El Gobierno cuenta con que los gritos de “traidores” a Junts fuercen el “sí” al techo de gasto
La Moncloa ha aplazado la votación para dar tiempo a que el partido de Puigdemont cambie el voto ante la creciente presión social
- Iniciativas que afectan a la ciudadanía de Cataluña
- Perderían 1.500 millones de euros
- Negativa tras negativa
- “Puigdemont solo piensa en lo suyo”
El Gobierno ha detectado que la presión social a Junts en Cataluña está comenzando a hacer mella en el partido del expresident, Carles Puigdemont, y quiere aprovecharlo para conseguir que cambie de opinión y apoye la senda de déficit propuesta por el Ministerio de Hacienda, según explican a Confidencial Digital altos cargos socialistas.
Esta posible vía de escape ha llevado al Consejo de Ministros a retrasar la votación parlamentaria del nuevo techo de gasto. Los gritos de “traidores” de decenas de personas frente a la sede de la formación independentista en Barcelona el pasado miércoles, tras votar en contra de regular el alquiler, ha removido conciencias de puerta hacia adentro.
Una preocupación que el Partido Socialista calcula que irá en aumento si la fuerza separatista mantiene su negativa a aprobar medidas que tocan el bolsillo de la ciudadanía catalana. La nueva senda de déficit otorgaría a Cataluña 1.543 millones de euros más que si se mantiene el actual techo de gasto. En Moncloa han optado por demorar la votación en la Cámara Baja para ganar tiempo y dejar que las protestas surtan efecto.
Iniciativas que afectan a la ciudadanía de Cataluña
El pasado martes, el Congreso de los Diputados rechazó la propuesta de Sumar para reformar la Ley de Arrendamientos Urbanos con el objetivo de limitar el precio de los alquileres de temporada. Una iniciativa con especial resonancia en la capital catalana, que se posiciona como la ciudad con el mercado del alquiler más tensionado de España. El 40% de la oferta de arrendamiento es de temporada, según los principales portales inmobiliarios. En julio, el alquiler en Barcelona registró un nuevo récord al alcanzar una media de 1.200 euros mensuales.
Una encuesta elaborada por el Instituto DYM para el periódico 20Minutos refleja que los catalanes sitúan la vivienda como el principal problema de Cataluña.
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La negativa de Junts a regular el alquiler toca directamente uno de los principales desafíos de la comunidad autónoma y en Moncloa detectan que la desafección hacia el partido de Puigdemont aumenta cada vez que rechaza medidas en el Congreso que influyen en el día a día de su electorado. Un filón que los socialistas van a explotar para forzar a los independentistas a votar a favor de medidas ante el desgaste electoral que les puede suponer votar en contra.
En el Gobierno son conscientes de la importancia que tiene para las formaciones separatistas evitar cualquier hostilidad por parte de los suyos y la palabra “traidores” produce pánico en las cúpulas de los partidos independentistas. Los socialistas jugarán esta baza, que ha surgido como una luz al final del túnel cuando, en privado, distintos ministros ya daban por hecho que la votación de la senda de déficit decaería este jueves y tendrían que prolongar de nuevo las cuentas del Estado vigentes desde 2023.
Perderían 1.500 millones de euros
Ferraz insistirá en todo el dinero que perderán las autonomías, no solo las del PP, para que los ciudadanos de Cataluña entiendan que el nuevo techo de gasto les afecta tanto como la vivienda. En caso de que la Cámara Baja rechace la propuesta de Hacienda, Cataluña —casi a la par que la Comunidad de Madrid— se situaría como el territorio más perjudicado: perdería 1.500 millones de euros extra para gastar en políticas públicas.
El Gobierno ni siquiera ha entrado a estimar cuándo llevará al Congreso la nueva senda, pero jugará con los tiempos hasta el límite. La idea de Hacienda era aprobar los nuevos Presupuestos en octubre y enviarlos a Bruselas, pero el Ejecutivo intentará ahora retrasar al máximo la votación en el Parlamento para intentar que el caldo de cultivo contra Junts entre en ebullición.
Negativa tras negativa
El Gobierno filtró en la mañana de este miércoles que se planteaba aprobar en el Consejo de Ministros una demora en la senda de déficit que terminó ejecutándose. Pocas horas antes, altos cargos de Ferraz aseguraban que estaban detectando esta movilización en contra de las negativas constantes de Junts, que ya tumbó el techo de gasto el pasado 23 de julio.
La formación independentista también rechazó la reforma de la ley de extranjería para repartir entre todas las comunidades a los menores inmigrantes que llegaron a Canarias durante el verano.
“Puigdemont solo piensa en lo suyo”
Los socialistas llevan casi un año de legislatura tratando de entenderse con Junts, pero Ferraz ha constatado ya que los de Puigdemont no garantizan el “sí” a ninguna medida. “Me confirmaron que votarían a favor hoy a la hora de comer”, reprochó Íñigo Errejón, portavoz de Sumar, la noche que el partido independentista tumbó la propuesta para regular el alquiler en una entrevista en la Cadena SER.
El PSOE considera que el expresident ha tensado al límite la cuerda de las negociaciones, y está comenzando a romperla. Altos cargos socialistas calculan que la fijación del líder de Junts con que se apruebe la amnistía y ponga fin a su situación judicial ha llevado al partido a perder el rumbo y dar la espalda a medidas que benefician directamente a los ciudadanos de Cataluña.
Una situación que comenzó a erupcionar el pasado miércoles con las protestas frente a la principal sede de la formación, ubicada en Barcelona.