Congreso del PP. Empieza el postaznarismo, Aguirre pierde, Gallardón gana, los críticos fuera, y Rajoy ya es candidato a presidente del Gobierno

La primera conclusión del cónclave valenciano es que Mariano Rajoy es, de hecho, el actual candidato a presidente del Gobierno. Y, con el cambio en los Estatutos, a partir de aquí, si alguien pretende desbancarle tendrá que esperar al siguiente congreso, en principio dentro de tres años, es decir en 2011. Eso, si no hay elecciones anticipadas, o incluso si el congreso no se retrasa a después de 2012, como ya ha ocurrido otras veces.

Rajoy ha maniobrado con eficacia, al promover esa reforma de los Estatutos que muestra, de forma evidente, que no se considera una persona de paso, sino que quiere volver a ser candidato y está decidido a serlo. En cuanto al siguiente congreso, el nuevo proceso de elección de presidente copia el sistema norteamericano de nominaciones.

El postaznarismo

Clausurado el congreso del Valencia, es evidente que comienza en el PP una nueva etapa. La herencia recibida hace cuatro años desaparece (visualizado sobre todo con las ausencias de Zaplana y Acebes) y entra en el postaznarismo que no se atrevió a aplicar tras la derrota de 2004.

Rajoy ha puesto en marcha un partido renovado, con otras caras, mucho más jóvenes, con escaso pasado, incluyendo dos mujeres en los máximos cargos, y con nuevo “talante”: ubicado en el centro y dialogante, condiciones imprescindibles –según su líder- para poder ganar y volver a gobernar. Diálogo con los nacionalistas, evitar la imagen de dureza de la pasada legislatura. En palabras de Rajoy: “No quiero que nadie vote al PSOE para que no gane el PP”. Que es lo que ha pasado en 2008.

El primer día de su presencia en el congreso, Aznar no se resistió a dar la nota. Al llegar, se comportó hasta con mala educación, con su despectivo saludo a Rajoy. Algunos de los asistentes comentaron que, una cosa es la discrepancia que pueda tener con él, y otra protagonizar un desplante en público, escenificado a propósito sabiendo que las cámaras de televisión estaban pendientes de él.

El sábado no estuvo presente en el discurso de Rajoy, y su intervención posterior, por la tarde, fue crítica. Se limitó a darle su “respaldo responsable”, y a continuación ensalzó a las personas que han huido de su entorno, como Ángel Acebes, Eduardo Zaplana, María San Gil y José Antonio Ortega Lara.

Acebes que fue tratado con mucho aprecio en su adiós, hasta con emoción y casi lágrimas, tampoco puedo evitar marcharse con desplantes. Por ejemplo con su afirmación de que “menos PP no significa más votos” y con la insistente referencia a la autoexcluida María San Gil.

En cambio, la presencia de Rato, dadas las difíciles relaciones entre ambos en la última época, supuso un cierto respaldo a Rajoy, aunque sea indirecto, porque la ausencia habría resultado clamorosa. El principal motivo de su asistencia fue estar en la despedida de Acebes, pero verle Valencia despejó algunos fantasmas.

Aguirre se siente “un verso suelto”

La presidenta de la Comunidad de Madrid ha sido uno de los perdedores, y ella misma lo ha dado a entender sin tapujos. Aunque en el nuevo Comité Ejecutivo hay cinco personas suyas, queda excluido su “número dos”, Ignacio González, por el que ella había abogado insistentemente.

Esperanza Aguirre afirmó que se ve como “el verso suelto” en el partido, y que se ha sentido “no muy escuchada”. Dijo que echaba de menos “mucha gente importante del partido por integrar”. Personas de su entorno no se privaron de afirmar que la nueva situación salida de Valencia es “transitoria”, añadiendo que a veces hay que perder para ganar después.

Todo esto hay que interpretarlo como que la presidenta madrileña no tira la toalla. ¿En qué? En su aspiración (aunque se empeñe en negarlo) por convertirse un día en la alternativa de Mariano Rajoy como candidata a presidir el Gobierno de España.

Ruiz Gallardón, en alza

El alcalde de Madrid sale reforzado, aunque no tanto como esperaba, puesto que no es secretario general ni vicesecretario. En el Comité Ejecutivo hay tres personas del Ayuntamiento, incluido su mano derecha, Manuel Cobo.

