La importancia del PLV en marketing: publicidad en el lugar de venta

Tipos de PLV

La importancia del PLV en marketing: publicidad en el lugar de venta

Uno de los principales desafíos al momento de concretar una venta es, en principio, conseguir que el cliente se fije en el producto. Actualmente, las góndolas de supermercados y tiendas comerciales están repletas de marcas y opciones. En este contexto, muchos comerciantes se preguntan ¿cómo destacar en el punto de venta? La respuesta está en manos de un fabricante de PLV

En el mundo del marketing, la PLV (publicidad en el punto de venta) se ha convertido en una estrategia indispensable para competir efectivamente en el mercado. Estos elementos son diseñados y fabricados específicamente para destacar en entornos de venta minorista, exposiciones, supermercados y similares, con el fin de generar un impacto visual mayor y captar rápidamente la atención de potenciales consumidores.

 Otra ventaja significativa es que los elementos de PLV son desmontables y móviles, lo que posibilita su transporte y reubicación en caso de ser necesario. Además, en los últimos años, los fabricantes han puesto especial énfasis en producir elementos ecológicos que puedan ser fácilmente reciclados, minimizando al máximo el impacto en el medio ambiente. 

Tipos de PLV 

Los formatos de PLV son variados: existen más de 20 tipos con dimensiones y funciones distintas. Evidentemente, la opción más adecuada siempre estará directamente relacionada con las necesidades del cliente y el tipo de producto a promocionar. De todas formas, a continuación te compartiremos siete de los formatos más populares entre los comerciantes. 

  1. Podiums. Son elementos elevados que resaltan productos colocándolos en altura. Su diseño suele ser cúbico en la mayoría de los casos.
  2. Expositores de suelo. Ideales para exhibir productos en sus empaques originales. Son similares a las góndolas de supermercado, aunque mucho más pequeños.
  3. Carteles retroiluminados. Ofrecen una presentación visual llamativa con iluminación trasera, perfectos para destacar ofertas especiales o lanzamientos de productos nuevos.
  4. Displays de suelo. Son similares a los expositores de suelo, pero en este caso, el usuario puede manipular los productos exhibidos, impulsando la idea de “autoservicio”. 
  5. Tótems automontables. Fáciles de montar y colocar estratégicamente, los tótems son ideales para campañas temporales o promociones específicas que requieren flexibilidad en el diseño.
  6. Puestos de degustación. Permiten a los clientes probar productos directamente en el punto de venta, fomentando la interacción y aumentando las posibilidades de compra. Normalmente, suelen ser atendidos por un empleado que se encarga de reponer los muestreros. 

Estos elementos no solo decoran el espacio comercial, sino que también mejoran la experiencia de compra del consumidor al hacerla más informativa, atractiva y convincente. Además, los fabricantes de PLV desarrollan diseños personalizados, lo que le permite a las empresas y pymes planificar estrategias de marketing más efectivas.

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Por otro lado, al ser elementos descartables y reciclables, su precio es accesible. Obviamente, algunos formatos pueden ser más costosos, ya que pueden incluir iluminación, sonido u otras funcionalidades, aunque esto también genera un impacto mucho mayor.

En cualquier caso, la implementación de PLV garantiza que un producto sea mucho más visible y el hecho de que esta visibilidad se dé en el punto de venta aumenta sustancialmente la posibilidad de compra.