Puigdemont desactiva un plan para llegar en helicóptero a la investidura

Su objetivo era aterrizar en el aparcamiento del Parlament para evitar ser detenido. Su entorno le ha convencido de que entre a Cataluña camuflado en un coche

Archivo - El expresidente de la Generalitat de Catalunya y candidato de Junts a las elecciones catalanas, Carles Puigdemont.
  1. Evitar una detención
  2. Camuflado en un coche
  3. Una foto para despistar
  4. Una caravana de vehículos
  5. Rodeado de una multitud
  6. Alerta de baja movilización
  7. El independentismo se fractura
  8. Más controles en la frontera
Puigdemont desactiva un plan para llegar en helicóptero a la investidura.

Carles Puigdemont pretende ahora volver a Cataluña camuflado en un coche, tal y como huyó a Bélgica hace casi siete años. Pero el líder de Junts se ha planteado estos días acceder al Parlament en helicóptero para evitar así ser detenido antes de la investidura al entrar por sorpresa en la sede parlamentaria. Su entorno le ha convencido para que desista.

Puigdemont ha defendido en privado que no sería la primera vez que un dirigente político llegara a la Cámara catalana vía aérea, según confirman a Confidencial Digital fuentes de la cúpula de Junts.

En el año 2011, el entonces president de la Generalitar, Artur Mas, la que fuera presidenta del Parlament, Núria de Gispert, y el exconseller de Interior, Felip Puig, ya llegaron a un pleno en un helicóptero de los Mossos d’Esquadra para evitar las protestas que se estaban registrando en el exterior del Parc de la Ciutadella.

Ahora, el plan pasaba por que Carles Puigdemont despegase, junto al resto de fugados que tienen una orden de detención en vigor, desde algún municipio del sur de Francia colindante con Cataluña, a menos de 200 km de distancia de Barcelona, por lo que el trayecto en helicóptero era completamente viable técnicamente.

Evitar una detención

Hay que recordar que el presidente del Parlament, Josep Rull, avisó hace unos días de que el candidato de Junts a la presidencia de la Generalitat “no será detenido” dentro de la Cámara catalana -donde trabajan decenas de agentes de los Mossos- mientras él la presida.

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Rull afirmó que la Cámara tiene un protocolo vigente para este tipo de situaciones y se encargará personalmente de que se “cumpla íntegramente”. “La Policía, mientras yo sea presidente del Parlament, no entrará a detener o retener a nadie. Y si lo tiene que hacer, al primero que tendrán que detener es a mí mismo”, defendió. Y añadió que “la Cámara catalana es el templo de la democracia”

El líder de Junts, según sostienen en su círculo más cercano, “tampoco tiene miedo a ser detenido en esta ocasión” mientras recuerdan que “ya fue detenido una vez”.

Camuflado en un coche

Sin embargo, según las fuentes consultadas por ECD, su entorno le ha convencido de que entre a Cataluña camuflado en un coche, en lugar de llegar en helicóptero a la sesión de investidura de Salvador Illa, que apunta al próximo jueves.

Recuerdan que el 30 de octubre de 2017, ante el temor de ser detenido, el ya ex presidente catalán salió de España por la noche camuflado en un coche con la ayuda de un reducido grupo de Mossos d’Esquadra que continúan haciéndole de escolta.

Viajó de madrugada de Sant Julià de Ramis (Girona), y de ahí a Marsella, sorteando los controles fronterizos.

En la ciudad francesa se reunió con un grupo de exconsejeros, entre los que se encontraban Toni Comín, Joaquim Forn, Dolors Bassa y Lluís Puig. Cogieron un avión de Ryanair con destino a Bruselas.

Una foto para despistar

Al mismo tiempo, otros miembros de su Govern acudieron al día siguiente a su lugar de trabajo en la Generalitat pensando que Puigdemont asistiría, para ofrecer una imagen de normalidad y restar valor a la aplicación del 155 en Cataluña que acababa de aprobar el Gobierno de Mariano Rajoy.

