Cómo viajar de manera sostenible

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Cada vez se habla más de “ecoturismo”, “turismo natural” y “turismo ético” en relación con la idea de sostenibilidad. Estos conceptos forman parte de un horizonte más amplio, en el que se cuestiona profundamente nuestro modelo de desarrollo y consumo y la necesidad de viajar de manera más consciente y responsable. Por ejemplo, la noción de ecoturismo está relacionada con los viajes a áreas naturales, mientras que el “viaje regenerativo” tiene como objetivo dejar un lugar en mejores condiciones de las que se encontró. Pero, ¿cuáles son las acciones que debemos tomar para realmente viajar de manera sostenible?

Evitar los caminos más transitados

Al menos hasta la pandemia, muchas localidades han pagado el precio de su éxito, sufriendo una auténtica invasión de enormes multitudes de visitantes, un fenómeno que generalmente se denomina “sobreturismo”. Uno de los primeros pasos prácticos para un turismo sostenible puede ser precisamente evitar los caminos más transitados: aunque pueda parecer un sacrificio importante, la posibilidad de visitar lugares menos concurridos y más tranquilos podría garantizar una experiencia aún mejor y, sin duda, ayuda a combatir el sobreturismo. De hecho, mientras los lugares más poblados y fotografiados tienden a volverse menos disfrutables, elegir la temporada baja, ciudades más pequeñas y menos famosas o zonas rurales es una buena manera de reducir la carga en los destinos principales y ofrecer beneficios a todas las comunidades.

Aprender a ralentizar y detenerse

Cuando viajamos, tendemos a construir programas ajustados en los que los espacios vacíos y los momentos de pausa son raros o inexistentes. Esta práctica, casi siempre, es hija del pensamiento de la probable unicidad del momento, pero correr de un lugar a otro no es en absoluto la mejor estrategia para conocer bien un determinado lugar y descubrir sus peculiaridades. Este modelo de turismo de “toca y fuga”, aunque común, no se ajusta a la necesidad de sumergirse en la cultura local, crear conexiones con la comunidad y las personas, descubrir los platos típicos o los pequeños museos que hablan de la historia del lugar. Ralentizar, o tal vez detenerse a observar y reflexionar, es una manera de fortalecer el vínculo con los lugares, ya que permite descubrir y vivir realmente el lugar que se está visitando.

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Presta atención a los medios de transporte

Casi el 8% de las emisiones mundiales de carbono son causadas por los viajes y el turismo. En resumen, esto significa que la industria del viaje debe considerarse un acelerador del cambio climático, lo que impone profundas reflexiones sobre este tipo de elecciones. Por ejemplo, una buena idea es elegir medios de transporte con una huella menor y utilizarlos de manera consciente y responsable: no hay que descartar la posibilidad de usar el transporte público local, la bicicleta o simplemente caminar. Cuando el automóvil es una necesidad, se puede preferir un automóvil eléctrico, híbrido o más pequeño, pero también es adecuado controlar sus condiciones y evaluar el mercado de repuestos usados cuando sea necesario hacer reparaciones. En este sentido, internet ofrece portales dedicados a la venta de partes usadas del vehículo, cuyo catálogo incluye una gran cantidad de marcas, entre ellas recambios KIA, Fiat, Jeep y las marcas más importantes en el ámbito automotriz, representando otra excelente manera de evitar desperdicios.

Ahorra agua y energía, evita el plástico

Además de los transportes, el turismo de masas ejerce una gran presión sobre los recursos hídricos y las infraestructuras energéticas. A veces, los turistas consumen más que las comunidades locales, por lo que un uso

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más consciente de los recursos también marca la diferencia para lograr una plena sostenibilidad. Con algunos pequeños ajustes, como tomar una ducha en lugar de un baño o alojarse en estructuras de bajo impacto ambiental, el impacto negativo puede reducirse significativamente. De igual manera, otra buena idea es evitar el uso de plástico de un solo uso, que aún está demasiado presente en nuestras vidas y en los vertederos, a pesar de los esfuerzos de las autoridades y muchos consumidores por reducir su uso. Viajar con una botella reutilizable para rellenar según sea necesario es una excelente manera, por ejemplo, de evitar la compra de botellas de plástico.

Apoya las economías locales

La mejor manera de beneficiar a las comunidades es apoyar a las empresas y emprendedores locales. Alojarse en casas de vacaciones o pensiones propiedad de residentes locales en lugar de cadenas internacionales contribuye a llevar riqueza a las comunidades locales. Comer en restaurantes típicos, elegir platos tradicionales fuera de las zonas céntricas y muy turísticas, preferir excursiones con guías locales y visitar las pequeñas tiendas de artesanos locales es ciertamente una buena manera de contribuir a hacer el turismo más sostenible y más beneficioso para quienes lo reciben. Para ser realmente de ayuda, es fundamental recordar que el turista es un huésped en casa de alguien: respetar las leyes, las normas, así como las costumbres y la cultura de los residentes es esencial para crear un modelo de desarrollo verdaderamente sostenible. Además, leer algunos libros de historia y tradiciones locales es otra excelente herramienta para sumergirse en otro lugar.