La Guardia Civil intercepta llamadas de narcos con el sistema Valhalla

Utilizó esta tecnología para intervenir los teléfonos de los miembros de una red que introducía droga por las costas de Cádiz y Huelva

Un coche de la Guardia Civil en una imagen de archivo
  1. Sistemas de intervención telefónica
  2. Valhalla, en la Guardia Civil
  3. Más potente y completo
  4. Programas para controlar móviles

 

Una sentencia de la Audiencia Nacional que condenó recientemente a siete personas por tráfico de drogas ha explicitado el nombre de un sistema tecnológico con el que la Guardia Civil intercepta llamadas telefónicas de personas bajo investigación.

“Por el EDOA [Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas] de la UOPJ [Unidad Orgánica de Policía Judicial] de la Guardia Civil de Huelva, OCON-SUR de la IV Zona de la Guardia Civil de Andalucía y el Servicio de Vigilancia Aduanera de Huelva, en el mes de julio de 2020 se detectó la existencia de un entramado organizativo dedicado de manera concertada y persistente, al menos desde dicha fecha, y que estaría operando en distintas provincias de nuestro país y en Portugal, para la introducción de sustancias estupefacientes por vía marítima con utilización de embarcaciones de diferentes tipos”.

Así describe en la sentencia el inicio de la investigación sobre una red que obtenía resina de cannabis (hachís) en Marruecos, y a través de barcos lo trasladaba hasta las costas del sur de Portugal y de España. En nuestro país, se movían entre las provincias de Huelva y Cádiz, hasta la bahía de Algeciras como punto más oriental.

Los implicados eran de nacionalidad española, marroquí, francesa y letona.

La Guardia Civil y Vigilancia Aduanera llevaron el asunto ante la Fiscalía, y tomó las riendas la Audiencia Nacional: “El día 14 de diciembre de 2020 se incoaron las Diligencias Previas [...] por el Juzgado Central de Instrucción nº 2 de esta Audiencia Nacional, en virtud querella interpuesta por la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional a la que se acompañaba Oficio del EDOA de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Huelva OCON-Sur de la IV Zona de la Guardia Civil de Andalucía, y del Servicio de Vigilancia Aduanera”, este último dependiente del Ministerio de Hacienda, a través de la Agencia Tributaria.

En la querella de la Fiscalía se solicitaba la concesión de autorización judicial para llevar a cabo diversas observaciones e intervenciones telefónicas, así como para la instalación de dispositivos electrónicos de seguimiento y localización, todo ello para la investigación de un presunto delito contra la salud pública, tráfico de drogas.

Sistemas de intervención telefónica

La sentencia recoge que las defensas de los acusados reclamaron la “nulidad de las observaciones e intervenciones telefónicas acordadas desde su inicio, así como de los sucesivos autos de prórroga de las mismas y de las nuevas intervenciones acordadas al afectar al derecho al secreto de las comunicaciones de los investigados”.

Por eso el tribunal tuvo que dar respuesta a esta cuestión, y detalló cómo se habían llevado a cabo las intervenciones telefónicas.

 

“En el caso de autos, el control ha sido exhaustivo y puntual”, entendieron los magistrados, “como así lo acredita el hecho de que, por auto de 9 de abril de 2021, más de cuatro meses después de haber dado inicio a las observaciones-interceptaciones telefónicas (auto de 14 de diciembre de 2020) se rechazase una petición similar respecto de la interceptación de las comunicaciones del teléfono de la investigada [...], por falta de indicios suficientes”.

También se recoge en la sentencia que “la resolución inicial habilitante de 14 de diciembre de 2020 establece claramente qué funcionarios deben llevar a cabo la medida” de intervención telefónica.

Correspondía simultáneamente a “la Unidad Combinada de Huelva del Servicio de Vigilancia Aduanera, OCON Sur [Organismo de Coordinación de Operaciones contra el Narcotráfico], y EDOA [Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas] de la Guardia Civil, además de indicar cuáles eran los sistemas de intervención telefónica de cada operador de seguridad distintos”.

Valhalla, en la Guardia Civil

A continuación, se revelan esos sistemas de intervención telefónica: Valhalla para la Guardia Civil, SIC por parte del Servicio de Vigilancia Aduanera y el sistema SITEL del Ministerio del Interior.

Algunas fuentes de las Fuerzas de Seguridad, conocedoras del funcionamiento de las unidades que hacen uso de los sistemas de intervención de comunicaciones telefónicas, señalan que esa denominación, Valhalla, es otro nombre del sistema Golf R-12, que desde hace unos años ya utilizan tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional.

ECD ya contó en 2022 algunos datos sobre R-12, un programa que, aunque integrado en el mismo sistema, es más avanzado que SITEL.

