Corrupción y política: ¿dos problemas insolubles?
El paro, la corrupción, la economía y los políticos. Estos son los principales problemas de este país para los españoles. Lo confirmó el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al pasado mes de julio.
El sondeo se realizó en la primera semana del mes. 2.471 entrevistas personales, casa por casa, en 239 municipios españoles. Una muestra amplia y diversa que no deja lugar a dudas.
Desde mayo de 2008 lo que más preocupa a los ciudadanos de este país es el paro. El 77% de los encuestados reconoce que del desempleo es su principal preocupación. Esta percepción baja dos décimas con respecto a junio pero sigue encabezando este elenco a gran distancia del segundo.
Llama la atención el aumento de la impaciencia de los españoles ante la corrupción. El 41,5% reconoce que se trata del asunto que más les inquieta: tres puntos más que el mes anterior. Y el sondeo tuvo lugar antes del estallido del caso Pujol, así que es fácil deducir que hoy esa cifra sería mayor.
Los que mencionan a la economía como el problema más acuciante de España son ahora el 28% de los encuestados. Mientras que el 26% de los españoles señalan que es la clase política, así en general, lo que más les desasosiega.
Aquí están, limpios de polvo y paja, los principales asuntos que interesan a los votantes. Por lo tanto, si una organización quiere ganar las elecciones ya sabe lo que tiene que hacer: ofrecer soluciones convincentes sobre estas cuatro cuestiones.
Pero yo me pregunto: ¿son capaces los partidos de remediar la corrupción (que les toca tan de cerca) y de mejorar su propia forma de ejercer la política?
Lo dudo mucho. Y no es algo que me alegre precisamente. Porque esos problemas van a seguir ahí.
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