Zapatero no quiere problemas con los antimilitaristas catalanes: traslada a Palma de Mallorca la cumbre europea de Defensa prevista en Barcelona

El Consejo de Ministros de Defensa de la Unión Europea, que tendrá lugar en España en 2010, en el marco de la presidencia española de dicho organismo internacional, se celebrará finalmente en Palma de Mallorca y no en Barcelona.

La presidencia española de la Unión Europea en 2010 centra, desde hace meses, la atención preferente del Ejecutivo Zapatero que trabaja discretamente en ese frente. La intención es aprovechar ese espaldarazo internacional de la figura del presidente para relanzar la segunda parte de la legislatura y recuperar terreno y prestigio.

Entre las citas más esperadas figuran las cumbres europeas con ministros comunitarios. Las distintas comunidades autónomas, conscientes también del rédito de imagen que supondría para ellas organizar esos encuentros, han pujado por albergar alguna de las reuniones.

El propio Gobierno ha tratado de ser equitativo y buscar repartos justos. Ha sido el Secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, quien, en su ronda de contactos preparatorios de la presidencia española, ha venido recogiendo el sentir de las autonomías, buscando interlocución con todas.

Pues bien. Según ha confirmado El Confidencial Digital, el Consejo de Ministros de Defensa que tendrá lugar en suelo español en 2010 iba, en un principio, a celebrarse en Barcelona. Fuentes diplomáticas consultadas por ECD señalan, sin embargo, que tal previsión se ha visto reconsiderada por el ambiente antimilitarista de la ciudad.

Así, la reunión se celebrará finalmente en Palma de Mallorca, cuya condición insular constituye una ventaja para evitar altercados, el ir y venir de los ‘antisistema’ y las concentraciones de violentos.

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Cabe recordar que el propio ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, anuló en 2006 una cumbre europea sobre Vivienda en Barcelona. La versión oficial que se hizo circular inicialmente desde el Ministerio que dirigía entonces María Antonia Trujillo fue que no se podían cuadrar las agendas de los participantes.

Sin embargo, meses después y respondiendo a una pregunta en el Congreso, la ministra Trujillo admitió en sede parlamentaria que el aplazamiento se debió “únicamente” a “motivos de seguridad”, tras una recomendación “unánime y expresa” de la Junta de Seguridad para que cancelara esa cita.