El pueblo catalán que está al borde de un precipicio

Castellfollit de la Roca es uno de los pueblos más impresionantes y curiosos de España, ubicado en la región de Girona, Cataluña.

El pueblo catalán que está al borde de un precipicio

Castellfollit de la Roca es uno de los pueblos más impresionantes y curiosos de España, ubicado en la región de Girona, Cataluña. El pueblo de mil habitantes, que se encuentra en lo alto de un risco basáltico, parece desafiar las leyes naturales. Castellfollit de la Roca se encuentra en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, lo que lo convierte en un lugar único e impresionante que cautivará a cualquier turista. Descubre por qué Castellfollit de la Roca es una maravilla y una joya de la geografía catalana en este artículo.

Un pueblo suspendido en el tiempo y la roca

Castellfollit de la Roca se encuentra en una imponente formación geológica de roca basáltica formada por erupciones volcánicas pasadas. El "riscal de Castellfollit" es una roca formada por la erosión causada por los ríos Fluvià y Toronell, que fluyen a ambos lados del acantilado durante muchos años. El paisaje ha sido alterado gradualmente por estos ríos, generando un precipicio impresionante de casi un kilómetro de longitud que se eleva más de 50 metros sobre el valle cercano. Castellfollit se convierte en una postal vibrante gracias a su única geografía, donde las casas parecen estar flotando al borde del precipicio, generando una impresión que deja sin aliento a quien las observa.

Castellfollit de la Roca cuenta con uno de los riesgos basálticos más grandes de Europa. El pueblo se encuentra sobre una roca formada por dos coladas de lava superpuestas: una de hace más de 200.000 años y otra de hace unos 100.000 años. Este fenómeno natural único es el resultado de la combinación de estas capas volcánicas y la erosión continua de los ríos. El pueblo ahora se encuentra suspendido en un abismo, con una vista impresionante que parece sacada de un cuento medieval.

El perfil icónico de la iglesia y las casas flotantes

La silueta de la iglesia junto a las casas que bordean el precipicio es uno de los elementos más característicos de Castellfollit de la Roca. En la parte más alta del risco se encuentra la iglesia medieval de Sant Salvador, que es uno de los edificios más destacados del pueblo. Los visitantes pueden disfrutar de vistas impresionantes de los paisajes volcánicos de la Garrotxa y los valles verdes que rodean el pueblo desde el mirador de la iglesia.

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Las casas del casco antiguo se han construido al borde mismo del precipicio a lo largo de los siglos, lo que crea una imagen espectacular e inquietante. Uno de los principales atractivos de Castellfollit es la sensación de que estas casas parecen estar flotando en el aire. En realidad, caminar por sus calles estrechas con adoquines y contemplar las fachadas de piedra de las casas con vistas al abismo es una experiencia que no se olvida fácilmente.

Un entorno natural excepcional

Castellfollit de la Roca es una joya por su impresionante ubicación en el risco, así como por el entorno natural que lo rodea. El pueblo se encuentra en una de las zonas volcánicas más importantes de la península ibérica, ya que forma parte del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. Más de cuarenta conos volcánicos y coladas de lava rodean esta área, creando un paisaje único y espectacular.

El entorno natural de Castellfollit ofrece la oportunidad de realizar actividades al aire libre, como caminar y pedalear, con el fin de descubrir los volcanes extintos y los bosques de robles y hayas que se encuentran en la región. La popular Ruta de los Volcanes ofrece a los turistas la oportunidad de adentrarse en la naturaleza salvaje de la Garrotxa, recorriendo varios pueblos y miradores desde los cuales se pueden apreciar las coladas de lava y los valles que componen este paisaje único.

Patrimonio y cultura de Castellfollit

Aunque es pequeño, Castellfollit de la Roca cuenta con una historia extensa y un patrimonio cultural valioso. El barrio antiguo de la ciudad, con sus calles estrechas y empedradas, mantiene un encanto medieval que invita a pasear por sus rincones. A pesar de su origen medieval, la iglesia de Sant Salvador fue reconstruida en el siglo XVIII y todavía mantiene partes de su estilo arquitectónico original.

También se encuentra en Castellfollit de la Roca el Museo del Embutido, un lugar dedicado a la tradición culinaria de la zona, en particular a la creación de embutidos artesanales, que son una de las delicias culinarias más conocidas de la zona.