Enrique Múgica busca repetir como Defensor del Pueblo ante la falta de consenso entre PP y PSOE para su relevo
El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, cuenta los días para que se acabe su mandato, en la primavera de 2010. La necesidad de consenso puede hacer que se repita la situación de 2005, cuando Alfredo Pérez Rubalcaba decidió que siguiera en su puesto.
Según fuentes institucionales consultadas por El Confidencial Digital, son varios los indicios que coinciden para que Enrique Múgica revalide su mandato por otros cinco años.
En primer lugar, la falta de candidatos claros para sustituir a Múgica. La senadora Carmen Alborch cuenta con el veto del Partido Popular y, además, ha sido indiscreta a la hora de mostrar sus ambiciones, pese a los consejos que ha recibido de “estarse callada” si quiere conseguir el puesto.
Como ya relató El Confidencial Digital (véalo aquí), Zapatero le prometió a Alborch, incluso públicamente, el nombramiento como Defensora del Pueblo. Sería la primera mujer que lo consigue en España y así, además, Zapatero podría cumplir con la “colocación” en puestos institucionales del Comité de Notables que reunió en torno a sí para asesorarle en las elecciones generales de 2004. Todos –Bono, Moratinos, Peces-Barba- han tenido grandes puestos salvo Alborch, que es secretaria primera del Senado.
En segundo lugar, pese a que Múgica sabe que cuenta con el disgusto de Rodríguez Zapatero y, por extensión, de todo el PSOE, el hecho de que su nombramiento requiera del concurso parlamentario del PP favorece sus posibilidades. Así ocurrió en 2005, cuando Alfredo Pérez Rubalcaba, entonces portavoz del PSOE en el Congreso, cansado ya de las negociaciones infructuosas, transigió: si Múgica le gustaba al PP, no había que buscar más.
En tercer lugar, la reciente estima en la vida pública por personas de edad avanzada como “hombres de consenso”, alimentada por el nombramiento de Alberto Oliart como presidente de RTVE, aumenta las probabilidades de Múgica.
Las mismas fuentes institucionales hacen llegar a El Confidencial Digital su sorpresa ante el hecho de que Zapatero prometiera a Alborch el puesto de Defensora del Pueblo cuando no es un nombramiento que dependiera de él.
