Así hace campaña en un feudo del nacionalismo vasco Izquierda Española

1. A bordo de la 'izquierdoneta'
2. Maniobras militares
3. Denuncia del dumping fiscal en Miranda de Ebro
4. Entrando en Andoáin
5. Homenaje a López de Lacalle

Se definen como un partido de izquierdas que lucha contra los nacionalismos identitarios. Izquierda Española, nacida a partir del think-tank El Jacobino, es una de las nuevas formaciones que concurrirán a las elecciones europeas del próximo 9 de junio. 

Registrado en el Ministerio del Interior en diciembre de 2023 y presentado de manera oficial en enero de este mismo año, el partido afronta estas semanas su primera campaña electoral. Confidencial Digital los acompaña en uno de sus viajes, en el que peregrinan a la localidad guipuzcoana de Andoáin para homenajear al periodista José Luis López de Lacalle, asesinado por ETA hace ahora 24 años. 

La jornada comienza temprano. Tomamos un café mientras esperamos a que llegue todo el equipo: algunos han ido a llevar a sus hijos al colegio, a otros les empieza a pasar factura el cansancio acumulado a lo largo de la semana. "No hay días libres, hay ratos libres algunos días", cuentan a ECD. Son dos semanas y hay que aprovecharlas. Su agenda alterna los viajes a lo largo y ancho de la geografía española con actos en Madrid, campamento base de la campaña y ciudad donde reside parte de los miembros de la candidatura. Entre ellos, su cabeza de lista, el abogado Guillermo del Valle. 

Aunque la lista al Parlamento Europeo incluye algunos cargos públicos actuales provenientes de otros partidos (es el caso de Soraya Rodríguez, eurodiputada en la legislatura que termina, o Francisco Igea, procurador en las Cortes de Castilla y León), no cuentan con representación obtenida bajo las siglas de Izquierda Española al no haberse presentado hasta ahora a ningunos comicios, por lo que su presupuesto es limitado. 

A bordo de la 'izquierdoneta'

Por ello, no hay autobús de campaña, sino que viajan en sus propios coches. "Nada que ver con el Peugeot de Pedro", bromean, en referencia a la berlina con la que Pedro Sánchez recorrió España hace siete años en compañía de Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García. Era 2017 y Sánchez, que había perdido la secretaría general del PSOE y había renunciado a su acta de diputado en el Congreso, iniciaba una gira al volante de su Peugeot 407 que le llevaría a recuperar la confianza de los militantes y su cargo en el partido, tras derrotar a Susana Díaz en las primarias.

El coche se convirtió en un símbolo y Miguel Tellado bautizó a sus ocupantes como "la banda del Peugeot".

En Izquierda Española también consideraron la posibilidad de poner nombre a los vehículos con los que están recorriendo el país, tuneados para la ocasión con unos imanes con el logo del partido. Barajaron apelativos como "la izquierdoneta" o "la españoleta", jugando con el nombre del partido, aunque finalmente los desecharon para evitar convertirse en un meme. Es fina la línea que separa el humor del espectáculo, y desde la organización insisten en la necesidad de mantener la imagen de un partido serio. 

Salen, en fin, dos coches que recorrerán los más de 400 kilómetros que separan Andoáin de la capital. A mediodía partirá un tercero, también desde Madrid, y uno más se unirá desde Miranda del Ebro. 

Maniobras militares

Es en esta localidad burgalesa donde tiene lugar la primera parada en el camino. Bueno, la primera parada oficial. Poco antes de llegar, nos detenemos en un área de servicio justo en el momento en que una columna de vehículos militares aparece en el horizonte y e interrumpe la marcha cuando llega a nuestra altura. 

Con la ley de amnistía recién aprobada y entre bromas sobre un hipotético golpe de Estado, el vehículo que está en cabeza abre la puerta y uno de sus ocupantes se dirige a nosotros. Nos pide que movamos un poco la furgoneta para poder entrar a repostar, y ahuyenta nuestros temores: no se trata de ningún golpe, solo están volviendo después de realizar unas maniobras militares en Toledo. 

