El cuidado de la boca: cuando la belleza y la salud van de la mano

Hay un aspecto que a menudo suele pasarse por alto en las rutinas diarias de belleza, pero que influye positivamente tanto en la estética como en la salud: el cuidado bucodental.

Y es que unas pautas adecuadas de higiene dental, además de evitar empastes, endodoncias y extracciones dentales, contribuyen a que la sonrisa luzca en todo su esplendor, realzando los resultados de los tratamientos rejuvenecedores del rostro y de la aplicación regular de cremas faciales hidratantes.

Ahora bien, ¿qué hacer cuando te has descuidado y el sarro y las manchas ya se han convertido en los protagonistas de tu sonrisa? ¿Cómo evitar la pérdida de piezas dentales cuando las caries o la periodontitis ya han comenzado a hacer su trabajo? A continuación te trasladamos las explicaciones que nos ha facilitado un prestigioso dentista en Albacete.

El sarro: el enemigo de la salud dental que, además, oscurece tu sonrisa

Eliminar el sarro es imprescindible para devolverle el brillo a tu sonrisa. Este enemigo silencioso no solo cubre y oscurece tus dientes, sino que también es caldo de cultivo de las bacterias causantes de la caries, la gingivitis y la periodontitis.

Por tanto, eliminarlo es una acción que favorece tanto a tu salud bucodental como el aspecto estético de tu rostro. ¿Y cómo se elimina el sarro? Si el problema es leve, bastará con una limpieza dental profesional, efectuada por un odontólogo o un higienista dental.

Para casos más severos, será preciso que el dentista realice un raspado dental, procedimiento que ha de realizarse con anestesia local.

En función de si el sarro ha penetrado o no dentro de las encías, el odontólogo decidirá si procede hacer:

• Un raspado supragingival: en este caso se elimina, con procedimientos mecánicos o ultrasónicos, el sarro que está por encima de la línea de las encías.
• Un raspado subgingival: el sarro que está debajo de la línea de las encías y dentro de las bolsas periodontales ha de eliminarse empleando curetas dentales, instrumentos específicamente diseñados para tal fin.

Una vez realizado el raspado, para evitar que el sarro reaparezca, es imprescindible que sigas unas escrupulosas pautas de higiene bucodental que incluyen:

• El cepillado después de cada comida.
• El uso de cepillos interdentales.
• El enjuague con un colutorio antibacteriano.

Además, debes pasar la seda o el hilo dental entre los dientes y las muelas, al menos una vez al día (preferentemente antes de que te vayas a dormir).

¿Caries incipientes o avanzadas? Empastes y endodoncias, las dos alternativas para evitar la pérdida de piezas dentales

Cualquier caries no tratada deriva, inevitablemente, en la pérdida definitiva de la pieza dental afectada. Y si la pieza está en la parte visible de la boca, el desastre estético está servido.

Para caries incipientes, un simple empaste es suficiente para erradicar la caries y restaurar estéticamente el diente dañado.

Y si la caries es tan profunda que ya ha afectado a la pulpa dental, es necesario practicar una endodoncia, procedimiento en el que se extrae la pulpa dentaria, se elimina el nervio y se trata el conducto radicular de la pieza. Tras ello, se reconstruye estéticamente la muela o diente.

¿Y cómo evitar una endodoncia? Fácil: además de cuidar la higiene bucodental diaria, acude una vez al año al dentista. Si sufres alguna caries incipiente, el odontólogo la detectará a tiempo e impedirá que termine afectando a toda la pieza dental.