Reflexiones en otoño

Los largos y tristones días otoñales invitaban a la reflexión sobre el Más Allá que nos espera, sobre “Los Novísimos”.

Ahora, por una parte, hay escasa o nula predicación sobre las realidades eternas; por otra, son asuntos fuera del debate público y político, además de las muchas horas que se consumen ante el televisor o Internet, narcóticos que evaden el pensamiento profundo. 

Se ha puesto de moda Halloween, que toma a chirigota lo que las máscaras de fealdad y de demonios simbolizan. 

Evoco aquella frase: “Muerte, Juicio, Infierno y Gloria ten cristiano en tu memoria”.

La existencia del Infierno y de la Gloria no depende de nuestras creencias, y el bien y el mal a la vista, lleva a sospecharla. ¿Cómo va a ser indiferente, tras la muerte, haber sido un pecador impenitente, o una persona bondadosa?

Vídeo del día

Al menos 16 muertos en el incendio de
un centro comercial en China

 

De realidades eternas hablan las Sagradas Escrituras, además de las palabras de la Virgen a los Pastorcitos de Fátima después de una visón: «Visteis el infierno donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón»

El célebre cardenal nigeriano Robert Sarah afirma: «Ha llegado el momento de que la Iglesia vuelva a lo que se espera de ella: hablar de Dios, del alma, del más allá, de la muerte y, sobre todo, de la vida eterna…La gente acude a un sacerdote para buscar a Dios, «no para salvar el planeta» ( Le Fígaro, julio, 2022)