José Bono está exigiendo a los diputados la presentación de un dossier previo para permitir sus viajes al extranjero y un informe a la vuelta

Según fuentes parlamentarias consultadas por El Confidencial Digital, José Bono ha encargado a la vicepresidenta primera del Congreso, la socialista catalana Teresa Cunillera, el control de los viajes de los parlamentarios.

Ahora, conforme a estas disposiciones, los diputados tienen que elevar un documento en el que se detalle el propósito y la utilidad del viaje, así como su presupuesto. En ese momento, depende de la vicepresidenta Cunillera la aprobación del viaje, con la consiguiente dotación a cargo del Congreso. Del mismo modo, a su vuelta, los diputados tienen que entregar a la Mesa del Congreso un informe completo del contenido de su viaje.

Esta política de austeridad implementada por Bono a partir de 2009 coincide con la congelación, por segundo año consecutivo, del presupuesto de la Cámara Baja. Con esta política, Bono ha querido poner orden, según las fuentes consultadas, en los grupos de amistad oficiales existentes entre el Congreso español y las instancias legislativas de otros países.

No pocos parlamentarios, sin embargo, han criticado veladamente que, mientras que a ellos se les restringen los viajes, “los miembros de la Mesa” son los que más viajan. Bono causó polémica, asimismo, por prohibir los viajes de los diputados miembros de la Asamblea Parlamentaria de un organismo internacional como es la UEO. Ahora, se ha filtrado a la prensa la petición de la diputada socialista Mercedes Coello de viajar en primera clase a Chile, para permanecer en el país durante cuatro días a propósito del Congreso Internacional de la Lengua Española. La diputada socialista presentó un presupuesto de 11.000 euros para el viaje.