El Ministerio del Interior aclaró que la Policía Nacional y la Guardia Civil solo utilizan los sistemas integrados en el sistema legal de interceptación SITEL. Preguntado sobre si el sistema R-12 está integrado en SITEL, un portavoz del ministerio indicó que “todos los sistemas tecnológicos de interceptación se integran en SITEL”.

El Sistema Integrado de Interceptación de Telecomunicaciones (SITEL) lo adquirió el Gobierno de José María Aznar, pero fue muy criticado por el PP en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, por considerar que era demasiado invasivo en su misión de recoger las comunicaciones de los investigados.

Fuentes de las Fuerzas de Seguridad explicaron entonces que se utilizaba tanto el antiguo SITEL como el más novedoso R-12, que llevaba unos años en servicio y que se preveía que progresivamente se fuera utilizando en más unidades.

En las unidades periféricas de la Guardia Civil y de la Policía Nacional existen “salas SITEL”, en las que determinados agentes con autorización pueden utilizar el sistema SITEL para ciertas investigaciones que lo requieren. En estas salas se ubican los ordenadores y elementos informáticos necesarios para operar estos programas de interceptación de comunicaciones.

Las unidades centrales ya estaba utilizando el R-12, tanto en la Policía Nacional como en la Guardia Civil: en este último caso, por ejemplo, en la Jefatura de Información, que es la unidad dedicada a la lucha antiterrorista (de carácter yihadista, pero también sobre los rescoldos de ETA) y a vigilar grupos extremistas, como independentistas radicales, anarquistas, de extrema derecha...; la Unidad Central Operativa (UCO), unidad de Policía Judicial especializada en delincuencia organizada, económica, internacional y aquella otra cuyas especiales características así lo aconsejen; y otras de la Jefatura de Unidades de Policía Judicial.

Más potente y completo

Miembros de las unidades con experiencia en el uso de estos sistemas aseguraron que las funciones de SITEL y de R-12 son más o menos las mismas: la diferencia es la mayor potencia y capacidad del R-12, el programa que se ha incorporado más recientemente.

“SITEL se quedaba corto”, puntualizaron esas fuentes, que añadieron que R-12 es más completo y ofrece mayores prestaciones y una mejor calidad para grabar y almacenar los datos y las conversaciones que se extraen de los teléfonos móviles que son intervenidos con estos sistemas.

Aunque, como se ha dicho, las unidades periféricas de la Policía Nacional y de la Guardia Civil cuentan con “salas SITEL” en comandancias y jefaturas, las autorizaciones judiciales para intervenir las comunicaciones de los investigados se gestionan en gran medida a través de las unidades centrales (como la UCO, la Jefatura de Información, la Comisaría General de Información...).

Una vez que las unidades obtienen autorización judicial para, mediante estos sistemas, acceder a las llamadas telefónicas o a los mensajes que pasan por el móvil de un sospechoso, en su “sala SITEL” de referencia los agentes destinados se tienen que poner trabajar en escuchar y transcribir conversaciones y en analizar los mensajes y la información recabada en el móvil.

Dichas salas cuentan además con traductores, para traducir al español aquella información que se intercepta en otro idioma. En el caso de investigaciones sobre terrorismo yihadista, o sobre redes internacionales de droga y crimen organizado, es algo muy habitual que sea necesaria esa traducción, al igual que con grupos de tipo independentista que utilizan el catalán o el vasco, por ejemplo.

Programas para controlar móviles

Conforme el uso de la tecnología y de los dispositivos móviles se ha ampliado en la vida diaria, las Fuerzas de Seguridad han ido ampliando sus medios para investigar en estos ámbitos. La vigilancia sobre los dispositivos que los sospechosos usan para navegar por internet y para comunicarse a través de llamadas o de aplicaciones de mensajería instantánea se ha ido ampliando.

Tal y como se contó en estas páginas, la Dirección General de la Guardia Civil abrió hace un año una licitación pública para el “Suministro e instalación de un sistema de monitorización de redes móviles, con destino al Servicio de Información de la Guardia Civil”, con un presupuesto de 1.074.380 euros.

La misma Guardia Civil tiene también en servicio un programa, denominado ‘Aqueos’, cuya función es la “monitorización remota de terminales móviles”.

Se incorporó en 2019 y lo utilizan los agentes del Grupo de Apoyo Operativo (GAO), que dentro de la Jefatura de Información se encarga de proporcionar y manejar determinados medios técnicos y procedimientos operativos especiales para las investigaciones sobre ámbitos que afectan a la seguridad y el orden público.

Interior tuvo que contratar una actualización del sistema ‘Aqueos’ para hacerlo compatible con los sistemas operativos Android 10 y 11.

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