Reflexión sobre las guerras

Conflicto Ucrania.

Desde la caída del muro de Berlín, viene el problema de Ucrania. Ángela Merkel, prudente mensajera de Paz, apaciguaba los ánimos (que Dios la bendiga; también, el gobierno de Trump supuso, en EE.UU, un paréntesis bélico).

Ahora, los aliados de la OTAN envían material de guerra a Ucrania, y ello incendia y alarga la conflagración. Da miedo: si las guerras siempre sembraron destrucción y muerte,  más peligrosas son ahora. Tremenda la responsabilidad de los gobernantes. Urge una Conferencia de Paz para el desarme. Está en manos de los presidentes y ministros de exteriores; pero ¿tienen conciencia y buena voluntad, o, más bien, intereses personales y cobardía? Los gobernantes no deben ceder ante los delirios de élites financieras inductoras de guerras y dueñas de grandes medios de comunicación, cuyos intereses distan miríadas de los de la gente corriente.

Esta guerra nos crea, a todos, gran incertidumbre, tremenda preocupación. No debe instigarse con envío de armas, sino animar al diálogo y la negociación; al menos, para que el conflicto no vaya a más.

A los comunistas del gobierno de Sánchez no les ha gustado el “deshojar la margarita” del Presidente (que “no”, que “sí”). Muy sabias estas palabras de Pablo Iglesias: «Civiles armados enfrentándose a un ejército profesional bien armado es el preámbulo de una tragedia», y piensan que «una nueva guerra en el continente europeo demuestra que la OTAN es un factor de desestabilización, y por ello es más urgente que nunca su disolución».

Muy bien Pablo Echenique en Twitter sobre el envío de armas a Ucrania: “Es un ERROR. No cambia la correlación de fuerzas y contribuye a una escalada bélica que va a generar más muertes y más sufrimiento y puede acabar en un conflicto global. Defender las vías negociadas y la paz es hoy lo más sensato”.

Vídeo del día

Al menos 16 muertos en el incendio de
un centro comercial en China

 

Estoy con el  Papa Francisco: " Quienes aman la paz, repudian la guerra como medio de solución de las controversias internacionales". Pío XII decía: “Nada se pierde con la paz; todo puede perderse con la guerra”.