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Para disgusto de Aguirre, el alcalde entra en el núcleo duro de los nueve que forman el Comité de Dirección, aunque la presidenta quiso restarle importancia diciendo que “ya estaba”. En efecto, asistía cada lunes a los “maitines”, en Génova, la reunión de notables para adoptar las decisiones estratégicas, ahora sido suprimida por Mariano Rajoy, quien concentrará en el Comité de Dirección las decisiones importantes.

Además del presidente del partido, integran el Comité de Dirección la secretaria general, los tres vicesecretarios, y los portavoces del Congreso y del Senado, junto con Ana Pastor, Cristóbal Montoro y Federico Trillo nuevo responsable de Justicia e Interior, que sustituye a Ignacio Astarloa. Astarloa, un hombre de Mayor Oreja, que ha preferido quedar como diputado raso.

¿Congreso a la búlgara?

El pronóstico de algunos, de que iba a ser un congreso “a la búlgara”, no se ha cumplido, ni, como se ha contado, por el tono de algunas intervenciones, ni tampoco por el voto conseguido por Rajoy, reelegido presidente del PP con el apoyo del 78,8% de los compromisarios acreditados.

Se emitieron 2.643 sufragios, de los cuales 2.187 respaldaron a Rajoy, 47 fueron nulos y 409, en blanco. Sumando abstenciones, papeletas nulas y votos en blanco, un 21,2% de los compromisarios no aprobó la elección del presidente (en 2004, obtuvo el 98,37% de los votos). Es el menor respaldo desde la refundación del PP. Algunos compromisarios habían preparado votos nulos con la fotografía de María San Gil

El nuevo Comité Ejecutivo, formado por 24 y 15 mujeres, incluye 20 caras nuevas. Repiten María Dolores de Cospedal, Teófila Martínez, Luisa Fernanda Rudi y Alejo Vidal-Cuadras. Además de Ruiz-Gallardón, aparecen otros tres alcaldes: Rita Barberá (Valencia), Juan Carlos Aparicio (Burgos) y Ángeles Muñoz (Marbella). Y hay cinco ex ministros Juan José Lucas, Juan Carlos Aparicio, José María Michavila, Celia Villalobos y Elvira Rodríguez.

Se incluye a dos personas de Ruiz Gallardón: el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, y la concejala Ana Botella. Y a cinco vinculadas a Aguirre: Elvira Rodríguez (presidenta de la Asamblea de Madrid), y los consejeros Alfredo Prada, Lucía Figar, Manuel Lamela y Juan José Güemes.

Los críticos, laminados

Dos ex ministros, alineados con los críticos, han dejado de formar parte del Comité Ejecutivo: Jaime Mayor Oreja y Juan Costa, además de Ángel Acebes.

Aunque sigue contando con algún crítico, como es el caso de Alejo Vidal Cuadras, tal como se anunció en El Confidencial Digital (ver noticia), dos de las figuras de ese sector crítico no han tenido perdón y se quedan fuera: Juan Costa y Gabriel Elorriaga (que era secretario de Comunicación). Desaparecen también Carlos Aragonés (ex jefe de gabinete de Aznar) y por supuesto María San Gil. Tampoco Manuel Pizarro figura en la Ejecutiva.

Entre las caras nuevas, destaca la hermana de Miguel Ángel Blanco, Marimar, designada directamente por Rajoy y con la que presumiblemente ha querido incorporar a otro símbolo del País Vasco que pueda cubrir el vacío de María San Gil. Además, se incorporan el ex alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, y el diputado autonómico y portavoz del PP vasco, Leopoldo Barrera, alejados de la línea de San Gil.

Todas las comunidades autónomas salvo Asturias, Cantabria y Baleares cuentan con miembros en el Comité Ejecutivo. Sale mejor parada Andalucía, con siete representantes, seguida por Comunidad Valenciana, Castilla y León y Madrid, con cinco cada una.

Coordinadores de área

Repiten como coordinadores de área: Juan Carlos Vera (Organización), Ana Pastor (Participación Social), Jorge Moragas (Relaciones Internacionales, que será también coordinador de la Presidencia) y José Antonio Bermúdez de Castro (Electoral). Juan Manuel Moreno asume Política Autonómica y Municipal, y Cristóbal Montoro Economía (en sustitución de Miguel Arias Cañete, nuevo presidente del Comité Electoral).

Hay seis secretarios: Álvaro Nadal, José María Lasalle, Gonzalo Robles, Juan José Matarí, Sandra Moneo y Rafael Rodríguez-Ponga. El tesorero es Luis Bárcenas, el presidente del Comité Nacional de Derechos y Garantías Alfonso Fernández-Mañueco, y el secretario, Carlos Argos.