De hecho, Carles Puigdemont colgó en sus redes sociales una imagen del Palau de la Generalitat, haciendo creer que se encontraba en su despacho. Allí le estaban esperando un grupo de empleados para recibirle entre aplausos. Pero estaba jugando al despiste.

De su huida, según se conoció después, solo estaban al tanto un sargento de los Mossos, su mujer, Marcela Topor, y el empresario y amigo personal de Puigdemont, Josep Maria Matamala.

Una caravana de vehículos

Tras descartar la llegada en helicóptero a la investidura, después de que Puigdemont fuera convencido por su entorno de que era una puesta en escena “demasiado aparatosa”, el líder de Junts planeó también formar una caravana de coches procedente de Francia, con el expresident en uno de ellos, acompañado por miles de personas.

Consideraba que esa caravana de vehículos, sin saber en qué coche exactamente viaja Puigdemont, impediría a la Policía inmovilizar el coche en el que se encontrase para proceder a su detención.

Rodeado de una multitud

Carles Puigdemont aspiraba a una gran movilización para entrar en Cataluña rodeado por una multitud y llegar al Parlament sin ser detenido. Sin embargo, su entorno le ha advertido también de que ese “baño de masas” resulta ahora mismo prácticamente imposible.

En la cúpula de Junts han detectado que no hay la misma predisposición que durante la campaña electoral, en la que ya se prometió el regreso de Puigdemont como gran gancho electoral. A medida que ese retorno no se ha concretado, admiten, los simpatizantes se han ido desanimando y decidiendo no movilizarse en pleno agosto.

Alerta de baja movilización

El expresident pinchó en un acto hace diez días en el sur de Francia con el que pretendía caldear un regreso a Cataluña de cara a la investidura en el Parlament.

Iba a ser un gran evento, con el objeto de emular la gran concentración de Perpiñán de 2020. Pero los organizadores tuvieron que buscar una ubicación de menor formato, ya que tras intentar movilizar a las bases de JxCAT empezaron a percibir que la asistencia no sería tan masiva como se esperaba, como finalmente ocurrió.

Por ello, dirigentes de Junts han alertado al expresident de que la movilización del independentismo es muy baja. Un proceso que se inició con los indultos pero que se ha agudizado con la amnistía.

En la práctica Puigdemont ya no apuesta por presentarse pero sí por bloquear la investidura de Salvador Illa, una posición que –han advertido al líder de Junts- tampoco va a servir para movilizar a las masas.

El independentismo se fractura

Por si esto fuera poco, el independentismo ha exhibido en los últimos días su fractura ante el inminente regreso de Puigdemont para la investidura de Illa.

Tras el aval de las bases republicanas para hacer president de la Generalitat al líder del PSC a cambio de la soberanía fiscal para Cataluña, los ataques de Junts hacia ERC se han recrudecido y el secesionismo también se ha dividido en la calle.

Los Comité de Defensa de la República(CDR) desconvocaron la concentración que habían programado en Barcelona este lunes frente a la estación de Francia, cerca del Parlament, ante la previsible investidura del líder del PSC como president. La Asamblea Nacional Catalana (ANC) ya se había desmarcado de la convocatoria horas antes.

Más controles en la frontera

En las últimas horas, fuentes policiales confirman a ECD que se han aumentado los controles en la frontera con Francia.

En puntos como La Junquera, pero también en Hendaya, se han desplegado más policías de Extranjería y Fronteras para realizar controles de documentos. Aseguran que llevan ya varias semanas para vigilar el flujo de entradas y salidas con motivo de los Juegos Olímpicos de París.

Por el momento, aseguran las fuentes policiales, no se han enviado refuerzos de antidisturbios de otras UIP de la Policía Nacional a Cataluña, ante posibles disturbios en las calles por el anunciado inminente regreso de Puigdemont.