El PP prepara medidas transversales en el Congreso para seducir a los socios del Gobierno
Génova trabaja en proposiciones de ley que ideológicamente resulten difíciles de rechazar para PNV y Junts
El Partido Popular va a pasar a la acción en el Congreso de los Diputados. Los populares buscan aprovechar la debilidad parlamentaria del Gobierno para impulsar medidas transversales, fuera de iniciativas polémicas, e intentarán ganar votaciones que evidencien, aún más, las divisiones entre el Partido Socialista, Sumar y el resto de socios que avalaron la investidura del presidente, Pedro Sánchez.
Génova lleva semanas trabajando en una serie de leyes sobre cuestiones de interés general, alejadas de lo ideológico, como la ley de vivienda y la ley de conciliación. El PP presentará ambas iniciativas en los próximos meses y, aunque no busca los votos de ningún partido en particular, en la cúpula popular aseguran que serán difícil que algunas fuerzas —como Junts o el PNV— voten "no".
Medidas transversales
La dirección de los populares ha trabajado propuestas no polémicas. Problemas de los ciudadanos que también el Ejecutivo ha tratado de abordar. El Gobierno ya presentó y consiguió aprobar en las Cortes una nueva ley de vivienda. Sin embargo, tanto el PSOE como Sumar han constatado que la inflación de los precios del alquiler siguen aumentando y esquivando una norma que, además, las comunidades autónomas dirigidas por el PP se han negado a aplicar.
Este miércoles, precisamente, la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, ha amenazado con recortar el reparto de fondos a las comunidades que no apliquen la legislación. Una petición en la que Sumar lleva insistiendo durante meses, aunque la formación dirigida por Yolanda Díaz, admite en privado que la ley tiene "un agujero" por no haber regulado el precio de los alquileres.
Acercarse a Junts, PNV...
Los populares encararon el inicio de curso planeando contactos con Junts y PNV para tratar de consolidar una mayoría alternativa a la de la investidura. En la hoja de ruta del PP está que la relación entre el PNV y Junts con el PSOE se vaya deteriorando. La situación en País Vasco y Cataluña he empeorado para ambos partidos, en parte, como consecuencia de las políticas del Gobierno central.
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Los jeltzales han sufrido el auge de EH Bildu, que ha permitido aprobar gran parte de la agenda legislativa progresista del Gobierno, gracias al apoyo brindado al PSOE y Unidas Podemos durante la pasada legislatura. Mientras, los de Puigdemont han visto cómo el socialista Salvador Illa ha ganado las elecciones y ha conseguido hacerse con el Govern de la Generalitat.
Evidenciar la fragilidad parlamentaria del Gobierno
La estrategia de los populares también guarda otra ventaja: incidir en la fragilidad del Ejecutivo. Génova trabaja al margen de la agenda de Moncloa, desarrollando una serie de normas para intentar ganar votaciones en el Congreso de los Diputados; el principal quebradero de cabeza del Gobierno.
El Ministerio de Hacienda no ha conseguido los apoyos para aprobar la senda de déficit, el paso previo a los Presupuestos. En Génova son conscientes de que una victoria del PP en el Congreso en mitad de una legislatura llena de derrotas parlamentarias resultaría desbastador para el PSOE y supondría la antesala de un adelanto electoral.