Alfa Romeo Junior Veloce. Sensaciones electrizantes

Rodando en el legendario circuito de Balocco al volante del nuevo Alfa Romeo Junior Veloce de 280 CV.

El Alfa Romeo Junior Veloce corona la gama Junior. Va propulsado por un motor eléctrico de 280 CV y adopta un chasis específicamente desarrollado par él. Su dinamismo y deportividad siguen fielmente los cánones de la marca, con unas prestaciones que en absoluto defraudarán a los corazones más deportivos: 5,9 s para pasar de 0 a 100 km/h. Estará disponible a finales de año, con un precio de 47.500 euros.

Con el Alfa Romeo Junior la marca italiana vuelve con fuerza al segmento B o, mejor dicho, al B-SUV con sus 4,17 m de largo. Constituye la puerta de entrada a la gama SUV de Alfa Romeo, a la vez que la completa o cierra por abajo. Su hermano, el Tonale, mide 35 cm más de largo (segmento C-SUV) mientras el Stelvio (4,69 m) se posiciona en el siguiente escalón (D-SUV). Pero aparte de ser una importante pieza para ampliar la oferta de Alfa Romeo, el Junior es su primer vehículo eléctrico, lo que significa todo un acontecimiento en su dilatada historia a la vez que da el pistoletazo de salida hacia una gama 100% eléctrica. Después del Alfa Romeo Junior la firma lanzará en 2025 su primer automóvil únicamente eléctrico (BEV), no habrá otras variantes con otro tipo de propulsor,  para en 2027 fabricar exclusivamente vehículos BEV.

La gama Alfa Romeo Junior es muy sencilla. Se articula en tono al nivel de acabado básico y al Speciale. El acabado Speciale es una versión limitada en el tiempo, permanecerá vigente unos 10 meses. Un tercer acabado, el Veloce, es exclusivo del modelo más potente, además de eléctrico (280 CV). En función del tipo de propulsor la gama Alfa Romeo Junior acoge dos modelos eléctricos (Elettrica) y un tercero dotado con hibridación ligera de 48 V (Ibrida). Tanto el modelo Elettrica de acceso (156 CV) como el Ibrida (136 CV) pueden combinarse con el nivel de acabado básico y con el Speciale. Para el Elettrica más potente (280 CV) se reserva en exclusiva el acabado Veloce, precisamente el protagonista de este artículo.

En las aletas delanteras la inscripción Veloce nos recuerda que estamos ante el Alfa Romeo Junior más potente de la gama. Monta unas exclusivas llantas “Venti” de 20 pulgadas.

Una experiencia inolvidable

El circuito de Balocco es una especie de santuario para Alfa Romeo en tanto es el escenario donde dinámicamente se ponen a punto todos sus modelos antes de salir al mercado. Consta de varias pistas, pero destaca especialmente la denominada “Langhe”, que reproduce a lo largos de sus más de 20 kilómetros  el trazado de una carretera de montaña característica de la región del Piamonte. Hasta la fecha estaba reservada en exclusiva para los pilotos de prueba de la marca. Pero coincidiendo con la presentación del Alfa Romeo Junior Veloce a la prensa especializada del motor, por primera vez los periodistas pudimos rodar por tan exigente trazado. Una experiencia única, de las que pasan una sola vez en la vida. Por primera vez desde su construcción  en 1962, los “pilotos por un día” ajenos al equipo de ingeniería de Alfa Romeo tuvimos acceso a toda la configuración de este emblemático circuito.

A priori, los responsables de la marca nos transmitieron, quisieren dejar bien patente, que electrificación y deportividad pueden ir perfectamente de la mano. Algo que en un Alfa Romeo se tiene que dar por sentado, donde las sensaciones y las fuertes emociones al volante constituyen sus señas de identidad como reza su lema: corazón deportivo. Con su potente motor eléctrico de 280 CV y un par de 345 Nm, el Alfa Romeo Junior Veloce se ha diseñado para emocionar. Buena prueba de ello la constituye el hecho de  su puesta a punto ha sido realizada por el mismo equipo de ingenieros  de Alfa Romeo que crearon proyectos únicos, como los Alfa 4C, 8C, Giulia y Stelvio Quadrifoglio y Giulia GTA. Un concentrado tanto de sabiduría como de buen hacer.

Con el Alfa Romeo Junior Veloce la marca italiana ha puesto de manifiesto que electrificación y máxima deportividad pueden ir de la mano.

