Entrevista a un asesino

Se ha montado bastante revuelo por el abanico de entrevistas que se han publicado y emitido este fin de semana con el mismo protagonista: Iñaki Rekarte, un arrepentido de ETA.

He escuchado críticas muy duras y argumentos de este tenor:

-- No se puede dar pábulo a una farsa porque este señor no está arrepentido de verdad.

-- No se puede dar voz a un asesino: es una ofensa a las víctimas.

-- Este show sólo beneficia a un actor de este drama: la banda terrorista ETA.

-- Vale. Ahora, aguerridos periodistas, salid a entrevistar a un puñado de violadores, a ver qué se cuentan…

Vídeo del día

Al menos 16 muertos en el incendio de
un centro comercial en China

 

No estoy de acuerdo.

Leí este domingo, desde el principio hasta el final, la entrevista de El Mundo a Rekarte. No me pareció ni una sesión de masaje, ni un reportaje adulador, ni un canto a la hipocresía. Es una historia humana, sobre el descenso a los infiernos de una persona… con final feliz. ¿Por qué no contarlo?

Hay muertos de por medio. Es cierto. Estamos ante una tragedia. Los familiares merecen todo nuestro respeto y máxima sensibilidad.

Pero no he visto a nadie frivolizar, ni piezas editadas para ganar audiencia. Se cuenta el caso de un señor contrito, que quiere expiar sus culpas y mandar un mensaje de arrepentimiento a sus conciudadanos. No se busca el morbo, ni sacar las cosas de quicio.

Hay un dato que llama la atención. Esta entrevista a Iñaki Rekarte –una pequeña entrega del libro sobre su ‘regreso del lado oscuro’ que lo precede- ha provocado una gran revuelo en el mundo abertzale. Revuelo y disgusto. Porque se trata de otra voz discordante que viene a sembrar dudas entre sus bases, entre los jóvenes del País Vasco. Un disidente que los presenta divididos y debilitados. Parece algo bueno.

Insisto: veo más ventajas que inconvenientes en lo que ha sucedido.

Más en twitter: @javierfumero