Rubalcaba se plantó y exigió que el nuevo director de la Policía y la Guardia Civil fuera una persona de su confianza y no una mujer como quería Zapatero

La intención de Zapatero era colocar una mujer al frente de la dirección general de la Policía y la Guardia Civil. No obstante, Rubalcaba no accedió a las aspiraciones del presidente del Gobierno y, finalmente, se ha optado por colocar en el mando único a una persona de la ‘cuerda’ del ministro del Interior.

Alfredo Pérez Rubalcaba no quería continuar al frente del ministerio. Al cántabro le ha tocado asumir una cartera en un momento complicado como es el de la negociación del Gobierno con ETA y la posterior ruptura de la tregua por parte de la banda terrorista. Rubalcaba aspiraba a otros cometidos y así se lo hizo saber a José Luis Rodríguez Zapatero.

El presidente consiguió convencer finalmente a Rubalcaba para que continuase, al menos por el momento, en Interior en este inicio de la IX legislatura. Sin embargo, Zapatero ha tenido algún encontronazo con el ministro en algunas cuestiones, como en el tema del sustituto de Joan Mesquida.

Zapatero pretendía que la dirección de la Policía y la Guardia Civil la asumiera una mujer. Incluso, tal y como se público en exclusiva en estas páginas –acceda a esta información pinchando aquí-, llegaron a circular algunas quinielas con los nombres de algunas féminas candidatas al mando único (Leire Pajín, Concepción Sanz Carrillo, Monserrat Palma y Muñoz y Pilar Fuertes Ferragut).

No obstante, Rubalcaba se plantó. Exigió que el sustituto de Mesquida fuera una persona de su confianza y eligió para el cargo a Francisco Javier Velázquez, ex director General de Protección Civil y Emergencias, un hombre en el que, tal y como reconoció el propio ministro el día de su toma de posesión, tanto Antonio Camacho (secretario de Estado de Seguridad) como él confían plenamente. Rubalcaba calificó a Velázquez de “buen jugador” al que sólo se le ha movido de puesto.

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