Tras saber que íbamos a poder rodar en el circuito “Langhe”, una segunda sorpresa. Los 240 CV inicialmente previstos para el Junior Veloce pasaron como por arte de magia a 280 CV. Así pues, se aprovechó para anunciar que el Junior Veloce estrenaba este nuevo electromotor de 280 CV. Pero como todo llega en la vida, lo bueno y lo malo, en esto caso buenísimo, llegó el momento de sentarse tras el volante de este modelo tope de la gama Junior para poder conducirlo o, mejor dicho, pilotarlo sin las restricciones que se dan en carretera abierta. En grupos de tres o cuatro coches teníamos que seguir al coche guía del instructor, con la facilidad y seguridad que conlleva, y al que no se podía adelantar. Este esquema en más de una ocasión restringió a algún conductor del grupo, pues como es lógico el instructor corre más o menos en función de las aptitudes del conductor del vehículo que inmediatamente le sigue. Pero en términos generales el límite lo marcó el nivel de cada uno.

Tres modos de conducción

Al acomodarse en el asiento tipo baquet firmado por el especialista Sabelt se comprueba de inmediato lo bien que recoge el cuerpo, sorprendiendo a la vez lo cómodo que resulta.

Los asientos tipo baquet de la firma Sabelt son opcionales. Forman parte del pack Sport.

Se busca el botón de arranque en el sitio habitual, el volante, pero no se encuentra. Pero de inmediato se encuentra la nueva ubicación, en la consola central, delante del selector de marchas. Antes de salir a pilotar hay que elegir uno de los programas de conducción que hay disponibles, aunque la querencia apunta directamente al Dynamic.  A disposición del usuario están los tres modos de conducción habituales en Alfa Romeo a través del selector D.N.A. En el programa A (Advanced Efficiency) el par está limitado a 300 Nm para obtener la máxima eficiencia energética, con el N (Natural), que equivale a un modo normal para el uso diario sin sacrificar en exceso el rendimiento, se limita la potencia y la velocidad máxima. Pero estamos a punto de salir a rodar al circuito, recayendo la elección en el modo D (Dynamic). El  Dynamic proporciona la máxima disponibilidad de potencia y par con una respuesta inmediata del acelerador, endurece la dirección, el control dinámico de estabilidad se muestra menos intrusivo y, lo que es muy importante, desaparece la función de frenado regenerativo para recaer exclusivamente en los discos de freno; frenado totalmente mecánico para aumentar la sensación de deportividad. Cabe apuntar que el botón B, situado a continuación de los botones del selector de marchas, incrementa el nivel de frenada regenerativa cuando se deja de acelerar o al frenar.

Genuino sabor Alfa también en el interior, con un cuadro de instrumentos tipo cannocchiale (catalejo) y aireadores con forma de quadrifoglio (trébol de cuatro hojas).

Delante nos espera una auténtica ensalada de curvas rápidas para negociar a muy alta velocidad, curvas muy cerradas, subidas y bajadas, horquillas, paellas, curvas entrelazadas y cambios de rasante. Un menú que se completaba con la sección pavimentos especiales del circuito Balocco, un trazado salpicado de baches, adoquines y escalones que reproduce los obstáculos a los que se enfrentará el vehículo en un uso cotidiano, tanto en ciudad como en carretera. Una prueba para testar el confort de marcha del vehículo, pudiéndose comprobar en primera persona la ausencia de chirridos  provenientes de la carrocería o de vibraciones de algún elemento en el interior del habitáculo.

Genuino dinamismo Alfa

Pisotón a fondo, sin contemplaciones, en el acelerador. De inmediato, instantáneamente, cobra vida el motor eléctrico de 280 CV de potencia con un par de 345 Nm que el tren delantero motriz se encarga de pasar al asfalto. Es lo bueno de los propulsores eléctricos, inmediatez de respuesta. Este electromotor de nuevo desarrollo, que estrena el Junior, alcanza un máximo de 15.200 rpm y el par máximo es constante entre 250 y 4.875 rpm. Con estas cifras ofrece unas prestaciones de primera, supera los 200 km/h, siendo lo más impresionante los 5,9 s que invierte en acelerar de 0 a 100 km/h. La batería encargada de alimentarle tiene 54 kWh de capacidad que le autoriza una autonomía WLTP de 410 km. Pero en circuito, exprimiendo al máximo, observamos picos de consumo de hasta 45 kWh/100 km, lo que da una idea del kilometraje que se podría realizar a este ritmo. No obstante en carretera abierta resulta poco menos que imposible rodar a este frenético ritmo. Si la carga de la batería se realiza con corriente continua a una potencia de 100 kW se invierte menos de 30 minutos en recargar del 10 al 80%.

Gran dinamismo y una trazada muy precisa gracias al buen trabajo del diferencial Torsen D.

La pisada del vehículo es inmejorable. Dibuja a la perfección la trayectoria marcada por el volante gracias al buen trabajo realizado por el diferencial Torsen, que mantiene a raya el subviraje. Por otro lado resulta muy difícil descolocar el tren trasero. No hay que preocuparse del cambio de marchas porque no las hay, el piloto solo tiene que preocupase de  acelerar todo lo que se pueda, de frenar y de manejar la dirección. El tacto deportivo no se pierde gracias a una frenada que en modo Dynamic involucra exclusivamente a los discos, es decir, es una frenada totalmente mecánica, y a una modélica dirección, muy directa y comunicativa. A medida que se van haciendo kilómetros y se coge el tacto a este pequeño deportivo se empieza a rodar más deprisa. Se tiene la impresión de que no tiene límite dada la elevada velocidad de paso por curva que autoriza, se agarra como una lapa.

