PSC y ERC preparan en secreto una investidura de Illa en la primera semana de agosto

Esquerra busca impedir una “vuelta triunfal” de Puigdemont y evitar que las bases más independentistas se activen en contra del acuerdo con los socialistas

Pere Aragonès y Salvador Illa.
  1. Investidura la primera semana de agosto
  2. Impedir una “vuelta triunfal” de Puigdemont
  3. Que las bases de ERC no tumben el pacto
  4. Encontrar la fórmula para la financiación
  5. ERC ha exigido gestos al PSC y al PSOE
  6. “Financiación singular” de Cataluña
Archivo - El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y el president de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès (d), se reúnen en el Palau de la Generalitat, a 21 de diciembre de 2023, en Barcelona, Catalunya (España)

Pedro Sánchez tiene previsto viajar a Barcelona este miércoles, para verse con Pere Aragonés, presidente de la Generalitat en funciones, en plena semana decisiva para la negociación de la investidura de Salvador Illa. ‘Matar’ políticamente a Carles Puigdemont es la gran motivación común que han encontrado PSC y ERC para cerrar ya un acuerdo de gobierno.

Las intenciones de socialistas y republicanos es cerrar ya el acuerdo de investidura de Illa, de forma que pueda ser investido en plazo, es decir, antes del 26 de agosto. Y, además, quieren acelerar las negociaciones al máximo posible para que el pacto quede rubricado y avalado por las bases en votación antes de que termine este mes de julio.

Esa posición la comparten en ERC, tanto los partidarios de Oriol Junqueras, como los de Marta Rovira, a pesar de la guerra interna desatada entre ambos dirigentes por el liderazgo del partido.

Investidura la primera semana de agosto

Sánchez y Aragonés tienen previsto firmar este miércoles algunos acuerdos sobre cuestiones pendientes entre ambos ejecutivos como gesto de confianza, según fuentes de la negociación. Para ERC es importante que Sánchez muestre de forma indirecta su compromiso en la negociación que está llevando directamente Salvador Illa.

Ambas partes anticipan que los próximos días van a ser decisivos. Los tiempos marcados por Esquerra llevan a acelerar la negociación, con el fin de alcanzar un acuerdo antes de que termine julio, de manera que puedan votar sus bases con la vista puesta en una investidura rápida de Salvador Illa, prevista para la primera semana de agosto.

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Impedir una “vuelta triunfal” de Puigdemont

El motivo de esta urgencia es evitar, según admiten fuentes de Esquerra, la tentación de Carles Puigdemont de una “vuelta triunfal” a Cataluña hacia finales de agosto y con la intención de participar en las sesiones de investidura en el Parlament, postulándose además como candidato.

Si eso sucediera, asumen los republicanos, con el inevitable paso transitorio por la cárcel de Puigdemont, presionaría de tal manera el alma independentista de ERC y sus bases que, en esas circunstancias, sería muy difícil que el pacto para formar un tripartito de izquierdas saliera adelante.

Que las bases de ERC no tumben el pacto

ERC quiere “rellenar el acuerdo”, reconocen fuentes del Govern en funciones, de tal forma que sea fácil justificarlo ante las bases. Un elemento sobre el que ya están trabajando, después de que los afiliados rechazaran la entrada de Esquerra en el Ayuntamiento de Barcelona que encabeza el socialista Jaume Collboni.

Puigdemont regresaría, si ese paso pudiera hacer fracasar un acuerdo entre PSC y ERC, y forzar, o bien una repetición electoral, donde conseguiría margen para forjar su lista unitaria independentista convenciendo a ERC; o bien presionando a Pedro Sánchez, y al mismo Illa, para que facilitaran la investidura del ex president tras el fracaso del líder socialista catalán. Un escenario que se antoja prácticamente imposible.

En la dirección de Esquerra tampoco se pasa por alto que esto sucedería semanas antes de la celebración de la Diada del 11 de Septiembre, que siempre supone un revulsivo separatista, y que favorecería las tesis de los partidarios en Esquerra de no facilitar la investidura de Illa.

Encontrar la fórmula para la financiación

Según las fuentes consultadas, aún no se ha encontrado la fórmula que satisfaga a las dos partes, pero ambas la están buscando.

ERC está apretando fuerte, porque sabe que en el mundo independentista hay mucha presión para que no haga president a Illa, con Puigdemont y Junts moviéndose para hacer descabalgar el acuerdo. Y, además, necesita que sus bases vean bien el pacto, o todo se iría al traste en la consulta prevista.

En la mesa de negociación no están sentados representantes del Gobierno. La dirige el PSC con ERC, directamente en Barcelona; y ahora, con la incorporación de Marta Rovira, que ejerce el liderazgo del partido en este momento, tras regresar de Suiza después de siete años gracias al archivo del caso ‘Tsunami Democrátic’.

ERC ha exigido gestos al PSC y al PSOE

En las últimas semanas, ERC ha exigido al PSC y al PSOE gestos políticos para que la negociación pueda avanzar. Y el viaje de Pedro Sánchez a Barcelona de este miércoles es uno de los más relevantes, según explican a ECD fuentes próximas a La Moncloa.

Antes vino el compromiso político y económico para cumplir lo pactado con el traspaso de Rodalies, los Cercanías catalanes, que se concretó hace unos días entre el Ministerio de Transportes y la Generalitat.

Aseguran que se está trabajando también en otros gestos, aunque reconocen que algunos tienen complicaciones técnicas; por ejemplo, la condonación del crédito del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).

Son 15.000 millones para Cataluña, un 20% del total que debía, y otros tantos para las demás autonomías; especialmente la Comunidad Valenciana, la más endeudada con este fondo estatal.

“Financiación singular” de Cataluña

Hay otros puntos en marcha, que serán compromisos de la legislatura catalana de Illa, pero el núcleo de la negociación es la fórmula para llegar a la llamada “financiación singular” de Cataluña. Un término que ha utilizado abiertamente el propio Pedro Sánchez, en otro gesto claro hacia los republicanos.

Esto no quiere decir, matizan las fuentes consultadas, que el acuerdo esté cerrado. Admiten que falta la parte más delicada, la financiación; pero todos los movimientos indican que se está caminando hacia un pacto inminente, que después tendrán que refrendar las bases de ERC, un paso también muy complejo.

El candidato del PSC Salvador Illa (i) y el presidente del Gobierno Pedro Sánchez (d), durante un mitin del PSC.