Yo me voy de aquí

Esto no funciona. Salen de la cárcel los que nunca deberían salir y no entran los que deberían secarse entre rejas. Esto es para borrarse del país y mandar todo al carajo más alto del mástil más alto. Y si no afectara a lo que afecta, se podría considerar como una simple chapuza, sin más. Pero es que clama al cielo. Que terroristas,  asesinos y violadores se paseen entre todos como santos varones y benditas hembras, dejando su rastro de sangre por donde caminan, y que nadie con galones en esta puñetera España les meta en una caja, le ponga un candado y la arroje al mar tiene delito. Así que, ya que estamos, me voy a ciscar en todo lo que se menea.

A saber. ¿Quiénes son los inútiles que, a pesar de estar donde están desde que los leones de la entrada eran cachorros, no han sido capaces de legislar para proteger al bueno y sancionar al malo? ¿Quiénes son los idiotas que permiten que toda esta tropa de animales salga a la calle sin  entrullarles al instante por respirar un aire libre al que no tienen derecho? ¿Quiénes son los descerebrados que nos han conducido a un estado de las cosas en el que matar o violar a una persona cuesta igual que ensañarse con ciento?

Digo yo que estos mismos quizás son los mismos chapuceros que pertenecen a la misma casta de ésos mismos que deberían entrar por la misma puerta por la que se escapan estas víboras malnacidas. Y esto que pienso y siento lo digo con la boca chica, porque si lo dijera con la boca grande me iba a costar un disgusto. Qué asco.

Vídeo del día

Detenido en Nerja un prófugo escocés
cuando practicaba calistenia