Chasis específico

Pero detrás de estas fuertes y gratificantes sensaciones se esconde una exhaustiva puesta a punto del chasis; un chasis concebido específicamente para el Alfa Romeo Junior Veloce que, además del nuevo motor de 280 CV, estrena otra primicia que tiene que ver mucho en su comportamiento dinámico, el diferencial Torsen D. El Torsen D es un sofisticado diferencial mecánico autoblocante o de deslizamiento limitado que en curvas rápidas o con fuertes apoyos efectúa un equilibrado reparto de par entre las ruedas delanteras en función de las condiciones dinámicas y de la adherencia, minimizando el subviraje a la vez que aumenta la estabilidad del vehículo en las curvas.

Con un chasis específico que incluye nuevos muelles y estabilizadoras así como amortiguadores con doble muelle, el vehículo digiere muy bien los constantes cambios de apoyo.

La dirección es muy directa (14.6), con un justo grado de asistencia. Con respecto a la suspensión, se ha rebajado 2,5 cm, y adopta tanto muelles como estabilizadoras específicos. Asimismo son característicos los amortiguadores con doble muelle de tope hidráulico. En el capítulo de los frenos incluye discos delanteros sobredimensionados de 380 mm con pinzas monobloque de cuatro pistones, mientras las llantas de 20 pulgadas van calzadas con unos eficaces neumáticos Michelin Pilot Sport especiales para automóviles eléctricos en medida 225/40. Cabe reseñar, en términos de eficiencia, que  el Alfa Romeo Junior Veloce pesa tan solo 1.560 kg, un peso muy contenido para un vehículo eléctrico de sus características y de media 200 kg menos que sus competidores. Aunque directos competidores precisamente no tiene muchos, segmento B-SUV de lujo, eléctrico y muy potente. Reúne estas características otro recién llegado, el Volvo EX30, cuya versión de tracción trasera va propulsada por un motor eléctrico de 272 CV. Pero pesa 1.840 kg, es decir, nada menos que 280 kg más que el Junior Veloce.

Diseño evocador y deportivo interior

Hablar del Alfa Romeo Junior significa hacerlo de Alejandro Mesonero-Romanos, su creador y director de diseño en Alfa Romeo. Aunque no es el primer Alfa Romeo salido de su lápiz, pues fue el exclusivo 33 Stradale, en el fondo puede decirse que si lo es a nivel comercial, de gama de calle. El diseñador español ha sabido plasmar en las líneas del nuevo Alfa Romeo Junior el rico legado de la marca a través de toda una serie de evocadores detalles, mezclándolo con su ingenio creativo.

Cola truncada que directamente evoca a la parte posterior del Alfa Romeo Spider Duetto III de 1983, con su gran alerón negro integrado.

El frontal acapara el mayor protagonismo, recoge el mítico trilobulado de la marca compuesto por sus tres característicos elementos, el Scudetto y las dos bigoteras laterales. El Junior Veloce adopta el llamado Scudetto Progresso, que acoge un relieve con la silueta del Biscione. También monta cristales oscurecidos, faros Full Matrix Led adaptativos y las exclusivas llantas de aleación Venti de 20 pulgadas. Como complemento los retrovisores en negro o el logotipo del Biscione en el pilar C. Además de la carrocería bitono, con el techo en negro, asimismo puede escogerse con uno de los seis colores de carrocería disponibles: Blanco Sempione, Negro Tortona, Rojo Brera, Azul Navigli, Acero Arese y Marfil Scala.

Si la carrocería rezuma esencia Alfa por los cuatro costados, esa misma sensación se tiene cuando se accede al interior. Como viene siendo habitual la consola central está orientada al conductor, un personaje siempre mimado por la marca. Ante el conductor se presenta un salpicadero de corte deportivo y original factura, con una serie de elementos ya conocidos que constituyen un guiño a Alfa Romeo. Es el caso de la tradicional doble visera a modo de  cannocchiale (catalejo) que cubre el cuadro de instrumentos o las salidas de aire con forma de quadrifoglio (trébol de cuatro hojas). Tanto para el cuadro de instrumentos como para el sistema multimedia se contemplan pantallas de 10,25 pulgadas. Los asientos Spiga adoptan un tapizado mixto a base de tela negra-roja y cuero ecológico, porque los asientos tipo baquet Sabelt tapizados en ante y cuero constituyen un elemento integrado dentro del pack Sport. Con respecto a la capacidad del maletero firma un volumen de 400 l.

Aunque las primeras entregas del Alfa Romeo Junior en el mercado español serán en septiembre, el Junior Veloce no estará disponible hasta fin de año, con un precio de 47.500 euros