Denuncia del dumping fiscal en Miranda de Ebro

Primera parada, decíamos, en Miranda de Ebro. La elección no es casual. Aunque pertenece a la provincia de Burgos, Miranda limita al norte y al este con Álava, y al sur con La Rioja. Su cercanía con el País Vasco la convirtió en el enclave elegido por Izquierda Española para enarbolar su bandera de la igualdad, en este caso en materia fiscal.

El partido aprovechó su alto en el camino para denunciar el dumping fiscal que sufre la ciudad a causa de los desequilibrios territoriales en este ámbito: desde el concierto económico vasco (el conocido como cupo vasco) al convenio navarro o las políticas de la Comunidad de Madrid en materia de impuestos que constituyen, en palabras de Guillermo del Valle, "privilegios fiscales inaceptables". 

En contraposición, el candidato abogó por la armonización a nivel europeo y la eliminación de los paraísos fiscales en el territorio de la Unión. 

La pausa mirandesa concluyó con un almuerzo en un bar de menú. Pero no un bar cualquiera: el restaurante Bocca Miranda está situado junto a la sede del PSOE, y es precisamente el lugar al que suelen acudir a comer los trabajadores y miembros del Partido Socialista de la localidad. Aquí nada se deja al azar.

Entrando en Andoáin

De vuelta a la carretera, ya se vislumbra a lo lejos el cambio de paisaje que indica que nos adentramos en territorio éuskaro. "Es como en Ocho apellidos vascos", comenta alguien, y procedemos a rememorar escenas célebres de la película. "Ese territorio tan llano y tan democrático es adonde nos dirigimos", ironizan. 

En el coche de Izquierda Española no suena música. En su lugar, los candidatos ultiman detalles de la campaña o comentan la actualidad política. Aunque no todo es política, y la conversación deja espacio a comentar curiosidades sobre las ciudades que atravesamos o sobre la vida cotidiana. 

Sí se sugiere poner la música en el momento de entrar a la ciudad, al igual que hicieron en Ripoll, al inicio de la campaña. La idea, sin embargo, queda desechada: Del Valle recuerda que no es un acto de carácter festivo, sino que está destinado a honrar la memoria de José Luis López de Lacalle. 

Homenaje a López de Lacalle

El periodista, sindicalista y político fue asesinado por la banda terrorista ETA cuando se dirigía a su domicilio en Andoáin, el 7 de mayo de 2000, hace apenas 24 años. Definido como un hombre de izquierdas y crítico con el nacionalismo vasco, y en particular con el terrorismo, Izquierda Española reivindica la figura de López de Lacalle como paradigma del ideario que defienden en su programa. 

En el lado opuesto, el partido denunció la presencia en las listas de EH Bildu de Pernando Barrena. El número dos de la candidatura de Bildu en la coalición Ahora Repúblicas, condenado por su vinculación con la banda terrorista, se ha negado en varias ocasiones a condenar el terrorismo de ETA. Soraya Rodríguez recordó asimismo la directiva de víctimas que ha impulsado junto con el eurodiputado popular Javier Zarzalejos en esta legislatura, que prohibe los actos de exaltación del terrorismo y los homenajes a los asesinos en el seno de la Unión Europea. 

El homenaje se produjo en el portal donde fue asesinado. Un vecino del municipio se acerca y pregunta si están seguros de que era ese sitio. "Sí", responden desde el partido, y el hombre se aleja, aunque permanece observando el acto desde la distancia. 

En esta localidad guipozcoana donde también fue asesinado Joseba Pagazaurtundua, y que ahora está gobernada por Bildu, el ambiente no es especialmente cálido, no solo en términos meteorológicos. Un padre de familia se acerca para recordar al cámara que no tiene permiso para fotografiar a sus hijos, menores de edad. Junto con el vecino anterior, son las únicas interacciones que surgen en torno al acto. 

Concluido el reconocimiento, y tras un rato de charla, el partido enfila esa misma tarde el retorno a la capital. Al día siguiente les espera la Feria del Libro de Madrid. Vuelven a casa dieciséis horas después, con la satisfacción del deber cumplido y la sensación agridulce de saber que, hace no tanto tiempo, deberían haber mirado debajo del coche antes de arrancar la furgoneta.