Sánchez no ha pedido “perdón” por haber apoyado el 155 en Cataluña como le exigió Puigdemont

Se negó a que el preámbulo de la Ley de Amnistía incluyera deslegitimar el respaldo que prestó en 2017 al Gobierno de Rajoy para intervenir la Generalitat tras el 1-O

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez se reúnen en La Moncloa, en septiembre de 2017 (Foto: Eduardo Parra / Europa Press).
  1. Sánchez rechazó pedir perdón
  2. La exigencia de Puigdemont
  3. Un “relato de hechos” del 155
  4. Sánchez apoyó aplicar el 155
  5. Lo reivindicó ya en el Gobierno
Pedro Sánchez y Pere Aragonès, en el Palau de la Generalitat.

La negociación con Junts sobre la Ley de Amnistía, que ya se está aplicando, fue modificando la versión inicial de los socialistas, hasta aproximarse a las exigencias impuestas por los independentistas y dar cabida a planteamientos que al principio habían sido rechazados de plano por los representantes del PSOE. Con alguna salvedad importante.

De la negociación del PSOE con Junts ha trascendido que Puigdemont eliminó innumerables alusiones en defensa de la Constitución y el Estado de Derecho, incluidas por el PSOE en su primera versión del texto de Ley de Amnistía, e incorporó al texto su tradicional discurso secesionista subrayando la existencia de un “conflicto político”.

Hay que recordar que, a mediados de 2022, Pedro Sánchez trató de ponerse al mismo nivel de la derecha, cuando recordó con orgullo cómo fue artífice de la aplicación del artículo 155 en Cataluña después de la declaración de independencia de octubre de 2017.

Para Sánchez, dar su apoyo al PP en aquel momento fue una muestra “de amar a España”, según sus propias palabras. “En el 2017, en España hubo un intento de romper la soberanía nacional y de la integridad territorial, con una mayoría independentista en el Parlament de Cataluña que votó por una declaración unilateral de independencia”, afirmó.

Y añadió, con rotundidad: “¿Y qué hice yo como líder de la oposición? Yo me puse del lado del Gobierno de España, y aprobamos el artículo 155 para defender la soberanía nacional y la integridad territorial de este país”.

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Sánchez rechazó pedir perdón

Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes próximas a La Moncloa, Pedro Sánchez se negó en redondo a que el preámbulo de la Ley de Amnistía incluyera deslegitimar el respaldo que él mismo prestó en 2017 al entonces Gobierno de Mariano Rajoy para intervenir la Generalitat tras el referéndum del 1-O.

Así, se eliminaron del texto referencias al 155, que consistían en que los socialistas admitieran que esa medida pudo ser un “sometimiento de la Administración catalana a la autoridad del Estado”, “una intervención del autogobierno catalán”, o un “mecanismo coercitivo”.

La exigencia de Puigdemont

Fuentes conocedoras de la elaboración de la norma aseguran que Carles Puigdemont advirtió que no se podía “pasar página” de los hechos acontecidos en Cataluña en otoño del 2017 hasta que el Estado “pida perdón” por la aplicación del 155 y la “represión” que conllevó, y que perjudicó “a todos los catalanes”.

“No se puede pasar página inocentemente sin asumir responsabilidades (...) Ya se cometió ese error con el régimen del 78. Se pidió lo mismo: pasemos página, no hace falta que investiguemos los crímenes del franquismo, no hace falta que restituyamos los derechos que se pisaron de tantas familias”, insistió el expresident.

No pasó por alto tampoco que Sánchez “estuvo en la cocina del 155” cuando se encontraba en la oposición, y cuestionó si el desenlace hubiera sido diferente si en el Gobierno hubieran estado los socialistas en lugar de Mariano Rajoy.

Un “relato de hechos” del 155

Al final, las referencias a la aplicación del artículo 155 en Cataluña, tanto en el acuerdo PSOE-Junts, como en el preámbulo de la Ley de Amnistía, se han limitado a un “relato de hechos”. 

En Moncloa destacan ahora, tras la publicación de la norma en el BOE, que Pedro Sánchez no cedió, en ningún caso, a la exigencia de Carles Puigdemont de “pedir perdón” por haber apoyado el 155.

Dice textualmente que “las instituciones catalanas promovieron, primero, una consulta popular el 9 de noviembre de 2014 y, después, un referéndum de independencia el 1 de octubre de 2017 -ambos suspendidos y posteriormente anulados por el TC- con una participación masiva en favor de la independencia de Catalunya”.

“El intento del Gobierno de impedir el referéndum dio lugar a unas imágenes que nos impactaron a todos dentro y fuera de nuestras fronteras. Todo ello llevó a la aprobación del artículo 155 de la CE, mediante la cual se decretó la disolución del Parlament, la destitución del Gobierno catalán y la convocatoria anticipada de elecciones, que volvieron a dar mayoría absoluta a los partidos independentistas”.

“Y a raíz de lo acontecido se iniciaron múltiples causas judiciales, muchas de ellas aún sin resolver, que afectan a un gran número de personas”.

Sánchez apoyó aplicar el 155

Hay que recordar que Pedro Sánchez, como líder de la oposición, brindó entonces al Gobierno de Mariano Rajoy el apoyo de los socialistas para la aplicación del artículo 155 de la Constitución que permite la intervención de una autonomía, con el requisito de que se convocasen elecciones tan pronto como fuera posible y se minimizase el impacto de la intervención del Ejecutivo en la Generalitat. Una postura, la de mínima intervención, que también defendía el Gobierno del PP.

Quince días después, el Senado aprobó por 214 votos a favor (PP, Foro Asturias, Unión del Pueblo Navarro, PSOE, Cs y CC), 47 en contra (UP, ERC, PNV y PDeCAT) y una abstención, la aplicación del artículo 155, lo que llevó al cese del presidente de la Generalitat, la intervención de organismos y servicios de la comunidad autónoma, y la convocatoria de elecciones autonómicas anticipadas.

Lo reivindicó ya en el Gobierno

A finales de 2022, Sánchez defendió la necesidad de sustituir el delito de sedición por el de desórdenes públicos agravados, con el fin -dijo- de homologar el Código Penal español al de otras de democracias y en aras de la “convivencia”.

Y destacó también que, de producirse situaciones como las vividas en Cataluña en 2017, son aplicables también otros instrumentos del artículo 155 de la Constitución.

En su opinión, uno de los principales errores del PP fue “dejar en manos de la Justicia la respuesta a esta crisis constitucional”, y concluyó que la “principal lección” era que se tenía que haber activado antes el artículo 155 y “haber intervenido una situación que claramente había descarrilado con las leyes de desconexión aprobadas en el Parlament”.

Carles Puigdemont, en su mitin en Barcelona.