El boom turístico registrado en Valencia vuelve a ocasionar debates acerca de la tasa turística

El boom turístico registrado en Valencia vuelve a ocasionar debates acerca de la tasa turística

Exceptuando la época de la pandemia por motivos lógicos, año tras año las cifras relativas al turismo no han hecho más que crecer en la Comunitat Valenciana, sobre todo en la ciudad de Valencia. Un claro ejemplo es el de 2024. En concreto, a lo largo de la estación veraniega, dicha urbe ha alcanzado unas cifras de auténtico récord, las cuales nunca antes habían sido registradas.

Récord turístico difícil de superar

En lo que respecta a Valencia, dicha ciudad dio la bienvenida a un total de casi 200.000 turistas a lo largo del mes de julio, uno de los preferidos por los viajeros debido a la menor masificación y a las temperaturas algo más ligeras respecto a agosto. En lo referente a las pernoctaciones hoteleras, las cifras son todavía mejores: más de 483.000.

Así pues, a nivel de visitantes, estamos ante el mejor mes de julio de la capital valenciana. Ello no es de extrañar si tenemos en cuenta el auge del turismo internacional cuyo crecimiento es si cabe mayor que el nacional.

Es innegable que una de las claves de este boom turístico del que estamos hablando reside en los visitantes extranjeros, aunque la lista no termina aquí. Y es que adicionalmente es reseñable el altísimo nivel de ocupación de los apartamentos turísticos. Reservar uno fue tarea casi imposible durante semanas, ya que el porcentaje de este tipo de inmuebles ocupados por turistas tanto nacionales como internacionales llegó a los 97 puntos. Es decir, tan solo 3 de cada 100 podían reservarse.

Dicho fenómeno es una clara muestra del enorme crecimiento experimentado por Valencia a modo de destino turístico, indistintamente de cuál sea el fin de viajar a dicha zona de España: pasar tan solo unos días o incluso disfrutar de una estancia prolongada. Esta última opción poco a poco va siendo elegida por más personas, factor que no sorprende si valoramos que la urbe valenciana ha hecho acto de presencia en publicaciones como Forbes, en las cuales se refieren a la capital valenciana como «la mejor ciudad para vivir o jubilarse».

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Implementar la tasa turística, ¿sí o no?

Este aumento de visitantes es visto con muy buenos ojos por la población. Y no es para menos, puesto que los ciudadanos de Valencia saben que, para su PIB, es esencial que los viajeros se decanten por dicha zona y no por otras con características similares. Sin embargo, el auge turístico también ha dado pie a la reapertura de un debate que, en los últimos tiempos, había quedado relegado a un segundo plano: la implementación de una tasa turística.

Si bien es cierto que dicho gravamen fue propuesto en el año 2022, no tardó en derogarse sin llegar a ser aplicado en ningún momento. En 2024, tras un verano de récord absoluto, era de esperar que adquiriera relevancia de nuevo.

Hay algunos municipios en concreto en los que la discusión relacionada con dicha medida paulatinamente ha pasado a estar más candente. Ello es debido a que estas zonas de la Comunitat Valenciana estiman que los fondos recaudados con la tasa turística podrían utilizarse con el objetivo de mejorar la manera en la que se gestionan los servicios públicos, algunos de ellos muy importantes para la población en general.

Por otra parte, los municipios de mayor éxito en términos turísticos también ven necesaria la aplicación de una tasa específica para establecer un estricto control del impacto provocado por la presencia de tantos viajeros.

Algunos partidos políticos ya se están pronunciando al respecto. El portavoz de Compromís en Les Corts, Joan Baldoví, afirma que una tasa turística que rondase un importe aproximado de dos euros por cada noche que el viajero pasase en la Comunitat Valenciana daría pie a unos ingresos significativos, los cuales se situarían en un total superior a 100 millones de euros al año.

Semejante cifra podría ser destinada a aspectos que son muy necesarios hoy en día, ejemplificándolo el hecho de contratar a profesionales que den soporte adicional a los médicos de la CC. AA., quienes en algunos casos se ven saturados y sobrepasados. Además, habría dinero suficiente para dar al alquiler el soporte que se merece, amén de fortalecer el sistema educativo.

A su vez, las autoridades de la región están valorando otras posibilidades como la de ampliar la capacidad aeroportuaria. El objetivo es claro: habilitar dichas instalaciones para que puedan recibir una cifra de visitantes que no para de aumentar. Alguna que otra iniciativa, como por ejemplo las de incrementar la capacidad del aeropuerto de Manises y la segunda pista en Alicante-Elche, simplificarían significativamente las labores necesarias para dar cabida a un número de turistas que, para 2030, se calcula que llegará a los 21 millones.

La Comunitat Valenciana se está fijando en otras ciudades del continente europeo en las que ya están vigentes las tasas turísticas. De esta manera, pretende evaluar detenidamente tanto los pros como cualquier tipo de implicación que derive de dicha medida que ya es una especie de estándar en otros destinos turísticos de carácter internacional, algunos de ellos pesos pesados del sector como Viena, Roma y Ámsterdam.