El rey Mohamed VI cumple 25 años de reinado: logros y desafíos

Ha convertido a Marruecos en un referente para el mundo árabe, ha fortalecido las relaciones con España, pero tiene pendiente resolver el problema del agua

El rey Felipe VI de España, el rey Mohammed VI de Marruecos y la reina Letizia de España asisten a una cena de gala en el Palacio Real el 13 de febrero de 2019 en Rabat, Marruecos. Foto: Carlos Álvarez / Getty Images
  1. Algunos éxitos
  2. Algunos retos: el problema del agua
  3. Un breve balance en las relaciones bilaterales entre España y Marruecos
El rey Mohamed VI de Marruecos. Foto: Europa Press

El pasado 30 de julio, el Rey Mohamed VI, vigesimotercer soberano de la dinastía Alauí, celebraba el vigesimoquinto en el trono.

Un cuarto de siglo que ha llevado al Marruecos actual como consecuencia de proceso de reformas muy profundo en distintos planos que han culminado en desarrollo del país que ha llevado al país norteafricano a ser un referente en los campos social, político, económico y cultural dentro del Magreb, el mundo árabe y África en su conjunto e incluso a nivel internacional con la propuesta de numerosas iniciativas de desarrollo y cooperación que lo insertan de manera decidida en la comunidad internacional.

Si hubiera que definir estos 25 años de reinado sin duda alguna estos estarían caracterizados por años de estabilidad y desarrollo.

Algunos éxitos

En este sentido, hay que destacar algunos hitos que han marcado este importante periodo en la historia del nuevo Marruecos: desde la Mudawana, el Código de Familia que ha concedido derechos avanzados a las mujeres, siendo Marruecos pionero en la eliminación de la tutela del hombre sobre la mujer, promoviendo su igualdad y autonomía e incluyendo la Instancia de Equidad y Reconciliación, conocida por su acrónimo IER.

También es importante recordar la propuesta de junio de 2011 de una nueva Constitución, que sustituiría a la anterior de 1996, y que fue sometida a referéndum el 1 de julio del mismo año contando con un apoyo superior del 97% de los votantes y entrando en vigor el 16 de julio de ese mismo año. Una Constitución que garantiza los derechos humanos y la igualdad de género. En definitiva, numerosas reformas políticas e institucionales para modernizar la sociedad, la administración y los distintos poderes del Estado.

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Otros ejemplos que cabe resaltar es una política migratoria que destaca dentro del mundo árabe y su vuelta al continente el 30 de enero de 2017 con su readmisión en la Unión Africana después de 32 años de cese voluntario de su membresía en la organización y reconociendo la inutilidad de la política de “silla vacía”.

Al menos 39 de los 54 países que integran la Unión Africana apoyaron el regreso de Marruecos a la organización más importante de integración y cooperación panafricana. Esta decisión de solicitud de la readmisión en la organización continental africana fue un empeño personal de Mohamed VI, quien llevó personalmente una campaña diplomática de gran intensidad realizando numerosas visitas a países del África subsahariana.

Además, el Reino de Marruecos ha intensificado durante el reinado del monarca alauí sus actividades económicas y comerciales en todo el continente africano, especialmente en los países francófonos y del África occidental. No debemos olvidar que Marruecos es actualmente después de Sudáfrica el segundo inversor africano en el continente.

Hoy en día, la presencia de marroquí en el sector bancario, empresas de telecomunicaciones, aseguradoras y líneas aéreas se desarrolla en continua expansión.

Así mismo, Marruecos intenta conseguir una mayor influencia religiosa de imanes y ulemas subsaharianos formándoles en escuelas islámicas marroquíes. De esta manera, Marruecos logra también preservar su país de la influencia de organizaciones islamistas que pudieran nacer o desarrollar sus actividades en sus países vecinos del sur, cuyas estructuras institucionales son más débiles. Una contribución marroquí a la seguridad y la paz regional.

Un nuevo Marruecos que por medio de la Iniciativa Desarrollo Humano Nacional (INDH) emprendida en mayo de 2005, el país ha hecho un verdadero esfuerzo en la promoción de la solidaridad y la justicia social como pilares de la nación. Numerosos proyectos económicos y de desarrollo, programas sociales, buscando la cohesión de la sociedad, mediante el acceso de los ciudadanos a los servicios básicos.

Por otro lado, también cabe resaltar el esfuerzo inversor que se ha llevado a cabo durante estos años haciendo de las infraestructuras marroquíes las más avanzadas, pero a la vez comprometidas con un desarrollo sostenible. Un Marruecos abierto al mundo que busca el compromiso con la paz y el diálogo global y tiende puentes entre culturas.

