Todo lo que debes saber sobre las hipotecas verdes
Te contamos qué son, quién las puede solicitar y los bancos que las ofrecen
Si estás pensando en comprar vivienda, seguramente también te hayas planteado cómo debe ser la hipoteca que termines firmando con el banco. Cada vez son más las personas que han tomado conciencia y contemplan la vivienda sostenible como opción a la hora de comparar y decidirse por una casa u otra.
Las hipotecas verdes son un producto financiero bastante nuevo, así que es muy normal que todavía desconozcas sus características clave. Ya ves que el mismo nombre nos da algunas pistas sobre la naturaleza del mismo.
Para empezar te diremos que las hipotecas verdes son un crédito bancario destinado a clientes que quieren adquirir viviendas sostenibles y eficientes. Pero no solo sirven para financiar la adquisición. Aunque no todas las entidades bancarias lo tienen en sus catálogos, es importante saber que este tipo de préstamos ofrecen a los consumidores un interés más reducido de lo habitual, tanto para la compra, como para la construcción o la rehabilitación de vivienda.
¿Qué son las hipotecas verdes?
Empecemos por el principio. Las hipotecas verdes no dejan de ser préstamos hipotecarios que sirven para financiar la compra, construcción o rehabilitación de una vivienda que cumpla técnicamente con la etiqueta de vivienda sostenible. A través de este tipo de hipotecas se pueden conseguir unas mejores condiciones, como rebajas en los tipos de interés.
Salvando esa característica vinculada a la sostenibilidad, las hipotecas verdes se asemejan a las hipotecas corrientes porque tienen unas condiciones parecidas. Es decir, pueden tener productivos vinculados, comisiones, etcétera. De hecho, algunas hipotecas que no son verdes incluso pueden llegar a tener unas condiciones más favorables. De ahí que antes de la contratación sea conveniente analizarlas al detalle.
¿Quién puede solicitarlas?
Que sean verdes no significa que sean muy distintas o excesivamente ventajosas, si las comparamos con las demás. Hay que tener en cuenta que las hipotecas verdes solo pueden solicitarse si el inmueble que queremos adquirir tiene una calificación energética A o A+. Si lo que pretendemos hacer con la hipoteca es una reforma, entonces habrá que demostrarle al banco que el nivel de eficiencia alcanzado será A o A+. Excepcionalmente, para algunos bancos puede ser suficiente una calificación B.
Por otro lado, y como ocurre con la solicitud de cualquier hipoteca (sea o no sea verde), el banco realizará un estudio previo en el que tendrá que demostrarse la solvencia del consumidor. También será preciso aportar una entrada y contar con los ahorros necesarios para asumir los gastos de formalización.
En este caso, pues, lo único que diferencia una hipoteca verde de una hipoteca normal es el hecho de tener que aportar el certificado de calificación energética en el momento de cursar la solicitud, que se añadirá a las nóminas, declaraciones de la renta y otros documentos que el banco solicite para realizar el estudio hipotecario previo.
¿Cómo se obtiene la certificación necesaria?
Como decíamos, un paso indispensable a la hora de formalizar la solicitud de una hipoteca verde es el de obtener el certificado energético de la vivienda. Para conseguirlo hay que acudir a un técnico habilitado que, tras realizar el correspondiente análisis, nos indicará la etiqueta energética de la vivienda. Si lo que queremos es realizar una reforma sobre la misma, podrá señalar aquellos aspectos que deben mejorar en el inmueble para conseguir la certificación adecuada y, por tanto, facilitar la concesión de la hipoteca verde.
Algunas de las reformas más importantes estarán vinculadas al aislamiento para la eliminación de puentes térmicos, especialmente en paredes y fachada. Otros aspectos a revisar pueden ser ventanas y puertas, sistemas de refrigeración, instalaciones de agua y eléctricas. Todas estas mejoras nos permitirán ganar eficiencia en la vivienda y, por supuesto, incrementar nuestro confort disfrutando al mismo tiempo de unas condiciones hipotecarias más ventajosas.
