personas y toque de queda.
Además exigió al ejecutivo central que estas medidas fueran de obligado cumplimiento en toda España. Llama la atención que una semana antes la Generalitat de Cataluña alentase a los círculos independentistas a manifestarse en contra del español y de esta manera mostrar su rechazo al niño de Canet.
En contraposición se encuentra la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso rechaza frontalmente las medidas que restringen libertades y opta por el equilibrio entre sanidad y economía.
Este aperturismo ha impulsado a Madrid como motor económico de España mientras que las medidas antilibertarias del gobierno de España nos han colocado a la cola de Europa. El Madrid de Ayuso genera empleo, prosperidad, equilibrio y colaboración público-privada y sobre todo libertad.
La presidenta de la Comunidad de Madrid es alabada en masa en distintos puntos del país. Ejemplo de ello son los recibimientos en distintos actos a los que acude. Desde el concierto de Dani Martín hasta el Congreso del Partido Popular de Andalucía.
Como todo líder carismático, esto genera un rechazo en la oposición. Por ello, el principal objetivo de los ataques por parte de Moncloa se han centrado en Ayuso en distintas campañas de descrédito.
Sin embargo, los madrileños recompensaron su gestión votando masivamente por su candidatura en las recientes elecciones del 4 de mayo.
Su lema libertad o comunismo caló entre los madrileños y llevó al PP a ser primera fuerza política en feudos históricos socialistas como Vallecas.
El éxito de la gestión de Isabel Díaz Ayuso y su equipo de gobierno reside en la bajada de impuestos, políticas liberales, espíritu libertario y ahorro de gasto público. Todo ello ha llevado a Ayuso a ser alabada en el extranjero por medios internacionales y generado recelos en el seno de su propio partido.
