El enfado de Zapatero. No entiende por qué Rubalcaba no ‘frena’ a El País y la SER en sus críticas sin piedad al presidente del Gobierno, mientras dan alas al vicepresidente

El presidente del Gobierno está muy enfadado con el grupo Prisa. Motivo: el trato privilegiado que, en su opinión, dispensa al ‘número dos’ del ejecutivo, el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, mientras que a él no dejan de criticarle con toda dureza. Fuentes socialistas ven detrás la mano de Juan Luis Cebrián.

La existencia de ese malestar profundo de Zapatero es confirmado por destacados miembros del Gobierno cercanos al presidente, que no dudan en atribuir a El País y la Cadena SER una actitud de menosprecio al jefe del Gobierno, en lo que estiman que es una estrategia para ‘quemarle’ y colocar en su lugar a Rubalcaba.

Según fuentes socialistas de máximo nivel, consultadas por El Confidencial Digital, este malestar es compartido también por destacados dirigentes del PSOE, que denuncian en privado el trato ‘discriminatorio’ que se aplica al inquilino de La Moncloa, por contraste con su actitud respecto a Alfredo Pérez Rubalcaba. 

Estas mismas fuentes, afines a Zapatero, califican de “alucinante y escandaloso” el modo en el que la Cadena SER y El País “rinden pleitesía informativa” de forma continua al vicepresidente, mientras que atacan, critican y descalifican sin parar al presidente del gobierno.

El último ejemplo que manejan son la entrevistas de este martes a Rubalcaba, por parte de Carles Francino, y la del lunes, en Cuatro (donde Prisa todavía mantiene algo de influencia). El análisis que hacen estas fuentes es que “Rubalcaba se paseó como quiso” en esas dos citas periodísticas, y que estaban diseñadas para que se luciera.

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Los ‘zapateristas’ del PSOE ven en todo esto una “descarada maniobra política” del consejero delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, dirigida a “imponer” a Rubalcaba como candidato socialista a la presidencia del Gobierno y evitar (como sea) que Zapatero repita en las próximas elecciones generales.

Estos mismos dirigentes y miembros del Gobierno no acaban de comprender cómo el propio Rubalcaba, que mantiene una excelente línea de interlocución con Cebrián, directa y permanente, no realiza un solo movimiento para ‘frenar’ el acoso constante del Grupo Prisa al presidente.

Lo cierto es que la relación Zapatero–Cebrián siempre ha sido tensa, desde que el presidente del Gobierno, al poco de llegar a La Moncloa en 2004, se negó a aceptar las exigencias del consejero delegado de Prisa. Un Cebrián que ahora, según estos dirigentes socialistas, pretende volver a imponer a su candidato en el partido y vengarse así de Zapatero.