Estos son los pasos que hay que seguir en un proceso de divorcio

Diferencias entre un divorcio de mutuo acuerdo y un divorcio contencioso

Estos son los pasos que hay que seguir en un proceso de divorcio
Estos son los pasos que hay que seguir en un proceso de divorcio

En ocasiones, optar por el divorcio puede ser la decisión más sana. No obstante, este proceso puede tornarse arduo si no se siguen los pasos correctos y se cuenta con el profesional adecuado. Ante este tipo de situaciones, la opción más inteligente es acudir a un abogado matrimonialista con experiencia en el sector.

Si tú o alguien de tu entorno tiene que transitar en breve por un proceso de divorcio, hay algunos detalles que deberíais conocer de antemano. En este artículo te los explicamos y despejamos las dudas más frecuentes. 

Cómo iniciar un proceso de divorcio

Si tú, tu cónyuge o ambos ya habéis tomado la decisión de divorciaros, pero no sabéis por dónde empezar, debéis saber que el único requisito para poder divorciarse legalmente es que hayan transcurrido 3 meses desde que se celebró, según lo dispuesto en la Ley 15/2005, de 8 de julio. 

Para iniciar este trámite de la mano de un abogado matrimonialista, se necesitan los siguientes documentos: certificado literal de matrimonio, convenio regulador, certificado de empadronamiento y certificado de nacimiento de los hijos (si los hay). En el caso de un divorcio contencioso, será necesario aportar también documentación que acredite la situación económica, así como facturas y recibos de la vivienda familiar y gastos de los hijos, si es el caso. 

A grandes rasgos, una vez presentada la demanda de divorcio, este puede costar en darse desde 1 a 3 meses si se realiza de mutuo acuerdo. Si no es así, el proceso podría alargarse hasta 12 meses. Más adelante explicaremos las diferencias entre un divorcio de mutuo acuerdo y uno contencioso, así como las ventajas y desventajas que aportan cada uno de ellos. 

Decisiones que deben tomarse en un proceso de divorcio

Cuando dos personas deciden divorciarse, pero no han tenido hijos, los aspectos en los que se centra el divorcio son de carácter patrimonial, es decir, se deben tomar decisiones sobre la liquidación del régimen económico matrimonial, la posible pensión de indemnización o compensatoria, entre otros.

Sin embargo, cuando se trata de una pareja con hijos, hay otros aspectos importantes a resolver:

  • Guarda y custodia. La responsabilidad de cuidar de los menores puede recaer sobre uno de los progenitores en exclusiva o ser compartida por ambos. Puede depender de muchos factores, pero siempre deben tomarse este tipo de decisiones pensando en el bienestar de los hijos. 
  • Uso de la vivienda familiar. Es muy importante determinar quién se quedará con la vivienda, si se quedará allí con los hijos, etc. 
  • Pensión alimenticia. En función de la custodia, se determinará qué progenitor debe aportar una pensión alimenticia y cuál será la cuantía de dicha pensión. 
  • Régimen de visitas. Es necesario acordar los horarios de visitas, así como la forma en la que se realizarán las mismas. Todo ello sin olvidar incluir en este acuerdo a los abuelos y otros familiares para evitar que se deshaga el núcleo familiar de forma que pueda afectar negativamente al menor. 

Tanto si existen hijos como si no, cuando ambas partes pueden ponerse de acuerdo en los términos de su divorcio, todo será sencillo para todas las partes, es lo que se conoce como un divorcio de mutuo acuerdo. Sin embargo, si no es posible, se dará lo que se conoce como divorcio contencioso. En el siguiente apartado, lo explicamos con más detenimiento. 

Diferencias entre un divorcio de mutuo acuerdo y un divorcio contencioso

Un divorcio de mutuo acuerdo es aquel que se realiza de forma amistosa entre ambas partes. Se acuerdan términos como la custodia de los hijos y la separación de bienes de forma pacífica, por lo que, incluso, ambas partes pueden acudir al mismo abogado matrimonialista. Este profesional será quien redacte los términos del divorcio. Posteriormente, se acudirá al juzgado para ratificar dicho acuerdo y se recibirá la sentencia recogiendo la voluntad de las partes. 

 

En contra, un divorcio contencioso es aquel en el que ambas partes no están de acuerdo, por lo que cada uno tiene su propio abogado y procurador. No se presentan ante un juez para ratificar nada si no para tratar los desacuerdos y será el juez quien dictamine los términos del divorcio. No obstante, esta sentencia se puede recurrir. 

Lo más aconsejable siempre es un divorcio de mutuo acuerdo, sobre todo cuando hay hijos de por medio. Un divorcio de mutuo acuerdo se caracteriza por su simplicidad y rapidez. Al no haber punto a discutir, todo puede solucionarse de forma sencilla, por lo que también se abaratan los costes y se evitan disputas que puedan afectar tanto a los adultos como a los niños

Ahora que ya conoces lo esencial sobre el proceso de divorcio, estarás más preparado para enfrentarte a esta situación. No obstante, recuerda que lo mejor para ahorrar tiempo, dinero y disgustos, es dejarse asesorar por un buen abogado matrimonialista con experiencia demostrada

Video del día

Hallan el cadáver del turista desaparecido
en Tenerife hace 29 días
Comentarios