Se ha llevado un ambicioso proyecto transformador liderado por S.M. el Rey Mohamed VI preservando los logros del pasado para ganar con todo su pueblo el futuro. Un país moderno ante las exigencias de nuestra época y que se inspira en sus tradiciones y valores milenarios, que hacen de Marruecos que sea uno de los Estados-nación del mundo más antiguos.

Algunos retos: el problema del agua

El propio Rey Mohamed VI señaló algunos de los desafíos a los que se enfrenta la nación, entre los que destacó como más importante el problema del agua provocado por seis años consecutivos de sequía, el cambio climático y el aumento natural de la demanda.

Esto ha provocado un impacto en las reservas hídricas y los acuíferos especialmente en las zonas rurales del país. En este sentido, Marruecos sigue trabajando en una mejor implementación del Programa nacional de abastecimiento de agua potable y de riego 2020-2027 y una política innovadora.

Dicho plan tiene como objetivo garantizar el agua potable a todos los ciudadanos y proveer al menos al 80% del territorio nacional de agua de riego. El monarca alauí reconoció además el retraso en la ejecución de algunos proyectos hídricos, por ejemplo, en el programa de construcción de presas, energías renovables y en el traspaso de agua entre las cuencas hidrográficas de Wad Lau y Lukus a la de Umm Errabia, pasando por las de Sebú y Buregreg, así como acelerar la finalización de las plantas desaladoras (un ejemplo de esto es la desaladora de Casablanca será en su género la más grande de África y la segunda más grande del mundo funcionando al 100% con energía limpia).

También destacó la importancia de formar a ingenieros marroquíes en el campo de la desalación y la necesidad de la creación de una industria nacional en este sector y de empresas autóctonas.

Un problema que también tenemos en España y que en ocasiones es motivo de falta de solidaridad entre las Comunidades Autónomas y consecuencia de una mala coordinación de nuestro gobierno central, que hace que el problema del agua se transforme en España en un problema político.

Si Marruecos es capaz de culminar estos proyectos dentro de la política hídrica, en el año 2030 será capaz de garantizar la mitad de las necesidades de agua potable del país y regar amplias zonas agrícolas lo que contribuirá a fortalecer la seguridad alimentaria. España puede además ser un buen ejemplo en el aprovechamiento de los recursos hídricos mediante el riego por goteo donde somos ejemplo para otros países del mundo.

Un breve balance en las relaciones bilaterales entre España y Marruecos

Si se hace un balance de este cuarto de siglo de relaciones bilaterales entre los Reinos de Marruecos y España podemos afirmar que éstas se han visto fortalecidas y apoyadas en los lazos históricos y de fraternidad entre las dos Casas Reales y la amistad que une al S.M. el Rey Mohamed VI y S.M. el Rey Felipe VI.

Ambos países presentan una cooperación que se puede calificar de multisectorial pues abarca distintos niveles: en primer lugar, el político mediante diálogos permanentes de coordinación y concertación.

En segundo lugar, la lucha contra la inmigración ilegal y las mafias o redes de tráfico de personas que promueven este tipo de inmigración no sólo ilegal sino también en condiciones inhumanas, donde ambos países cooperan ejemplarmente optando por una migración regular, ordenada y circular; y una tercera dimensión que abarcaría la lucha contra el terrorismo de cualquier procedencia, pero especialmente de tipo islamista

En cuarto nivel la cooperación económica, donde España se ha mantenido como el primer socio comercial de Marruecos durante más de una década con intercambios que ascienden a casi 20.000 millones de euros al año. También cabe resaltar que más de 20.000 empresas españolas mantienen actividades comerciales con Marruecos (alrededor de mil de ellas con presencia directa en el país).

Para España, Marruecos es el principal destino de las exportaciones españolas en África y el mundo árabe, así como el principal polo de inversión de las empresas españolas en el continente africano. Existen semanalmente más de 230 conexiones aéreas y 538 marítimas entre ambos países.

Además, en 2030 España y Marruecos tendrán una oportunidad especial para afianzar sus relaciones de una manera especial a través del deporte mediante la candidatura conjunta de Marruecos, España y Portugal para la Copa del Mundo de fútbol.

Mediante este ambicioso proyecto que simboliza amistad y cooperación, y que une Europa y África, los tres países se presentarán ante el mundo como grandes naciones que comparten una visión común y positiva para afrontar conjuntamente los grandes retos del S.XXI contribuyendo así a la prosperidad y estabilidad de nuestra región, no sólo entre España y Marruecos sino también entre Europa y África donde ambas naciones son puentes a nuestros continentes. 

El Rey Felipe VI y el Rey Mohamed VI. Foto: Europa Press