Sumar explotará el miedo a Meloni para evitar el cuarto batacazo electoral consecutivo

Temen que otro mal resultado cuestione el proyecto de Yolanda Díaz. Intentarán activar al electorado con el temor a que el PP europeo pacte con el grupo en el que también está Le Pen

El candidato de los Comuns a las elecciones europeas y número 2 de Sumar en estos comicios, Jaume Asens.
  1. Última baza del año
  2. Los sondeos reflejan un escenario similar al de 2019
  3. Sin asentamiento en los territorios
  4. Malestar por las decisiones verticales
El portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, durante una rueda de prensa, en Espacio Rastro, a 20 de mayo de 2024, en Madrid.

Sumar redobla el temor a la “ultraderecha” para movilizar a su electorado y remontar unas perspectivas electorales que les dan cuatro eurodiputados en las elecciones del próximo 9 de junio, según confirman a Confidencial Digital fuentes del partido. La formación dirigida por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, admite que las perspectivas electorales no son las mejores, como ya sucedió en Galicia, País Vasco y Cataluña, pero esta vez confían en darle la vuelta a las encuestas, fiándolo todo al miedo a Marine Le Pen, líder de la derecha francesa, y Giorgia Meloni, primera ministra de Italia.

El partido centrará todos sus mensajes durante la campaña en el temor a un gobierno comunitario de los liberales junto a las formaciones más a su derecha. El pasado 29 de abril, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, se abrió, por primera vez, a que su grupo llegara a un acuerdo con Meloni. Una baza que en Sumar ha caído como agua de mayo para utilizarlo como factor de activación de los indecisos en unos comicios que, habitualmente, tienen una participación más baja que el resto de convocatorias electorales.

Última baza del año

Sumar afronta estas elecciones como la última bala para salvar un año que electoralmente les ha desgastado respecto al verano de 2023. En Galicia no consiguieron representación, en Euskadi solo un escaño, y en Cataluña perdieron dos diputados respecto a los últimos comicios. En Ferraz ya piensan en hacerse con todo el poder que está perdiendo Díaz y no ven en la vicepresidenta el tirón electoral que potenciaron hace un año para no perder “todos los votos que no van a ir al PSOE”, afirmaban fuentes de la dirección socialista. Una serie de malos resultados que han puesto en jaque a la formación y han avivado las críticas internas.

El partido se enfrenta ahora a unas elecciones nacionales por primera vez desde el 23-J y medirán más detalladamente el desgaste que han sufrido en el último año o si consiguen mantener una posición relevante.

Además, estos comicios tienen circunscripción única; esto es, que todos los votos valen lo mismo y no opera el cálculo de proporcionalidad territorial que sí funciona en generales y autonómicas con la ley D'Hondt. El próximo 9-J la amenaza es doble: por un lado, luchan para que el Partido Socialista —en plena tendencia alcista en las encuestas— no pesque en el electorado que apostó por Sumar el 23-J, y por otro, también intentan no perder apoyos que se vayan a Podemos, que presenta a una de sus caras más visible: la exministra de igualdad, Irene Montero.

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De nuevo, Sumar quedaría por detrás de Vox, según los sondeos publicados, y la figura de Díaz como gran potencia electoral volvería a quedar en entredicho. Izquierda Unida ya se ha quejado en repetidas ocasiones de la falta de democracia interna: “Se están convirtiendo en el ordeno y mando de Podemos”, afirmaba a ECD un dirigente territorial de la federación madrileña, que no participará en la campaña tras oponerse al acuerdo que ha ratificado el comité federal.

Los sondeos reflejan un escenario similar al de 2019

Un resultado por debajo del que consiga la formación morada sería una debacle, pero ningún escenario demoscópico ha dibujado esa posibilidad. Todas las encuestas apuntan a una horquilla de entre tres y cinco eurodiputados, dos menos de los que obtuvo Unidas Podemos en las europeas de 2019. Montero obtendría dos escaños según los mismos sondeos, por lo que, si concurriesen unidas, el resultado sería semejante al de hace cuatro años.

La líder de Sumar y vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, interviene durante un acto de campaña electoral de Sumar, en el Parque Delicias, a 26 de mayo de 2024, en Zaragoza, Aragón.

Sin asentamiento en los territorios

En enero, diputados del Grupo Promotor de Sumar —el órgano ejecutivo provisional a nivel nacional— confiaban en llegar a junio con una estructura “muy avanzada”, según aseveraban a ECD. La formación ha llegado a los tres comicios anteriores a medio hacer y con los candidatos elegidos a dedo por la dirección. Miembros de Sumar ya pidieron que se acelerara el proceso de creación de este nuevo “frente amplio” —como lo denominan en sus filas—, pero la también ministra de Trabajo dio prioridad a las labores en el Gobierno durante la pasada legislatura y no anunció su candidatura hasta marzo de 2023; a las puertas de las elecciones autonómicas —donde su espacio político se derrumbó y ´la derecha se hizo con seis territorios—, y a pocos meses de las generales —entonces previstas para noviembre—.

Malestar por las decisiones verticales

Un año después, Sumar ya tiene una dirección elegida por los inscritos y ha avanzado en su edificación interna, pero llega a estos comicios en una situación precaria. De nuevo, Díaz nombró unilateralmente a Estrella Galán, directora de CEAR, como ya sucedió en el resto de convocatorias electorales de 2024. Esta elección disparó el malestar entre los partidos que sustentan la coalición. Compromís, Más Madrid, Izquierda Unida, En Comú Podem… aspiran a conseguir la mayor cuota y visibilidad posible en las listas, y se vieron regados a negociar a partir del segundo puesto.

Todos los partidos que aceptaron unirse a Sumar para el 23-J han rechazado firmar un acuerdo a largo plazo e irán negociando si concurrir bajo las siglas de la formación de Díaz cuando se acerque cada evento electoral. Proyecto Drago anunció que no se presentaría con Sumar y Mès per Mallorca han optado por hacerlo junto a Esquerra Republicana de Cataluña y EH Bildu.

El candidato de Comuns Sumar a las elecciones del Parlamento Europeo, Jaume Asens, en Lleida.